jueves, 26 de diciembre de 2013

Una colección de sellos de Correo de Navidad






El mensaje del sello en Navidad



Estas fechas parecen muy adecuadas para hablar de algo tan bonito como los sellos de Navidad. Hemos recurrido al coleccionista tinerfeño Andrés Fulgencio Estévez, que ya ha colaborado con Procoleccionismo en otras ocasiones (los belenes, lotería de Navidad) para pedirle que nos hablara de este tema que tan bien conoce, pues tiene una importante colección.

Nos explica Andrés que su padre, que hacía una colección dedicada al Belenismo, comenzó a incorporar sellos a la misma en la década de los sesenta del siglo pasado, siempre posteriores a la terminación de la Guerra Civil española en 1939.
De todos modos, fue Andrés quién pudo incrementar la colección de una forma importante, porque en el año 2009 consiguió comprarle a un coleccionista catalán todos sus sellos dedicados al Nacimiento de Jesús, que comprendían la totalidad de los que se editaron en el mundo referidos a ese tema, en el período que va de 1962 a 1975, con un total de 2386 unidades.
El sello más antiguo que actualmente tiene Andrés en su colección, data de la Navidad de 1939 y es español. Parece ser que fue a partir de 1959 cuando el Servicio Postal de Correos comenzó a emitir cada año, ininterrumpídamente, sellos con temática navideña. Antes lo había hecho en alguna ocasión, esporadicamente.  
En 1955, por ejemplo, se emitió el sello de "La Sagrada Familia", de El Greco, del que se han vendido, hasta la fecha, más de cinco millones de unidades.
Entre los grandes artistas de quienes se han  reproducido obras que hacen referencia a la Navidad,encontramos nombres como Goya ("Sagrada Familia"), Velázquez ("Adoración de los Reyes Magos"), Rubens ("Adoración de los Pastores"), o escultores como la Roldana (Luisa Roldán) de quien se ha emitido este año "Los primeros pasos de Jesús", además de otros grandes escultores, como  Berruguete, Salzillo, etc. Sin olvidar los belenes que se han plasmado en sello, como el Belén del Príncipe, emitido en el 2008, o el Napolitano, en el año 2004. 
Si hemos hablado solamente de los sellos de Navidad españoles no es porque sea esta una particularidad de nuestro país, pues es este uno de los temas filatélicos más populares en el mundo. Prácticamente en casi todos los lugares han hecho alguna referencia a ella, aunque se trate de estados que no son de confesión religiosa cristiana. Y es que la Navidad ha sido fuente de inspiración para los artistas de todas las épocas. 
La Historia del Arte cuenta con manifestaciones artísticas sobre el tema del Nacimiento de Jesús, creadas en todos los estilos. Se pueden contemplar obras de grandes artistas del Románico, del Gótico, Renacimiento, Barroco... en fin, de todos los movimientos artísticos. 
A partir de 1987 las imágenes a las que se recurre, y nos referimos en general en todo el mundo, dejan ya de ser de carácter religioso y recogen escenas infantiles u objetos variados asociados a estas fiestas, como pueden ser bolas de colores, muñecos de nieve, zambombas, abetos, etc. 
En la actualidad, son unos cien países los que emiten anualmente los sellos de Navidad.
Muchos entendidos, consideran que el primer sello postal que hizo referencia a la Navidad se emitió en Canadá a finales del siglo XIX. No es que hubiera ninguna imagen de la festividad, pero sí que aparecía escrito XMAS 1898. Costaba 2 centavos.
También se reconoce como un pionero del sello de Navidad, el que se emitió en Dinamarca durante las fiestas navideñas, con el fin de recaudar fondos para los niños tuberculosos. Se trataba de un sello adicional, es decir, no válido para el franqueo.
En Rumanía se emitió uno en 1905, en el que aparecía un ángel anunciando el Nacimiento. Y fue Cuba el primer país latinoamericano en el que apareció en 1952 un sello con tema navideño, que era una flor de Pascua.   
Por supuesto la imagen más repetida en este tipo de sellos es la del Portal de Belén con el niño recién nacido, José y María, o simplemente la de la Virgen y el Niño, pero hay países en que es muy difícil o casi imposibles encontrar algo así, como ocurre en los de religión musulmana. 
Nos cuenta Andrés, que en algunos de éstos países han sacado piezas con la Crucifixión o la Resurrección de Cristo y, desde luego, él las ha adquirido, a pesar de que le costaron bastantes caras y navideñas navideñas no es que sean, pero vale la pena tenerlas por su rareza y el lugar de procedencia, ya que son del Sultanato de Omán.

