¡a pedalear!
Salvador Raga Navarro es un apasionado de las bicicletas, entre otras cosas. Y decimos "entre otras cosas", porque se interesa por muchos y variados temas, casi siempre relacionados con su tierra, Valencia. En Procoleccionismo ya hemos tenido la suerte de poder presentaros sus colecciones de carteles de Valencia y de gozos o goigs, también de su tierra. Pero, en esta ocasión, contamos con Salvador para hablar de un medio de transporte popular e internacional, que además de ser una ayuda imprescindible para muchas personas en su trabajo, se utiliza tanto en los momentos de ocio como en competiciones deportivas. ¿A qué nos referimos? Claro está, a la bicicleta.
Para empezar por el principio, siempre
es mejor buscar la etimología de las palabras, que nos ayudarán a desmenuzar su significado.
Bicicleta parece ser que viene del término latino bi (dos) y de cyclos (rueda) que tenía su origen en el vocablo griego kyklos ("círculo", "objeto circular"). Como no soy una experta en el tema, remataré el asunto sin más detalles, con algo que todos nos imaginábamos: que bicicleta significa "dos ruedas".
La mayoría de las fuentes consultadas dicen que fueron los ingleses los primeros que empezaron a utilizar la palabra bicycle y que más tarde los franceses la adaptaron a su lengua llamándola bicyclette, pero también hay quien dice lo contrario. En España se adaptó la versión francesa, aunque durante mucho tiempo se estuvo llamando velocípedo, y aquí ya preferimos no entrar en etimologías...
Cuenta Salvador que la bicicleta no empezó a desarrollarse como tal hasta finales del siglo XVIII. Es el resultado de la evolución de un juguete, en concreto del Célérifère que venía a ser un chasis macizo de madera con forma de animal y con dos ruedas, con el que sólo se podía ir en línea recta.
Este juguete nació en Francia, concretamente en París en el año 1791, en plena revolución francesa. Fue en 1817 cuando el ingeniero alemán Karl Von Drais aplicó la ingeniería de la época, que se venía utilizando con los vehículos, y dotó a aquél artilugio de una dirección.
Pero, como siempre ocurre, cada vez que se quiere determinar los orígenes de algún invento, no faltan diferentes atribuciones a tal o cuál persona o país. En Londres, en el Museo de la Ciencia, existe, por ejemplo, una bicicleta que es copia de la que inventó el herrero escocés Kirkpatrick Macmillan en 1831, y que consideran la primera bicileta propiamente dicha.
Los pedales como mecanismos para impulsar una rueda, son obra del francés Pierre Michaud y su hijo Ernesto, en 1861. Los cambios que propusieron fueron básicamente agrandar la rueda delantera, ya que al ser una transmisión directa, cuanto más grande era la rueda más se avanzaba a cada pedaleada. Algunas de ellas llegaron a alcanzar el metro y medio de diámetro.
Otras mejoras importantes que se incorporaron a la bicicleta fueron el rodamiento con neumáticos. Así, en 1888 John Boyd Dunlop sustituyó las bandas de caucho macizo de las ruedas por el neumático hinchado, que facilitaba el rodaje haciéndolo más cómodo y rápido. Se trataba de unas cámaras de tela y caucho que se inflaban de aire y se colocaban en las llantas.
El invento que conllevará el lanzamiento de la bicicleta como vehículo muy útil para desplazarse, será la transmisión por cadena entre dos engranajes (el plato y el piñón). Esta nueva incorporación es obra del francés Guimet y del británico Harry John Lawson, que la idearon alrededor de 1879, aunque no se llegó a producir hasta 1884.
En el siglo XX la evolución de nuevos materiales cada vez más ligeros y resistentes, han sido fundamentales para poder diseñar bicicletas robustas como las "mountain bikes" o versátiles como las plegables.
La bici ha jugado un papel importantísimo en la historia del transporte. Ha sido el más revolucionario de todos, a nivel doméstico. Su versatilidad, ligereza, nulo nivel de emisiones contaminantes, cero consumo de energías perecederas y su vertiente deportiva y de salud personal, la convierten en uno de los inventos más importantes para el hombre.
A Salvador le encantan las bicicletas, es más, nos dice que no concibe su vida sin una bicicleta, porque para él no es solamente un objeto, es un instrumento para vivir una vida distinta y casi se convierte en una prolongación de sus extremidades.
A nivel personal ha conseguido reunir una colección de unas 25 piezas que configuran un recorrido por modelos fabricados desde los años 40 a los 70, en unos años de gran creatividad constructora. Pero sus esfuerzos en recopilar una parte de la historia de estos vehículos no se limitan a su propia colección, sino que contribuye activamente con una asociación que han creado en Valencia.
