jueves, 18 de junio de 2015

Lote nº 126 de imágenes de casas construidas sobre la vía pública o pasajes






Fotografías de Sicilia, nº: 756, 757, 758, 759, 760 y 761, gentileza de Bruce Taylor
Si a alguno de vosotros os apetece enviarnos fotos, podéis hacerlo a mjfuster20@yahoo.es

¡Gracias! 

miércoles, 10 de junio de 2015

Una colección de ciudades



URBES   del   ORBE


Sofia (Bulgaría)
Mostar (Bosnia Herzegovina)

¿Qué es una ciudad? pues aunque la respuesta parezca fácil no lo es, ya que los estudiosos del tema toman en consideración diferentes factores, ya sea históricos, sociales, económicos, urbanísticos, demográficos, etc. a la hora de definirla. Si en algo se ponen de acuerdo es en precisar que se trata de una aglomeración de gente, cuyos habitantes, mayoritariamente, no se dedican a las actividades agrícolas, sino a la industria y al sector servicios. Y lo que colecciona nuestro invitado Alvaro Martín Azuaga  es precisamente eso, ciudades. En fotografía, claro.
Düsseldorf (Alemania)
Viena (Austria)
Y es que a Alvaro le encanta viajar y conocer lugares diferentes, aunque lo suyo no es visitar un sitio por el placer de contabilizar "un país más" o "una ciudad más" para la colección, sino que le gusta llegar, estar y conocer. Lo de coleccionar ciudades vino un poco por casualidad, se le ocurrió mientras andaba buscando un título para el blog que quería hacer, con el fin de plasmar sus experiencias de viajes. En aquél tiempo coleccionaba imanes de los lugares que iba visitando, así es que pensó llamar al blog "el coleccionista de imanes", pero después de reflexionar comprendió que lo que de verdad le atraía de esos pequeños objetos era precisamente que le recordaban sus viajes, con los paisajes naturales y urbanos que había conocido, así es que prescindió de los imanes y pasó a poner como título, directamente, "El coleccionista de ciudades". Un blog que os recomendamos.
Wellington (Nueva Zelanda)
El hecho de que se haya decantado por el tema urbano, no quiere decir que no sea un amante de la naturaleza, ya que disfruta tanto de la playa como de la montaña, pero hay que reconocer que la ciudad ofrece algunos aspectos que no se encuentran en otra parte, al menos no en la misma proporción, como puede ser el choque de culturas, que a veces se aprecia en barrios contiguos; la diversidad de gente, su aspecto físico, su manera de vestir, de relacionarse; las costumbres, la arquitectura, el tráfico urbano, etc. 
A Alvaro, antes de visitar un nuevo lugar,  y también mientras está allí, le gusta leer cuál es su historia, algo fundamental para saber qué se está viendo. Y también piensa que es importante conocer las creencias de religiosas de la población. A él, aunque no es creyente, la religión es un tema que le fascina, pues influye en gran manera en el comportamiento del ser humano, en sus costumbres y en todas las manifestaciones de una sociedad, por eso nunca deja de visitar iglesias, mezquitas, templos, sinagogas o lo que sea de cualquier sitio en el que se encuentra. La política ya no le interesa tanto, aunque intenta informarse de la situación del país para entender mejor el por qué de las cosas.  
Varanasi (India)
Tokio (Japón)

Düsseldorf (Alemania)
Para conocer mejor los gustos de Alvaro, le hemos preguntado cual es la ciudad que le ha deslumbrado o impactado más, y parece que tiene las ideas muy claras, porque nos dice que "impactar" lo que se dice impactar, hasta la fecha actual la que más le ha impactado ha sido Nueva Delhi, sobre todo porque fue la primera ciudad que visitó en su primer viaje fuera de Europa. Meterse de lleno en un país como la India fue verdaderamente una experiencia brutal. Los tres meses que pasó en ese país puede decirse que le cambiaron la vida y le hicieron madurar como persona.
Deslumbrado se sintió ante Tokio, que le encantó. Dice que no tiene palabras para describir esa ciudad, hay que estar allí para sentir lo que se siente contemplándola. Además de la capital de Japón, también le gustó mucho Kioto.
Bratislava (Eslovaquia)
A un experto en viajes como Alvaro, le hemos preguntado si para conocer mejor nuevos ambientes, países y ciudades es mejor ir solo o bien acompañado y nos dice que, a su entender, no hay duda de que siempre se relaciona uno más con los nativos y con otros viajeros yendo solo, sin compañero o compañera. Sin embargo, también es cierto que es una pena no tener al lado a alguien con quien poder ir comentando lo que vives y disfrutando de lo que se descubre. El suele viajar con su pareja, y ahora ya están preparando el próximo viaje para febrero del 2016. Esa va a ser una larga aventura, pues se van para un año o dos al continente americano. Eso sí, un consejo nos da Alvaro, hay que llevarse muy bien con el compañero de ruta, porque es una convivencia de 24 horas al día y se presentan muchas situaciones que resolver y decisiones que tomar.
Colonia (Alemania)
Y, hablando de consejos, nuestro coleccionista no duda en invitar a todos nuestros seguidores, a armarse de valor y lanzarse a lo desconocido. Según su opinión, hay que salir de la zona de confort que nos hemos delimitado y buscar otros mundos. No se necesita mucho dinero para viajar, hay miles de formas de hacerlo, y no porque se gaste menos la experiencia va a ser peor.
Pues bien, a todos los que se han contagiado del entusiasmo de Alvaro y se ponen en ruta ya ¡buen viaje! y no olvidéis que anagrama de CIUDAD es CUIDAD... (la cartera, etc.).

