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Eduardo Royo es un coleccionista argentino de marcas de yerba mate.
Cuenta en su web que empezó con esta curiosa colección hace unos quince años y, paradójicamente, no la inició a raíz de lo mucho que le gustaba tomar el mate, sino que, al contrario, como no le gustaba iba probando marcas diferentes para ver cuál le resultaba más "aceptable". Eso sí, él se iba guardando las bolsitas de las distintas marcas. Y, poco a poco y a fuerza de probar, se aficionó a tomarlo.
También ha empezado a coleccionar mates.
Pero, volviendo a su colección de marcas de yerba mate, podemos decir que actualmente Eduardo ya ha reunido más de 500 marcas diferentes, que provienen de diferentes países. Además de una buena representación de su país, Argentina, tiene también de Uruguay, Brasil, Chile, Paraguay, USA, Líbano, Siria, etc. En la web que dedica a su colección, Eduardo ha tenido el acierto de explicar de una manera muy didáctica, con texto e imágenes, lo que es la yerba mate, lo que le agradecemos mucho las personas que no estamos familiarizadas con ella.
Según explica, se trata de un árbol de hojas persistentes, nativo del bosque subtropical de Sudamérica, que pertenece a la familia de las aquifoliáceas, siendo su nombre científico Illex paraguariensis. En estado salvaje tarda unos 25 años en desarrrollarse, llegando a alcanzar una altura de unos 15 metros.
Para obtener el mate apto para el consumo se sigue un proceso de secado de las hojas del mencionado árbol, que una vez tostadas se someten a molienda. Antiguamente, los indios guaranís ya lo tomaban.
Cuando los jesuitas se establecieron en aquella zona, consideraron inicialmente que era una bebida peligrosa, por lo que la prohibieron, pero después comprendieron que el consumo de mate, entre otras cosas positivas, era una buena alternativa al consumo de bebidas alcohólicas, que solían ocasionar graves problemas de embriaguez en las reducciones.
Una vez aceptado su consumo, los jesuitas, en el año 1645, obtuvieron permiso para comercializarlo y, a partir de entonces, ya a finales del siglo XVII, comenzaron a cultivarlo, constituyendo esta actividad una importante fuente de ingresos.
Como hemos dicho, Eduardo ha centrado su interés en las marcas que se han utilizado y utilizan en la comercialización de la yerba mate. Hay que saber que la yerba mate se comercializa con varios grados de transformación: la canchada, que es la yerba secada que ha sido groseramente triturada sin proceso industrial y es la materia prima de los molinos; la molida, producto de la yerba mate sometido a un proceso de molienda, selección y mezcla, que se vende a las industrias; y envasada, que es la yerba mate molida y empaquetada en diversos tipos de envases y presentaciones. También hay saquitos para preparar infusión en taza, pero esta modalidad representa un porcentaje muy pequeño.
Se le atribuyen a la yerba mate muchos efectos positivos para la salud, como el ser fuente de energía, antifatigante, buena para el hígado, eficaz en los tratamientos adelgazantes, óptima para mejorar la atención y la asociación de ideas, con efectos positivos sobre el sistema inmunológico, propiedades gastrointestinales, rica en aportes vitamínicos, etc.La yerba mate se toma en un recipiente llamado mate, que es una castellanización del vocablo quechua "mati", que parece ser significa cuenco. Los mates son calabazas que se han limpiado de semillas y pulpa y a las que se han sometido a un curado. Según las preferencias, se curan amargos o dulces. Los mates se dividen fundamentalmente en dos categorías: mates curables o incurables. Curables son aquellos realizados en material poroso, como las calabazas o la madera, e incurables son los que no tienen esa propiedad, como la plata, el vidrio, porcelana, etc. A las calabazas, que ya se usaban como utensilios domésticos en antiguas culturas preincaicas, se les aplican diferentes técnicas decorativas, ya sea pirograbado, burilados, pectograbados, teñido, aplicaciones ornamentales de metal, etc. Cada zona o región tiene sus propios modelos y preferencias de material.La yerba mate y el agua caliente introducidas en el mate se succionan con una bombilla, que es el nombre que se le da a una especie de caña o canuto de metal. Esta bombilla sirve también para filtrar las hojas molidas. Desde el siglo XX se utiliza un utensilio auxiliar para la preparación del mate que resulta de gran utilidad, el termo, donde se mantiene el agua caliente necesaria. Tomar mate brinda una buena ocasión de descanso y convivialidad. No solo es la costumbre de beber una infusión, sino de practicar una filosofía de la vida y un rito de sociabilidad.
Los países productores de yerba mate son Argentina, Brasil y Paraguay, pero el país donde su consumo está más difundido es en Uruguay.
Así, pues, como hemos aprendido que para preparar un mate se necesita yerba mate, el mate, una bombilla y un termo, aquí os dejamos todo lo necesario para que os preparéis uno, y esperamos que lo disfrutéis. Si tenéis alguna duda, podéis acercaros a la web de Eduardo, que os lo explicará todo. Además, podréis conocer todas las marcas que ha conseguido reunir. Una colección hecha con gusto y aroma.