Un recuerdo especial
Pedro Escudero es de Torrejón de Ardoz (Madrid), y colecciona autógrafos. Actualmente tiene unos 8.000, aunque si se cuentan las fotos y las fichas (que el envía y que le devuelven dedicadas), hace que la colección se aproxime ya a las 15.000 piezas. Y todo ello lo ha conseguido él personalmenee, porque a Pedro no le interesa comprarlos. Lo que le parece más estimulante en esta colección es el reto de conseguir su objetivo por si mismo, algo que muchas veces no podría alcanzar sólo a cambio de dinero. Otro aspecto que le atrae de esta colección es que le permite tener algo personal (unas palabras, un dibujo, la firma...) de una persona que por su actividad o profesión pasará a la historia. Por cierto, nos aclara Pedro que el hecho de pedirle un autógrafo a alguien no quiere decir que él admire a esa persona, simplemente significa que él considera que debe figurar en la colección porque figura entre las personalidades más destacadas en algún tema del que se ocupa (artístico, científico, deportivo, etc.).
¿Qué se entiende por autógrafo? pues, como todo el mundo sabe, autógrafo literalmente significa documento escrito a mano, aunque con este término, actualmente, se denominan las dedicatorias con firma que personas famosas escriben para sus fans o personas que se lo soliciten. A Pedro, los autógrafos de su colección se los han firmado figuras destacadas, tanto a nivel nacional como internacional, pertenecientes al mundo del arte, del deporte, la política, instituciones, las ciencias. Otros coleccionistas se limitan a reunir autógrafos de algún tema determinado, ya sea de una disciplina deportiva (futbolistas, etc.) o del mundo artístico (cantantes, artistas de cine), etc. Nuestro coleccionista, como se interesa por toda la actividades, las ha subdividido en temas para poder clasificarlas. Tiene, por ejemplo, la de Pintores, Astronautas, Presidentes de Gobierno, Danza, Toreros, Cantantes de Opera y muchas más.
El principio de esta afición-pasión se remonta a hace más de treinta años, cuando trabajaba como botones en una importante notaría de Madrid. Gracias a su trabajo conocía la dirección particular de algunas personalidades y eso facilitaba el que pudiera enviarles cartas solicitando una dedicatoria. Y es que, la verdad, Pedro no es el típico cazador de autógrafos que espera horas ante una dirección para abordar a la persona que desea (aunque también ha esperado), sino que practica, más bien, el sistema de enviar una carta pidiendo la colaboración. Es lo mismo que hace con los personajes extranjeros.
Desde que empezó con la colección no la ha dejado nunca, salvo algunos periodos cortos, que nunca han durado más de tres meses, en los que por asuntos de trabajo, familia u otras circunstancias no escribía a ninguna personalidad.
Desde que empezó con la colección no la ha dejado nunca, salvo algunos periodos cortos, que nunca han durado más de tres meses, en los que por asuntos de trabajo, familia u otras circunstancias no escribía a ninguna personalidad.
Pedro ha conseguido reunir una buena muestra de personalidades de todo el mundo, pero entre los países que tiene mejor representados figuran Alemania y Estados Unidos, y es que son precisamente los norteamericanos los que más contestan sus cartas. Los alemanes son las más eficaces, en el sentido de que también suelen responder siempre y, además, rápidamente. A los españoles les cuesta bastante aceptar las propuestas y no es fácil que se molesten en contestar... En general, y salvo las excepciones señaladas, sea de donde sea la personalidad solicitada las respuestas tardan bastante en llegar, y Pedro ha tenido que esperar meses y hasta años para obtener la dedicatoria deseada. Por ejemplo, en el caso de Cantinflas estuvo esperando la contestación durante dos años. Con los Reyes de España tuvo que intentarlo cuatro o cinco veces, pero, bueno, lo importante es que al final lo ha conseguido. Otras veces en lugar de enviar una carta para solicitar el autógrafo ha conseguido una visita personal, que algunas veces ha resultado muy interesante, como fue en el caso del compositor Andrés Segovia o con Gloria Fuertes, a la que acompañó a su casa y con la que estuvo de charla ¡cuatro horas!
Cuando le preguntamos cuáles son los autógrafos de su colección que más aprecia, nos dice que todos tienen su historia y su importancia. Quizás los que le hicieron más ilusión fueron los primeros que recibió de personalidades importantes, como el de Indira Gandhi, Miró o el Dalai Lama. Por alguna circunstancia especial, hay autógrafos que le han marcado especialmente, como por ejemplo el de Rock Hudson, que después de tardar bastante tiempo en escribirle se lo mandó justo dos meses antes de morir. De todas formas, no han sido todo éxitos, porque en algunos casos no ha conseguido su objetivo: con Michael Jackson o Dalí no tuvo suerte y se ha quedado sin su autógrafo.
Una sección muy interesante es la dedicada a pintores e ilustradores, pues, como es tradicional en este campo, los artistas no se limitan a enviarle sólo su firma y dedicatoria, sino que le regalan una creación propia que suelen plasmar en la ficha que él les envía. Otros de estos artistas, en lugar de dibujar en las fichas le han mandado lienzos o folios, incluso alguna obra suya.
Los compositores de música clásica también han contribuido de una manera muy importante en la colección, copiándole especialmente para él fragmentos de partituras.
Hay personas que se dedican a conseguir autógrafos como inversión, ya que existe una importante demanda de ellos y se pueden vender bien. Es una actividad tan respetable como cualquier otra, pero, desde luego, no les daríamos el nombre de coleccionistas a quienes se dedican a ello. Creemos que un verdadero coleccionista es alguien como Pedro, que ha conseguido formar su colección con mucha dedicación y cariño y lo que más desea es conseguir exponer su tesoro en un museo, para que todo el mundo lo disfrute. De momento, ya ha creado el museo virtual "Museo de Personalidades Autografiadas", que os invitamos a visitar.