Kosovo


lunes, 1 de junio de 2015

Una colección de palmatorias




SOPORTES
con personalidad  



¿Qué es una palmatoria? pues la respuesta que nos da Jose Martí, el coleccionista valenciano que os presentamos hoy, es la siguiente: palmatoria es una especie de candelero bajo, con mango y pie; éste, generalmente, tiene forma de platillo. Lleva un receptáculo para colocar la vela.
El ser humano, desde la noche de los tiempos, y nunca mejor dicho, sintió la necesidad no solo de usar el calor para cocer, fundir, calentar, etc. sino también para iluminar. Una vez que aprendió la técnica de hacer fuego, muchos de sus problemas se solucionaron, pues llevó luz al interior de las cuevas y se hicieron más seguras las noches, pudiendo alumbrar su camino.


Si al principio se recurría a las maderas resinosas y a las grasas de animales para obtener un foco luminoso, con los años el hombre se las ingenió para hacer ceras y utilizar el alcohol. Pero para eso se necesitaba un soporte, que como todas las cosas fue evolucionando. No era cuestión de poner velas y cirios colgando de los muros como si se tratara de antorchas, así es que se idearon los candiles y palmatorias para facilitar la movilidad y mejorar la seguridad en el manejo del fuego, y con el transcurso de algunos siglos más, se llegaron a fabricar suntuosos candelabros.
Jose nos cuenta que él colecciona todo tipo de palmatorias, desde las ibéricas hasta las famosas piezas de Tiffanys, y empezó con esta afición hace ya unos treinta años, cuando llegaron a su poder algunas palmatorias de la familia, y como le parecieron curiosas y bonitas, empezó a coleccionarlas. Y cuando decimos que las colecciona de todo tipo, es eso bien cierto, porque no se interesa sólo por una época o material, área geográfica, etc. sino que a él lo que más le gusta y le llama la atención es la variedad.
A medida que va consiguiendo más piezas, también se interesa por recopilar información sobre ellas, así que tanto datos históricos, como simples curiosidades, pasan a formar parte de su "archivo" particular.
Adquirir nuevas piezas no es difícil y las consigue tanto en tiendas como mercadillos o bien gracias a la generosidad de amigos y familiares, que le van haciendo regalos.
Las más comunes son las de metal y cerámica. Para él, sus preferidas son las de hierro forjado y aquellas que por algún factor determinado resultan especialmente curiosas. Le gusta tener representación de todos los países del mundo, aunque a veces no es fácil conseguir de todos los lugares. En Estados Unidos, por ejemplo, lo que se solía usar eran quinqués de petróleo en lugar de recurrir a las velas, así es que no se han fabricado.
En nuestro país, como ocurre en muchos otros europeos, la palmatoria es un objeto cotidiano. Actualmente no es que las utilicemos todos los días, pero es frecuente encontrarlas en algún lugar discreto de nuestra casa esperando ser útiles en cualquier ocasión: un corte de fluído eléctrico en el hogar, un apagón general en todo el barrio, etc. Evidentemente la palmatoria no da luz, pero permite que la vela cumpla su función con toda eficacia. Y, además de prestar un servicio, es un objeto muy decorativo.
La utilización del término palmatoria para designar al objeto que estamos tratando, es algo relativamente moderno, y una prueba de ello podría ser el hecho de que no aparece en ningún refrán. Así es que, como no podemos ofrecer ninguna de esas sentencias populares que tanto nos gusta mencionar, hemos recurrido a tres o cuatro anagramas, para concluir el tema. Estos serían: 
PALMATORIA.- Para ti malo. Para mi alto. Patria mola (mola, Patria). Ata al primo. Para al timo. A por ti, alma. Tiro al mapa. La tropa mía. Amo la tripa... Bueno, que he dicho tres o cuatro.
Volviendo a la estupenda colección de Jose, hay que decir que, según nos ha contado, tiene todas las piezas o la mayoría de ellas, guardadas en un almacén rehabilitado que tiene en la localidad valenciana de Venta del Moro, donde vemos que lucen como si se exhibieran en un verdadero museo. ¡Gracias Jose, por habérnoslas mostrado!