Lo importante esPARTICIPAR
Bernat y Oriol Gascón son hermanos, de Barcelona. Cuando eran unos chavales coleccionaban muchas cosas, como adhesivos, cajetillas de cerillas, servilletas de papel, pero cuando se celebraron las Olimpiadas en Barcelona en 1992 y llegó la efervescencia olímpica a la ciudad, cambiaron sus preferencias en materia de colecciones. Mucho influyó en ello el hecho de que Oriol fuera voluntario en esos Juegos. El caso es que empezaron a coleccionar adhesivos conmemorando los Juegos, primero los oficiales y, después, los de los patrocinadores. Aquello era como coleccionar cromos pero sin un límite, pues era una colección que no se acababa nunca. Poco a poco y, como suele ocurrir, sin darse cuenta, se encontraron coleccionando además de los adhesivos todos aquellos artículos que lucieran los cinco aros olímpicos. Así es cómo empezaron a reunir pins, tazas, papeles de carta, banderines, monedas, etc. todo lo relacionado con el tema. Recordemos que los aros representan a los cinco continentes: Europa, América, Asia, Africa y Oceanía.
Cuando decidieron coleccionar todo lo que estuviera relacionado con las Olimpiadas, la verdad es que Bernat y Oriol no eran conscientes de lo vasto que era ese campo, pues no incluye solamente todo lo relacionado con los juegos de invierno y verano que se celebran periódicamente, sino que abarca también el material concerniente a los Comités (nacionales, internacionales), las Federaciones, las Ciudades Candidatas a ser sede de las Olimpiadas y los Juegos Regionales, los Panamericanos, los Asian Games, etc. etc. Una sección importante dentro de la colección de Bernat y Oriol es la colección de pins. Con ocasión de los Juegos de Barcelona, llegó la locura de coleccionar pins relacionados con las Olimpiadas: todo el mundo coleccionaba pins y todo el mundo quería pins. Surgió un mercado de coleccionistas, que ya ha desaparecido, cerca del Arco de Triunfo. Allí se reunían y cambiaban los repetidos. Y allí acudían nuestros coleccionistas siempre que podían. Cuando piensan en aquella época reconocen que, la clave de haber podido dedicar tanto tiempo a la colección fue que todavía vivían en casa de sus padres y tenían tiempo para mandar cartas, hacer contactos y todo eso. Y reflexionando precisamente en eso, en los factores que les decantaron a dedicarse a coleccionar material olímpico, Bernat resume diciendo que fueron cuatro factores: la ilusión de aquél momento de las Olimpiadas en Barcelona, la facilidad de conseguir material, la satisfacción de ver crecer rápidamente la colección y el tiempo libre del que disponían. Sobre el "sujeto" de la colección no hay que explicar mucho, porque todo el mundo conoce bien lo que son las Olimpiadas. Se remonta su origen a unas fiestas religiosas y culturales que se celebraron cada cuatro años en la ciudad griega de Olimpia, desde el año 776 a. C. hasta el 393 d. C. En el siglo XIX, tras la iniciativa fallida de Evangelios Zappas, que quiso organizar unos juegos similares a los que se celebraban en Olimpia, Pierre Frèdy Barón de Coubertin retomó la idea y consiguió materializar el proyecto, celebrándose las primeras Olimpadas de los tiempos modernos en Atenas, el año 1896. Desde entonces, cada cuatro años ha tenido lugar el evento deportivo que reune a mayor número de participantes, porque acuden representantes de casi todos los países del mundo. Sólamente se dejaron de celebrar los Juegos Olímpicos los años 1916, 1940 y 1944, a causa de la Primera y Segunda Guerra Mundial.
Las Olimpiadas de Invierno se comenzaron a celebrar en el año 1924 en Chamonix (Francia).
Sobre cómo consiguen material para la colección, nos cuentan nuestros coleccionistas
que en la actualidad viven de la renta y del trabajo. Se refieren a vivir de "renta" a lo siguiente: ellos empezaron a coleccionar en el 92, justo antes de la crisis del 93, y en aquél periodo no tenían muchos medios para comprar nada. No obstante, por aquel entonces las empresas mandaban mucho material y no se molestaban si se les pedían en dos o tres ocasiones algún pin o adhesivo. Fue entonces cuando consiguieron unas cuantas piezas repetidas que ahora se cotizan muy bien, porque ya son consideradas "antiguas" y los coleccionistas nuevos no las tienen.
Por otra parte, cuando hablan de "trabajo" quieren decir el tiempo que dedicaron y dedican a hacer contactos por internet, que hoy por hoy es como se pueden cambiar piezas más facilmente. Además, gracias a internet se puede comprar por subastas, como ebay, donde se encuentran ofertas interesantes a precios que ahora Bernat y Orial pueden pagar.
Cambiar piezas no siempre es evidente, hay algunas que se consiguen así, pero para otras es más dificil. En el caso de las medallas, que es el tema en el que ahora están más interesados, sólo hay un modo de hacerse con ellas: pagarlas.
Pero para matar el gusanillo del coleccionismo y como no se puede estar siempre comprando, todavía recurren mucho al intercambio en otros artículos, sobre todo pins.
Todo el material que tienen lo guardan, según nos confiesan, donde pueden. Al principio lo ponían todo en álbumes, vitrinas, etc. pero ahora el material se les ha desbordado bastante, porque es una colección que ocupa mucho espacio.
Le hemos preguntado a Bernat, que es nuestro interlocutor, cuáles son sus piezas preferidas y nos explica que, personalmente, se inclina por las medallas y las mascotas, tanto en peluche como en PVC, pero cuando mira los 2000 pins distintos que han conseguido reunir no puede evitar emocionarse, como cuando ve la cantidad de llaveros que tienen, etc. Vamos, que no podría decir cuáles son las preferidas, las considera todas muy interesantes.
De todos modos, además de las medallas ahora lo que les gusta coleccionar más son algunas piezas raras, aquellas que nadie quiere porque han pasado un poco de moda, como las vitolas del 68, que son muy bonitas, las cajetillas de Munich del 72, y otras piezas a las que ahora no se les da valor. Aunque, en realidad, siguen coleccionando todo aquello que tenga los cinco aros olímpicos.
No tienen todavía ningún blog o web dedicada a su hobby, pues piensan que para eso lo primero que tendrían que hacer es "controlar" su colección y por ahora eso es tarea imposible, pero han colgado en la red fotografías con piezas que tienen repetidas, por si alguien quiere cambiar.
Para contactar con ellos podéis escribirles a su dirección electrónica: intercanviolimpic@yahoo.esCuando les hemos preguntado por el futuro de su colección, nos dicen que por ahora no quieren ni pensarlo, pues Bernat y Oriol de momento no tienen descendencia y les da la impresión de que nadie de su familia está muy interesado por el tema, así es que ¡quién sabe! igual acaban cediéndola al museo olímpico de Barcelona o al de Lausanne, o se la tienen que vender cuando lleguen a viejos para ganarse algún dinero ¡tal y como están las cosas nunca se sabe! Bueno, dicen que de momento sólo quieren disfrutarla, y eso es lo que les deseamos.