Esta asociación "Amigos de las Bicis Clásicas de Valencia" (ABICVAL) se constituyó el año 2013 para profundizar en el conocimiento de la bicicletas anteriores a los años 70. Con este objetivo organizan varias actividades, como salidas temáticas dominicales, para conocer la historia de la ciudad; concentraciones clásicas; un blog especializado; exposiciones en certámenes de vehículos clásicos; un grupo realmente activo en facebook; un servicio de respuestas a consultas, etc. También recopilan toda la información posible, aunque muchas veces se trata de material virtual, porque es difícil conseguirlo tangible, pero es igual de interesante. Así, han reunido anuncios antiguos, fotografías, muestras de la bicicleta y el arte gráfico, protagonismo de la bicicleta en la literatura, el cine, la decoración... Curiosidades y un sinfín de diferentes materias diferentes relacionadas con su tema favorito.
Salvador considera que los países del Norte de Europa, como en tantas otras cosas, nos llevan ventaja en cuanto a la utilización efectiva y diaria de la bicicleta. Hace tiempo que incorporaron a sus ejes viarios este transporte, y eso que su climatología en muchos casos no es que ayude nada a que sea cómodo pedalear por allí.
En nuestras ciudades han tenido que venir los estudiantes europeos para convencernos de que este no es un medio "barato" sino un compromiso ideológico con el medio en que subsistimos. Inevitablemente, se tendrá que encontrar un modo de cohabitar automóviles y bicicletas en las ciudades. A estas hay que ofrecerles seguridad, pues son el elemento más vulnerable, pero la contrapartida que se pide a los ciclistas, es el respeto a los viandantes y a las reglas de circulación. Salvador opina que la difusión de los carriles bici es imparable y, por lo que respecta a su ciudad, Valencia, cree que por clima y perfil altimétrico, es una de las ciudades más "ciclables" del mundo.
Una atención especial para nuestro coleccionista, tanto a nivel personal como a través de la Asociación, es la que le merecen las bicis clásicas. Por un lado, cree que hay que conservarlas como testimonio de un pasado, pero por otro, hay que hacer lo posible para sacarlas de los trasteros y darles una nueva oportunidad ¡ellas quieren un poco de actividad!
Y como a Salvador le está esperando su bici para salir a pasear, no seremos nosotros quienes le hagan faltar a la cita. Así es que le decimos: GRACIAS por habernos presentado tu colección y ¡a pedalear!
El link para visitar su Asociación: ABICVAL
es mejor buscar la etimología de las palabras, que nos ayudarán a desmenuzar su significado.
Bicicleta parece ser que viene del término latino bi (dos) y de cyclos (rueda) que tenía su origen en el vocablo griego kyklos ("círculo", "objeto circular"). Como no soy una experta en el tema, remataré el asunto sin más detalles, con algo que todos nos imaginábamos: que bicicleta significa "dos ruedas".
La mayoría de las fuentes consultadas dicen que fueron los ingleses los primeros que empezaron a utilizar la palabra bicycle y que más tarde los franceses la adaptaron a su lengua llamándola bicyclette, pero también hay quien dice lo contrario. En España se adaptó la versión francesa, aunque durante mucho tiempo se estuvo llamando velocípedo, y aquí ya preferimos no entrar en etimologías...
Cuenta Salvador que la bicicleta no empezó a desarrollarse como tal hasta finales del siglo XVIII. Es el resultado de la evolución de un juguete, en concreto del Célérifère que venía a ser un chasis macizo de madera con forma de animal y con dos ruedas, con el que sólo se podía ir en línea recta.
Este juguete nació en Francia, concretamente en París en el año 1791, en plena revolución francesa. Fue en 1817 cuando el ingeniero alemán Karl Von Drais aplicó la ingeniería de la época, que se venía utilizando con los vehículos, y dotó a aquél artilugio de una dirección.
Pero, como siempre ocurre, cada vez que se quiere determinar los orígenes de algún invento, no faltan diferentes atribuciones a tal o cuál persona o país. En Londres, en el Museo de la Ciencia, existe, por ejemplo, una bicicleta que es copia de la que inventó el herrero escocés Kirkpatrick Macmillan en 1831, y que consideran la primera bicileta propiamente dicha.
