sábado, 26 de enero de 2008

Grandes coleccionistas: Jesús Gil Gibernau

Jesús Gil Gibernau empezó su espectacular colección de botijos hace poco más de quince años y, en este corto periodo de tiempo, ha conseguido no sólo reunir una riquísima representación de la alfarería española, sino inscribir su nombre en el libro Guinness de los records, por poseer la colección de botijos más grande del mundo.
Como todo buen coleccionista, Jesús no sólo disfruta atesorando sus piezas y contemplándolas él, sino que quiere compartirlas con cuantas más personas mejor.
Le gustaría que el museo dedicado a su colección estuviera en su tierra, La Rioja, pero, hasta el momento, donde se han interesado por su tesoro y donde ha podido concretizar sus aspiraciones, ha sido en Toral de los Guzmanes.
En este bonito pueblo de la provincia de León, han apostado por la iniciativa privada y la Cultura bien entendida, y le han facilitado un lugar para sus botijos allí, en el Castillo-Palacio de Toral de los Guzmanes.
En este extraordinario marco, donde permanecerá la colección al menos cinco años, es donde podemos admirar más de 2.500 modelos de este popular objeto. Hechos en barro cocido para almacenar agua y mantenerla fresca, los botijos permiten dar rienda suelta a la imaginación y buen oficio del alfarero.
Cuenta Jesús que hay diferentes tipos, botijos trampa, del cura, de aro, de gallo, nevera, de novia o antropomórfico. Las variedades regionales están muy bien representadas en el museo y muestran gran diferencia de formas, colores, tamaños y decoración. Hay que tener en cuenta, de todos modos, que tampoco es que haya una completa impermeabilidad de una región a otra, y entre las producciones de zonas limítrofes, se manifiestan evidentes influencias.
Jesús Gil Gibernau se ha preocupado de reunir gran cantidad de documentación para ilustrar los orígenes y evolución de la fabricación de botijos, así como información sobre los principales alfares. Posee, también, un importante legado fotográfico y pictórico sobre los mismos.
Sólo nos queda recomendar un viaje a Toral de los Guzmanes para visitar el museo, que acoge esta famosa colección de Jesús. Y decimos famosa, porque la noticia de su inscripción en el Guinness apareció publicada en varios periódicos y revistas de tirada nacional.
Gracias a Jesús Gil Gibernau por habernos dado a conocer su colección y sus proyectos y, gracias al Ayuntamiento de Toral de los Guzmanes por el apoyo que ha brindado a este coleccionista. Es esto un buen ejemplo para otras instituciones y organismos públicos, tan poco predispuestos a dar apoyo y respaldo a iniciativas de este tipo.


lunes, 21 de enero de 2008

Undécimo lote de la colección de casas construídas sobre calles y pasajes

Foto n° 61: Daroca. Gentileza de Antonio Martinez


Foto n° 62: Arco del Deán. Zaragoza. Gentileza Antonio Martinez


Foto n° 63: Bruselas. Gentileza de Cristina Gallego


Foto n° 64: Bruselas. Gentileza de Cristina Gállego


Foto n° 65: Peretallada (Gerona)


Foto n° 66: Calatayud, Arco de San Miguel
Si quieres enviarnos una foto puedes hacerlo a:
!gracias!

viernes, 11 de enero de 2008

Una colección de dedales

Nos ha sorprendido tanto la colección de dedales de Ana como la página que ella, la coleccionista, le ha dedicado a su objeto favorito. Parece mentira como algo tan pequeño puede aportar tanta información y evocar tantas cosas.

Ana Piña comenzó su colección como se suelen empezar todas: sin proponérselo. Le llamaban la atención los dedales que encontraba en sus viajes, pues le parecían bonitos, no eran caros y además podía llevarlos sin problemas de equipaje, así es que empezó a comprarlos y cuando ya se encontró con unos cuántos pensó en coleccionarlos.