Entre sus piezas favoritas figura un sello en un formato bien grande de 12 centímetros, que data del año 1979 y que es nada menos que de Yemen. Es toda una joya. En nuestros días en ése país sería imposible por su extremismo religioso anticristiano, que se imprimiese nada semejante. Contiene dos escenas, la de La Anunciación a María y la del Nacimiento de Jesús. Es una maravilla.
Nosotros agradecemos a Fulgencio toda la información que nos ha facilitado y le deseamos tanto a él, como a todos nuestros seguidores, un bueníiiiiiisimo año 2014. 





miércoles, 18 de diciembre de 2013

Una colección de tarjetas de Navidad de aguinaldos




¡Felices fiestas tengan Vdes.!







"En la puerta de mi casa
voy a poner un petardo
para reírme del que viene
a pedir el aguinaldo
Pues si voy a dar a todo
el que pide en Noche Buena
Yo sí que voy a tener
que pedir de puerta en puerta.
Arre borriquito, arre burro arre,
arre borriquito,
que llegamos tarde".


Un villancico tan aparentemente inocente como este (lo del petardo no deja de ser una crueldad, impropia de estas fechas), refleja muy claramente un malestar social: el de las familias que se veían acosadas por huestes de gente que llamaban al timbre de sus casas pidiendo aguinaldo (por no hablar de los que tenían que ir a pedir...). Había ocasiones, en las que el jefe de familia daba la orden de que estuviera toda la casa con la luz apagada y que nadie hiciera ruido, para no tener que abrir la puerta y verse obligados a darle algo al que llamaba, detalle que, desde luego, no pasaba desapercibido por el que esperaba en la calle.
Tal fue el abuso y proliferación de las personas de todos los oficios, que se lanzaban a felicitar las Pascuas de puerta en puerta con una tarjeta en la mano, que acabó siendo una iniciativa muy criticada y se tomaron medidas para evitarla. Finalmente esta costumbre desapareció,  ya en la década de los 60, del siglo XX.
El origen de estas tarjetas,
parece ser que se remonta a principios de ese siglo, así es que no tuvieron una existencia muy larga.
Y, estamos hablado de tarjetas de felicitación para pedir el aguinaldo, pero ¿cómo eran estas tarjetas? Pues todas muy similares. En el anverso se mostraba al funcionario público o al profesional privado, con su traje de trabajo. Por si acaso costaba identificarlo, venía un rótulo bien grande con el nombre del oficio de la persona: el barrendero, el basurero, el carretero, el ebanista, el botones, el electrecista, el aprendiz, la aprendiza, la portera, el panadero, el herrero... Se les solía representar llevando a cabo su trabajo, en alguna escena habitual. 
El personaje en cuestión, venía enmarcado con motivos ornamentales navideños, que en aquél entonces no consistían en ningún Papá Noel, ni árbol de Navidad, ni renos bailando, etc. sino que eran fundamentalmente el portal de Belén con la Virgen María, San José y el Niño;  alguna ramita de acebo o cintas de colores y, lo más deseable, lo que de verdad interesaba en aquellos tiempos de dificultades: unas botellas de bebidas alcohólicas, barquillos, turrón, manzanas, plátanos, alguna nuez, puros, un pavo... También llevaba escrita cada tarjeta la frase "Les desea felices Navidades" o algo similar.