Los pedales como mecanismos para impulsar una rueda, son obra del francés Pierre Michaud y su hijo Ernesto, en 1861. Los cambios que propusieron fueron básicamente agrandar la rueda delantera, ya que al ser una transmisión directa, cuanto más grande era la rueda más se avanzaba a cada pedaleada. Algunas de ellas llegaron a alcanzar el metro y medio de diámetro.
Otras mejoras importantes que se incorporaron a la bicicleta fueron el rodamiento con neumáticos. Así, en 1888 John Boyd Dunlop sustituyó las bandas de caucho macizo de las ruedas por el neumático hinchado, que facilitaba el rodaje haciéndolo más cómodo y rápido. Se trataba de unas cámaras de tela y caucho que se inflaban de aire y se colocaban en las llantas.
El invento que conllevará el lanzamiento de la bicicleta como vehículo muy útil para desplazarse, será la transmisión por cadena entre dos engranajes (el plato y el piñón). Esta nueva incorporación es obra del francés Guimet y del británico Harry John Lawson, que la idearon alrededor de 1879, aunque no se llegó a producir hasta 1884.
En el siglo XX la evolución de nuevos materiales cada vez más ligeros y resistentes, han sido fundamentales para poder diseñar bicicletas robustas como las "mountain bikes" o versátiles como las plegables.
La bici ha jugado un papel importantísimo en la historia del transporte. Ha sido el más revolucionario de todos, a nivel doméstico. Su versatilidad, ligereza, nulo nivel de emisiones contaminantes, cero consumo de energías perecederas y su vertiente deportiva y de salud personal, la convierten en uno de los inventos más importantes para el hombre.
A Salvador le encantan las bicicletas, es más, nos dice que no concibe su vida sin una bicicleta, porque para él no es solamente un objeto, es un instrumento para vivir una vida distinta y casi se convierte en una prolongación de sus extremidades.
A nivel personal ha conseguido reunir una colección de unas 25 piezas que configuran un recorrido por modelos fabricados desde los años 40 a los 70, en unos años de gran creatividad constructora. Pero sus esfuerzos en recopilar una parte de la historia de estos vehículos no se limitan a su propia colección, sino que contribuye activamente con una asociación que han creado en Valencia.
Esta asociación "Amigos de las Bicis Clásicas de Valencia" (ABICVAL) se constituyó el año 2013 para profundizar en el conocimiento de la bicicletas anteriores a los años 70. Con este objetivo organizan varias actividades, como salidas temáticas dominicales, para conocer la historia de la ciudad; concentraciones clásicas; un blog especializado; exposiciones en certámenes de vehículos clásicos; un grupo realmente activo en facebook; un servicio de respuestas a consultas, etc. También recopilan toda la información posible, aunque muchas veces se trata de material virtual, porque es difícil conseguirlo tangible, pero es igual de interesante. Así, han reunido anuncios antiguos, fotografías, muestras de la bicicleta y el arte gráfico, protagonismo de la bicicleta en la literatura, el cine, la decoración... Curiosidades y un sinfín de diferentes materias diferentes relacionadas con su tema favorito.
Salvador considera que los países del Norte de Europa, como en tantas otras cosas, nos llevan ventaja en cuanto a la utilización efectiva y diaria de la bicicleta. Hace tiempo que incorporaron a sus ejes viarios este transporte, y eso que su climatología en muchos casos no es que ayude nada a que sea cómodo pedalear por allí.
En nuestras ciudades han tenido que venir los estudiantes europeos para convencernos de que este no es un medio "barato" sino un compromiso ideológico con el medio en que subsistimos. Inevitablemente, se tendrá que encontrar un modo de cohabitar automóviles y bicicletas en las ciudades. A estas hay que ofrecerles seguridad, pues son el elemento más vulnerable, pero la contrapartida que se pide a los ciclistas, es el respeto a los viandantes y a las reglas de circulación. Salvador opina que la difusión de los carriles bici es imparable y, por lo que respecta a su ciudad, Valencia, cree que por clima y perfil altimétrico, es una de las ciudades más "ciclables" del mundo.
Una atención especial para nuestro coleccionista, tanto a nivel personal como a través de la Asociación, es la que le merecen las bicis clásicas. Por un lado, cree que hay que conservarlas como testimonio de un pasado, pero por otro, hay que hacer lo posible para sacarlas de los trasteros y darles una nueva oportunidad ¡ellas quieren un poco de actividad!
Y como a Salvador le está esperando su bici para salir a pasear, no seremos nosotros quienes le hagan faltar a la cita. Así es que le decimos: GRACIAS por habernos presentado tu colección y ¡a pedalear!
El link para visitar su Asociación: ABICVAL
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