Volando,
volando…
Fernando Valladares es un científico en acción, es decir, que no para. Y esto lo decimos porque, además de desempeñar su trabajo, a Fernando le vemos en su blog haciendo actividades y deportes de todo tipo. En esta ocasión, nos vamos a ocupar de uno solo de esos temas, el de las cometas. Y como nos dice que las cometas son más bonitas en el aire, cuando vuelan, pues en las imágenes que os ofrecemos os las mostraremos en pleno funcionamiento, volando.
Nos cuenta Fernando, que hace esta colección porque le gustan todos los tipos de cometas, aunque hay algunas que deja un poco de lado porque son muy caras, ocupan mucho espacio o son muy difíciles de conseguir. Y, profanos en la materia. nos preguntamos, ¿es que hay muchos tipos diferentes de cometas? ¿a qué se llama cometa realmente?
Se define la cometa como un cuerpo más pesado que el aire al que se le hace volar mediante una o varias cuerdas sujetas en tierra. Su origen, como el de tantas cosas, se remonta a la antigua China donde se utilizaban ya por el año 1.200 a. C. como dispositivos de señalización militar. Gracias a sus colores y movimientos se podía dar información útil para la guerra. Otra función más pacífica que le daban los chinos a las cometas, es el de servirse de ellas para hacer meditación.
La difusión de las cometas se hizo rápidamente por el continente asiático, pasando a Europa posteriormente. Aunque en el siglo XII ya se tiene constancia de que los niños jugaban con ellas y les colgaban cosas para hacerlas sonar, en realidad, puede decirse que su popularización como entretenimiento en los países europeos no llegó hasta el siglo XVII.
Aparte de su función lúdica, las cometas han desempeñado una interesante contribución en muchos avances científicos. Se han utilizado como equipos de medición atmosférica, como arte de pesca, como ayuda en el salvamento marítimo, han sido fuente de estudio e inspiración para nuevos inventos, como los planeadores, parapentes, paracaídas... Por citar algún ejemplo, Benjamin Franklin utilizó una de ellas cuando inventó el pararrayos y Marconi, en 1901, recurrió a una cometa para elevar una antena en la primera transmisión de radio transatlántica que se hizo.
Nos explica Fernando que hay muchos tipos de cometas, pero básicamente podemos distinguir entre:
- las de un hilo, en forma de rombo y con una cola que le da estabilidad y que es muy fácil de remontar, con una brisa suave o corriendo se pueden hacer volar.
- las cometas de dos hilos más populares son acrobáticas, tipo delta, con varillas que mantienen su estructura en cualquier condición y ángulo respecto al viento. Con este tipo de cometas se pueden realizar vuelos y coreografías muy vistosas así como trucos y maniobras muy complejas.
- también están las llamadas foils o hinchables, con uno o dos hilos, o líneas, y que pueden ser controladas para navegar ya sea en tierra o en agua. Son como parapentes, aunque lógicamente van justo al revés que un parapente, con el borde de ataque (el que recibe el viento) hacia el piloto y no como los parapentes, en los cuales piloto y cometa (parapente) planean juntos y el borde de ataque apunta en la dirección en la que se mueven ambos. Existe una variedad de estas cometas bien conocida que es la que se emplea en agua para hacer kitesurf y se pueden emplear también para impulsarse y navegar en nieve (snowkite) o por tierra (kitelandboard).
Nos cuenta Fernando que empezó aficionándose a las cometas hace más de 20 años cuando empezó a volar en parapente, entonces se sintió atraído por todo tipo de inventos voladores que no fueran a motor, como los planeadores y las cometas. Ahora lleva ya unos diez años coleccionando y aprendiendo a volar todo este tipo de artilugios. Y, desde luego, aprender ha aprendido, porque aunque él no nos lo ha dicho, sabemos que es un verdadero campeón.
Ya hemos comentado que colecciona un poco de todos los tipos, pero las más numerosas en su colección son las de un solo hilo, en especial las planeadoras y de combate. Son cometas sencillas que plegadas ocupan poco espacio, pero en el aire son rápidas, con un vuelo majestuoso y, aunque se sujetan con un solo hilo, el piloto puede lograr controlarlas con gran precisión.
También de un solo hilo están las muy grandes o profusamente elaboradas, que son impresionantes. Tiburones gigantes que se inflan con el viento; flores de miles de colores que rotan por efecto de la brisa; las clásicas rokaku japonesas de combate o los dragones chinos, son todos ejemplos de cometas hermosas.
Las de dos hilos y las cometas de tracción también le interesan a Fernando, pero nos explica que son más deportivas, en general costosas y, sobre todo, ocupan mucho espacio y no suelen ser tema de colección. Últimamente están muy de moda y se utilizan para hacer varios deportes. Para las cometas acrobáticas se organizan muchos campeonatos y festivales.