En el reverso, con el título de FELICITACIÓN  venía un poema, que podía ser el mismo para casi todos los oficios, cambiando solo una palabra. Donde decía: "Oiga a su buen corazón,/ Aumente usted la alegría,/ De la aprendizas en este día/ Dios le de su bendición", pues se sustituía aprendiza por obrero, espitero del gas, etc.
Muy significativo es el que empieza así: "Aquí viene un servidor/ Para no perder la costumbre./ No lo tome a pesadumbre/ Recíbame por favor", en el que parece evidente que el que va a pedir ya se teme el recibimiento que puede encontrar.
También encontramos otros, claramente propagandísticos y de autobombo, como este del herrero: "Un año justo ha pasado/ Y con dicha sin igual/ Muy contento y muy jovial/ Mis servicios te he prestado/ Siempre atento y diligente/ A donde quisiste fui/ Siempre leal y sonriente/ Y pues llega hoy el día/ de las Santas Navidades/ Dios te de felicidades/ Con dichas mi y alegrías/ Que estas fiestas del turrón/ Del pavo y de los barquillos/ Con tu gente y tus chiquillos/lo pases con ilusión".
Y el aprendiz, por ejemplo, tampoco se quedaba atrás:
"Soy, señores, el aprendiz,/ alegre y trabajador,/ haga frío o calor,/ soy un muchacho feliz./ Ayudo en los trabajos/ que efectúa el oficial;/ soy un chico muy formal/ y le cumplo sus encargos./ Dinámico, alegre y optimista/ sirviendo a todos por igual...".
Tampoco faltaban los versos en los que se pedía abiertamente una gratificación:
"¡Ya se acercan, ya se acercan/ las Pascuas de Navidad/ Los pavos sus rojas crestas lucen hoy por la ciudad/. Las tiendas son como estuches/ repletos de cosas bellas/ cestas de oro, como estrellas/ contienen ricos turrones/ hay barquillos a montones/ frutas de color de fuego/ licores que un buen lego/ fabricó con arte mago.../ ¡Toda la tierra es un lago/ donde se refleja el cielo/ Por esto con santo anhelo/ las fiestas yo os felicito/ y si me dais un poquito/ de vuestra dicha y ventura/ una alegría muy pura/ llenará mi alma de amor/ y agradecido y contento/ queda vuestro servidor".
Estas tarjetas, además del encanto que  siempre tienen las ilustraciones antiguas, son interesantes para poder ver la cantidad de oficios que existían antes y que ahora han desaparecido. También son curiosos y descriptivos los textos de los poemas que van en el reverso. Aunque suelen repetirse mucho, siempre son una ventana abierta a otra época, a otra sociedad.
La que suscribe, descubrió estas bonitas ilustraciones en casa de su suegra, que vivía en Barcelona y tenía la buena costumbre de guardar casi todo lo que entraba en su casa.  A partir de entonces siempre me ha llamado la atención este tema y he procurado ir aprovisionando la colección. 
Y como hemos empezado con villancico, vamos a terminar igual, con una canción, pero distinta:
"Ya viene la vieja/ con el aguinaldo/ le parece mucho/ le viene quitando/ le parece mucho/ le viene quitando/
Pampanitos verdes/ hojas de limón/ la Virgen María/
Madre del Señor".



