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¡ANIMALES SUELTOS!
¡ANIMALES SUELTOS!
Antoni Palmarola es el primer coleccionista que yo conozco que ha conseguido completar una colección. Se propuso con CRONOVIAS tener fotos de placas de calles que llevaran como nombre alguna fecha, de tal manera que con ellas se pudiera confeccionarr un calendario, CALLENDARIO, y ya lo tiene, eso sí, además de por su empeño, gracias a la colaboración de muchas personas que le han ayudado. Lo que aumenta el mérito.
Hoy nos va a hablar de otra colección suya, con un tema interesante, el Bestioler urbà (Bestiario urbano).
Se sabe que los bestiarios tienen un origen muy antiguo. De entre los siglos II y IV data la obra griega llamada Physiologus que recogía y resumía lo que el tema de los animales había inspirado a los grandes clásicos, como Aristóteles, Heroclito, Plinio el Viejo, etc. Porque, hay que precisar, que en los bestiarios hay mucha materia de estudio, porque no sólo se describen las características físicas de los animales, sino que se acompañan referencias a su simbolismo y lecciones morales inspiradas en el animal del que se ocupan. Por ejemplo, San Isidoro, hizo especial hincapié en las enseñanzas que se desprenden de la observación de su comportamiento.
Los volúmenes ilustrados de los bestiarios gozaron de gran popularidad en la Edad Media. Pero, para no remontarnos tan lejos, podríamos recordar que La Fontaine en sus fábulas, ya utilizaba ese recurso de, a través del ejemplo de los animales, ofrecer una lección de ética. Como había hecho Esopo (s. VI a.C), del que tanto tomó.
Pero la colección que hace actualmente Antoni es una versión del bestiario un poco especial. Se trata de tener fotos y documentar aquellas manifestaciones artísticas urbanas, permanentes o efímeras, que tengan como sujeto a un único animal. Se llevan a cabo estas demostraciones "monotemáticas" en aquellos casos que se identifica una ciudad con un animal, o en campañas con objetivos benéficos o simplemente como promoción de intereses privados.
Comenzó con esta idea hace unos 8 años, cuando tuvo lugar la CowParade 2005 en Barcelona. Y una de las razones que le animó a hacer esta colección, fue observar entonces cómo la gente se sorprendía gratamente cuando veía a aquellas vacas pintadas de todos los colores por aceras y jardines. Y es que estas esculturas son expresiones creativas, en las que destaca la originalidad, el colorido y la capacidad de llamar la atención.
Y uno piensa ¿qué hacían unas vacas en Barcelona? pues lo mismo que hicieron en Zurich, Chicago, Nueva York, Sidney. Bruselas, Houston o Londres, por ejemplo, decorar y poner una nota de alegría. Parece ser que asociar un animal con una ciudad, dejando de lado sus motivaciones históricas o económicas, crea un sentimiento de simpatía hacia la ciudad.
Por cierto, se consideran también decoración urbana aquellas esculturas que se alojan en sitios cubiertos pero bien visibles desde el exterior, ya que a algunas de ellas hay que protegerlas. Al fin y al cabo son obras artísticas y las inclemencias meteorológicas o el sol pueden dañarlas.
Antoni nos confiesa que, de todos modos, su colección mimada es Cronovías, a la que ha dedicado muchísimas horas y con la que, una vez completada, va renovando objetivos. Con este bestiario es diferente. No tiene metas ni objetivos concretos, simplemente está receptivo a lo que encuentra, lo que también es una buena filosofía para coleccionar sin estresarse. Además, ¡tampoco es posible descubrir cada día una ciudad invadida por animales de colores! Así pues, nuestro coleccionista, de momento, va reuniendo a sus criaturas, que no son otra cosa que el mayor número posible de fotos de cada una de estas manifestaciones, y las pone al abrigo seguro de su blog, para que no las ataque ni la indiferencia ni el olvido, y allí las encontréis siempre que queráis mirarlas. Estos animales silenciosos no se meten con nadie y parece que contemplan la vida ensimismados en sus pensamientos. ¡Todo un ejemplo!
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