Desde luego, las últimas aportaciones en este deporte de las cometas son las "velas de tracción", cometas de dos o cuatro hilos del tipo flexible de gran empuje, que se emplean para arrastrar al piloto por tierra con un carro, con esquíes en la nieve o en la arena de la playa. Otras formas de tracción son los saltos, la navegación con tablas (fly surfing) o la natación con el impulso de la cometa (aquaplanning), etc. Cientos de maneras de disfrutar de las cometas, sin olvidar la simple contemplación. Para entrar en el mundo de las cometas, trepidante y relajante a la vez, según se quiera, visitar el estupendo blog de Fernando "Vientos y Cometas". Y gracias a él, por habernos explicado tantas maneras de acercarse al cielo.
La difusión de las cometas se hizo rápidamente por el continente asiático, pasando a Europa posteriormente. Aunque en el siglo XII ya se tiene constancia de que los niños jugaban con ellas y les colgaban cosas para hacerlas sonar, en realidad, puede decirse que su popularización como entretenimiento en los países europeos no llegó hasta el siglo XVII.
Aparte de su función lúdica, las cometas han desempeñado una interesante contribución en muchos avances científicos. Se han utilizado como equipos de medición atmosférica, como arte de pesca, como ayuda en el salvamento marítimo, han sido fuente de estudio e inspiración para nuevos inventos, como los planeadores, parapentes, paracaídas... Por citar algún ejemplo, Benjamin Franklin utilizó una de ellas cuando inventó el pararrayos y Marconi, en 1901, recurrió a una cometa para elevar una antena en la primera transmisión de radio transatlántica que se hizo.
Nos explica Fernando que hay muchos tipos de cometas, pero básicamente podemos distinguir entre:
- las de un hilo, en forma de rombo y con una cola que le da estabilidad y que es muy fácil de remontar, con una brisa suave o corriendo se pueden hacer volar.
- las cometas de dos hilos más populares son acrobáticas, tipo delta, con varillas que mantienen su estructura en cualquier condición y ángulo respecto al viento. Con este tipo de cometas se pueden realizar vuelos y coreografías muy vistosas así como trucos y maniobras muy complejas.
- también están las llamadas foils o hinchables, con uno o dos hilos, o líneas, y que pueden ser controladas para navegar ya sea en tierra o en agua. Son como parapentes, aunque lógicamente van justo al revés que un parapente, con el borde de ataque (el que recibe el viento) hacia el piloto y no como los parapentes, en los cuales piloto y cometa (parapente) planean juntos y el borde de ataque apunta en la dirección en la que se mueven ambos. Existe una variedad de estas cometas bien conocida que es la que se emplea en agua para hacer kitesurf y se pueden emplear también para impulsarse y navegar en nieve (snowkite) o por tierra (kitelandboard).
Nos cuenta Fernando que empezó aficionándose a las cometas hace más de 20 años cuando empezó a volar en parapente, entonces se sintió atraído por todo tipo de inventos voladores que no fueran a motor, como los planeadores y las cometas. Ahora lleva ya unos diez años coleccionando y aprendiendo a volar todo este tipo de artilugios. Y, desde luego, aprender ha aprendido, porque aunque él no nos lo ha dicho, sabemos que es un verdadero campeón.
Ya hemos comentado que colecciona un poco de todos los tipos, pero las más numerosas en su colección son las de un solo hilo, en especial las planeadoras y de combate. Son cometas sencillas que plegadas ocupan poco espacio, pero en el aire son rápidas, con un vuelo majestuoso y, aunque se sujetan con un solo hilo, el piloto puede lograr controlarlas con gran precisión.
También de un solo hilo están las muy grandes o profusamente elaboradas, que son impresionantes. Tiburones gigantes que se inflan con el viento; flores de miles de colores que rotan por efecto de la brisa; las clásicas rokaku japonesas de combate o los dragones chinos, son todos ejemplos de cometas hermosas.
Las de dos hilos y las cometas de tracción también le interesan a Fernando, pero nos explica que son más deportivas, en general costosas y, sobre todo, ocupan mucho espacio y no suelen ser tema de colección. Últimamente están muy de moda y se utilizan para hacer varios deportes. Para las cometas acrobáticas se organizan muchos campeonatos y festivales.
Desde luego, las últimas aportaciones en este deporte de las cometas son las "velas de tracción", cometas de dos o cuatro hilos del tipo flexible de gran empuje, que se emplean para arrastrar al piloto por tierra con un carro, con esquíes en la nieve o en la arena de la playa. Otras formas de tracción son los saltos, la navegación con tablas (fly surfing) o la natación con el impulso de la cometa (aquaplanning), etc. Cientos de maneras de disfrutar de las cometas, sin olvidar la simple contemplación. Para entrar en el mundo de las cometas, trepidante y relajante a la vez, según se quiera, visitar el estupendo blog de Fernando "Vientos y Cometas". Y gracias a él, por habernos explicado tantas maneras de acercarse al cielo.