para todos:



martes, 10 de diciembre de 2013

Una colección de tortugas




LEEEENTA, PERO SEGURA



Hoy vamos a presentar otra colección de los Magi, padre e hijo, Ya os dijimos, cuando hablamos de su colección de Madelman, que se interesaban por cosas muy diversas, y ya veis, hoy va de tortugas.
La colección la comenzó Magi padre, hace ya 22 años, concretamente en 1991. Empezó a comprar estos animales de una forma podríamos decir convulsiva: tortuga que veía, tortuga que compraba. Cuando no era él, era su familia y amigos los que se las regalaban: cada vez que se iban de viaje, volvían con una tortuga. Así fue, como la colección creció muy rápidamente.
Nos cuenta Magi que la razón por la que le llamam la atención las tortugas, no sabe explicarla, pero lo cierto es que siempre las ha encontrado fascinantes. Le parece extraordinario que en millones de años estos animales no hayan evolucionado, o lo hayan hecho muy poco, y le da hasta pena que sea una de las pocas especies de animales que cuando están en peligro no pueden escapar, pues las pobres no pueden huir (o demasiado lentamente...).
En la actualidad, a pesar de este cariño por las tortugas, nuestros dos coleccionistas nos confiesan que no tienen ninguna de ellas viva por su casa. Magi padre, a los 5 años ya tuvo su primera tortuga de verdad, que era una tortuga griega que le trajo su abuela de un viaje que hizo a Barcelona, y que compró en las Ramblas. Pero nunca estuvo en cautividad, iba suelta. La tuvo hasta los 35 años, y entonces decidió dársela a una persona que tenía (y tiene) un chalet y le apasionan estos animales. Por cierto, esa alma caritativa tuvo que sacarse un permiso especial para poderlas tener, y gracias a ello posee muchas especies distintas que viven al aire libre y están muy bien cuidadas.
Magi también tuvo varias tortugas de Florida, pero ahora, como hemos dicho, ya no tiene ninguna viva.
Pero de las otras sí, porque cuentan con una colección de más de 3000 piezas  de todo tipo de materiales: de miga de pan, metálicas, de plata, de plástico, cerámica, piedra, minerales, plastilina, goma, madera, chuches, oro, bronce, cartón, cera, sal, de huesos de melocotón, de coco, lava de volcán...  Y también con diferentes funciones, como abrir botellas, ser cajitas, linternas, bolígrafos, encendedores, lápices, servilleteros, candados, cerillas, lámparas, dedales y mil formas más. 
Sus piezas preferidas son, por sentimentalismo, las que le regalan sus padres, porque sabe todo el cariño que ponen en comprarle piezas que no tiene, algunas muy difíciles de encontrar.
Desde luego, Magi no se conforma con admirar lo divertidas y curiosas que son sus figuritas, sino que tiene un montón de libros con todas las especies y subespecies que existen en todo el planeta. Y es que considera que cualquier colección sin una información sobre el tema queda como coja, le falta algo no.
La tortuga hay que reconocer que tiene muy "buena prensa", a veces (espero que me perdonen los Magi) demasiado buena. Por ejemplo, ¿por qué en la fábula de Esopo de "La liebre y la tortuga" no se alza alguna vez una voz que diga, o insinúe, que la tortuga era una fanfarrona? (ya sabéis, cuando le dijo a la liebre que le iba a ganar) pues no, todo el mundo se dedica a criticar a la pobre liebre  por afirmar lo que científicamente todos saben: que ella es más rápida que la tortuga. Pero se ve que esta callada criatura (la tortuga) inspira respeto, será por eso que en algunas culturas se le considera un animal muy noble, además de creer que trae buena suerte. En otros países sencilla y llanamente se las venera. Para muchos es el símbolo de la paciencia, la sabiduría, la experiencia.
A nuestros coleccionistas les interesa también todo lo relacionado con el tema tortuga, ya sean canciones, cuentos, personajes, etc. En las Olimpiadas del 92, en los especial olímpicos, su mascota era una tortuga llamada Carlota. Ni que decir tiene que consiguieron hacerse con esa bonita mascota, en Vilanova para ser exactos.
No se olvidan tampoco de los personajes de ficción como la tortuga Tartañán, las tortugas Ninja, etc. También tienen monedas, billetes, números de lotería donde salen tortugas autóctonas. Cualquier cosa u objeto donde salga una tortuga siempre lo intentan conseguir.
Una ilusión compartida por el padre y el hijo es la de intentar figurar en el libro Guiness de los récords de Cataluña, a ver si consiguen batir el de la colección con más tortugas.
No sé si nuestros coleccionistas habrán advertido el detalle, pero he puesto el texto en un color "verde tortuga" para ambientar el comentario, sin embargo, veo que no hay muchas tortugas verdes en las fotos de la colección ¿han pasado de moda? ¿hay más tendencia a representar a estos animales de manera fantasiosa que realista? 
Quizás con la tortuga, los artesanos y artistas se pueden permitir variar el color, porque su forma es tan inconfundible que no se precisa otra cosa para identificarlas. 
Por cierto, no sé si ya tendrán en la colección el poema de Pablo Neruda, "La Tortuga", que empieza así:
LA TORTUGA que anduvo tanto tiempo
y tanto vio con sus antiguos ojos.
La tortuga que comió aceitunas
del más profundo mar.
La tortuga que nadó siete siglos

y conoció siete mil primaveras...
Por cierto, siempre solemos recomendaros el blog o web donde el coleccionista invitado muestra sus colecciones, pero como los Magi todavía no lo tienen (están trabajando en ello) os queremos hablar de una estupenda revista para coleccionistas en la que colaboran los dos. Se llama "Figuras en Acción" y está en internet desde 1999, fecha en la que salió el primer número. Se publica semestralmente y se puede bajar gratis. Si alguien prefiere que le llegue en papel, puede pedirla y al precio de unos 12 euros será suya. La revista tiene artículos muy interesantes y bien documentados, no os la perdáis. Además, está abierta a las colaboraciones de todos los coleccionistas, ¡y el último número ha salido, o va a salir, esta misma semana!