En su página nos los muestra clasificados en diferentes temas, tan variados como p. e.: Animales, Banderas, Mapas, Castillos, The Beatles, Familia Real, Oficios, Las 7 Maravillas del Mundo, Marcas, etc.

Para guardar y exponer sus dedales Ana tiene que hacer muchos cálculos de espacio, como todos los coleccionistas. Estos son los suyos: de momento los tiene en ocho vitrinas, pero allí sólo le caben 72 de ellos en cada una. También tiene un dome con unos 60. Los otros los tiene en expositores de 32 dedales y clasificados por comunidades, países, etc.

La pasión de Ana por los dedales se evidencia no sólo por el tiempo que dedica a su colección y la forma en la que habla de ella, sino también por la atención que dedica en su página a otros coleccionistas de dedales; también a fabricantes y tiendas donde los venden; a ofrecer datos curiosos sobre estos objetos; y a reivindicar
la importancia de las cosas pequeñas, que aunque parecen insignificantes pueden darnos muchas satisfacciones.

Muchas cosas se pueden aprender en este recorrido por el mundo de los dedales, y no queremos dejar de mencionar la diversidad de materiales de los que están hechos, pues los hay de alpaca, arcilla, barro cristal, cobre, concha, ganchillo, jade, latón, plástico, porcelana, resina, entre otros... !Hasta de oro y plata!



Un descubrimiento que vale la pena hacer: los dedales de Ana.




lunes, 7 de enero de 2008

Una colección de botellines de aceite

La colección de Antonio Almagro Expósito es verdaderamente original, pues si es frecuente encontrar personas que coleccionan botellines de licores ya no lo es tanto el que el objeto de la colección sea botellines de aceite de oliva.

Aunque el hecho de que Antonio, que ahora vive en Bailén, naciera en Villanueva de la Reina (Jaén), quizás haya sido bastante determinante a la hora de esta afición. Comenzó con esta colección hace ya unos diez años y, según él confiesa, fué casi sin darse cuenta. A medida que el tiempo iba pasando la afición iba creciendo y, actualmente, tiene ya unas tres mil quinientas piezas diferentes provenientes de todo el mundo.

Entre los países productores de aceite de los que tiene alguna muestra, figuran no sólamente aquellos del área mediterránea (con los que las personas que no conocemos bien el tema asociamos el aceite de oliva), sino también muchos otros que no podíamos imaginar. Estos son algunos de los países representados en la colección: Italia, Grecia, Francia, Marruecos, Tunez, Inglaterra, Argentina, Colombia, EEUU, Canadá, Alemania, Croacia, Israel y Chile.

El botellín más pequeño de la colección de Antonio tiene una capacidad de 10 ml y es de origen francés, y el más grande alcanza los 185,5 ml. y ha sido envasada en F. González Hidalgo, una gran fábrica de aceite de oliva de Castellar (Jaén). Las botellas suelen ser de cristal, pero también hay nuevos formatos como el pet y latas pequeñas de hasta 250 ml. Todos los ejemplares están llenos y con el tapón intacto.

Muchos de estos botellines están hechos con fines promocionales o para comercializarlos en el sector de la hostelería. Para conseguirlos hay que acudir a las ferias de aceite de oliva, ir directamente a las almazaras, hacer intercambios con otros coleccionistas, pedirlos a las fábricas y confiar en la amabilidad y generosidad de los amigos, que siempre se acuerdan de aportar el botellín exótico que encuentran en sus viajes.

Nosotros estaremos atentos a las ensaladas que nos sirvan en los restaurantes, quién sabe si pueden venir acompañadas de una botellita de aceite de oliva que todavía no tiene Antonio y así también podremos participar en su estupenda colección. Mientras llega ese día, queremos darle las gracias por habérnosla mostrado. Si hay alguna persona interesada en intercambiar botellines o información, pueden ponerse en contacto con él:

antonioalmagroexposito@hotmail.com

también puede verse una entrevista que le hicieron en http://www.oleohispana.com/