miércoles, 4 de diciembre de 2013

Lote nº 107 de imágenes de casas construídas sobre la vía pública o pasajes


Foto nº 647:  Ferrara (Italia). M. J. Fuster
Foto nº 648: Ferrara (Italia). M. J. Fuster
Foto nº 649: Ferrara (Italia). M. J. Fuster
Foto nº  650:  Arnés (Tarragona), Pili Vidal
Foto nº 651:  Balaguer  (Lérida). Jose Murciano
Foto nº 652:  Guimaräes (Portugal). Pili Vidal


GRACIAS por las fotos que enviáis. Si queréis continuar colaborando, o empezar, mi dirección es:
mjfuster20@yahoo.es



miércoles, 27 de noviembre de 2013

Una colección de Philip K Dick



¿SUEÑA PHILIP J. DICK CON ANDROIDES? 




Para un aficionado a Blade Runner, coleccionar Philip K Dick es algo que viene rodado. Como autor de la novela original, "¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?" que inspiró la película, lo normal es que el film te lleve a la obra de Dick. Sin embargo, el proceso para nuestro amigo Joan Fusté no fue así, sino todo lo contrario, pues primero leyó el libro y luego vio la película. Eso sí, cuando la vió, volvió a retomar la obra escrita de Philip K. Dick.
Philip K Dick nació en Chicago (USA) el 16 de diciembre de 1928, y murió en Santa Ana, California, el 2 de marzo de 1982. Fue un autor bastante prolijo, con más de 40 novelas en su haber, aparte de una gran cantidad de relatos cortos. Su muerte prematura le impidió ver el montaje definitivo de Blade Runner, así como todas las demás adaptaciones posteriores de su obra al cine: Minority Report, Desafio Total, Next, Paycheck, Barjo!, Radio Free Albemuth, Una mirada a la oscuridad, Destino oculto, etc. El tema sobre el que giran sus reflexiones, es el de esa pregunta que se hace cada mañana: "¿qué es la realidad?". Sí, Matrix tiene una frase similar, por algo comparte con él una forma de ver la vida definida como "dickiana".
Nos explica Joan que, aparte de algunas excepciones, las novelas de Philip K. Dick suelen poner esa realidad en entredicho de las más variadas formas. Manipulación genética, manipulación del pensamiento, poderes sobrehumanos, psicodelia... No en vano Dick experimentó con el LSD que por aquel entonces ni se consideraba una droga y menos aún, se conocía que fuera tan dañina como sabemos ahora que es. Ni siquiera era ilegal.
Entre las drogas y algún que otro desorden mental, el autor tuvo incluso experiencias místicas que le llevaron a escribir una monumental Exegesis, que hoy día aún está por descifrar. Un gran galimatías de miles de páginas que más parecen escritas por un loco que por un genio. Esa fina línea entre locura y genialidad es lo que hacen especial a Dick. 
¿Por qué coleccionar su obra? Pues, bien. Joan lo tiene claro. Dice que es habitual querer tener la obra de alguien que nos gusta leer. No será con Dick una excepción. Lo que ocurre es que en el caso concreto de Joan Fusté esa afición ha ido un poco más allá de lo digamos "habitual". Aparte de novelas y relatos en español, también ha leído parte de su obra en inglés, y eso le ha conducido a querer tener toda la producción de Dick en el idioma original.
Después, se interesó por sus ediciones más antiguas, incluso aquellas publicaciones anteriores a los libros (lo que eran los "pulp" o revistas baratas). Siguió con la búsqueda de ediciones en otros idiomas, como el catalán o el francés, el italiano, el alemán... No es que domine todas esas lenguas, apenas las primeras, pero es que las portadas de los libros le atraían y eso no tenía nada que ver con el idioma. Así siguieron ediciones de toda Europa y luego extendió la afición a países más exóticos, en los que era complicado encontrar este tipo de artículo, como: ediciones japonesas, chinas, coreanas, rusas, griegas, hebreas... 

Pero Joan es tenaz y ha decidido que si la obra de Dick se ha traducido a 25 o 30 idiomas, quiere tener al menos un libro en cada lengua. En algunos casos, es verdaderamente dificil conseguirlo, como las ediciones turcas. En otras, no existe toda su obra, apenas algún título. Por tanto, cualquier edición, antigua o reciente, en el idioma que sea, es de su interés. 
Evidentemente, las primeras ediciones son las más deseadas, pero también las más caras y eso frena el avance de la colección. Por no hablar de los ejemplares firmados. Un caso intermedio son las ediciones de prueba sin corregir. Están encuadernadas en papel o con tapa blanda muy simple. Son curiosas.
Pero, la caza y captura de obras relacionadas con Philip K. Dick no se limita a lo mencionado, porque Joan, ampliando horizontes, se interroga... ¿por qué limitarse a novelas y relatos? ¿Qué pasa con los artículos y ensayos escritos sobre el autor? ¿Qué pasa con los boletines universitarios, las newsletters de aficionados, los fanzines...? ¿Y las cartas del propio Dick? Pues que también están en el punto de mira. Y los audiolibros, también. Hay casos curiosos, como un videojuego para PC basado en otra de sus obras más conocidas, Ubik. Y lo que Joan considera sus últimos logros: los dos primeros mini relatos escritos en la Gazette de Berkeley, imposibles de conseguir si no es a través de la Biblioteca de Berkeley, fotocopiada a partir de sus microfilms.
En resumen, cualquier producto que tenga a Dick como protagonista, ya sea como autor o como tema, entran en la colección. 
Y así es como ha reunido unos 600 títulos entre libros, revistas, fanzines y otros materiales impresos. Hasta estuvo a punto de conseguir unas botas usadas por Dick subastadas por Tessa, una de sus ex-mujeres, pero el precio subió demasiado para él. Un objeto curioso para añadirlo a los estantes que tiene reservados para esta colección: más de 8 metros de extensión lineal. 
Joan nos cuenta que, algo que le llama la atención, y que no sabe si ocurre con otros autores, es el hecho de que hasta sus bibliografías son coleccionables preciados. Existen muy pocas y se cotizan como si fueran obras suyas. Por suerte uno de los mayores expertos y coleccionistas de Dick en USA, Dave Hyde, junto a su colega Henri Wintz, han publicado una de las bibliografías más completas, a todo color, con todo el material en lengua inglesa que han sido capaces de recopilar a partir de ediciones americanas e inglesas: Precious Artifacts. Tengo el honor de formar parte de sus próximas recopilaciones, aportando mi granito de arena con las ediciones europeas, eslavas y asiáticas, ¡o lo que necesiten! Ni que sean cuatro referencias, será una satisfacción aportar lo que pueda. No hay razón para pagar más de 300$ por una bibliografía.
Y Joan, basándose en su larga experiencia, nos quiere dar algún consejo. Dice, p. e. que encontrar ciertos ejemplares es complejo, porque no aparecen en librerías online, ni en subastas. Así es que, ¿cómo se consiguen? Pues un método es tener contactos en diversos lugares del mundo, convertirlos en colegas, en amigos, en proveedores "de cabecera" y así acceder a esas pequeñas joyas. En su caso tiene un par de colaboradores "fijos" ubicados en USA y Hungría. 
Por lo que se refiere al primero, no sabe cómo pero tiene montones de ediciones de alta gama (primeras ediciones, ediciones de corrección, ediciones firmadas) y también de múltiples países e idiomas. Gracias a él la colección de Joan ha aumentado de forma considerable con ejemplares que no habría pensado localizar jamás. El segundo colaborador está ubicado en Budapest y, como es lógico, tiene acceso fácil y directo a las ediciones magiares. Aparte de las más evidentes, también le ha conseguido un ejemplar del fanzine Galaktika #52, nada menos que de 1983, con siete relatos de Dick. 
Hay otros casos menos espectaculares, como un contacto en Rusia que le suministró la versión rusa de "¿Sueñan..." imposible de encontrar desde España. Otros colegas le han facilitado ejemplares de los países nórdicos, etc. La red de amigos y contactos se amplia poco a poco y permite que una colección como ésta esté viva. Un método aplicable a cualquier otra temática, por supuesto. 
Al preguntarle a Joan ¿hasta cuando? nos cuenta que no tiene límite ni tope impuesto. Cada año aparecen nuevas ediciones en todo el mundo, aunque cada vez es más difícil conseguir ejemplares de primera fila, pero ahí está la afición. Mientras esta perdure, seguro que habrá ejemplares en el punto de mira, atractivos por una u otra razón.  
Y nosotros nos preguntamos, y este humilde comentario que estáis leyendo y que trata de Philip K. Dick ¿pasará a engrosar su colección o no será digno? ya veremos... (sin que esto suponga presión alguna, Joan).
Me olvidaba: su blog como su colección, es completísimo ¡no perdérselo!