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Esta es una colección entrañable, una parte de la cual es tangible y se puede guardar y clasificar y, otra parte de la colección ni siquiera es visible, porque está guardada para siempre en la memoria y en el corazón de Sergio.
Sergio colecciona tangos, tiene más de 18.000. Coleccionar estas canciones no significa copiarlas en el ordenador y clasificarlas de alguna manera. Para él, consiste en saberse la letra, conocer al autor, las circunstancias en que se compuso, quién la interpretó por primera vez, quién la cantó, quién la popularizó, cuál es la mejor versión existente, recordar aquellas circunstancias... En esta labor de "documentación" no está solo, sino todo lo contrario: sus amigos le ayudan.
Cada jueves, desde hace mucho tiempo, un grupo de jóvenes todos entre ochenta y noventa y pico años, se reunen en casa de Sergio para hablar de tango y escucharlo. Juntos analizan las letras, la interpretación de los subtextos por los cantores, estan atentos a encontrar errores respecto a la letra original, etc. En realidad, estos detalles son especialidad de Agustín, que fue un conocido cantante que actuó en la Orquesta de Alfredo de Angelis y en la del maestro Ficarra. Y Antonio, que era el encargado de organizar bailes, etc. un gran conocedor del tema. Dice Sergio de su amigo Antonio, que si le haces escuchar un tango sólo con las primeras notas ya te dice el nombre del autor, la orquesta que lo interpreta, el nombre del cantor, nombre de la mayoría de los músicos que lo acompañan, nombre del sello discográfico y hasta el tema que está grabado al otro lado del disco... También asiste a las reuniones de los jueves Mario, que fue cantante en los años 40 de la Orquesta Típica y de la Rítmica Porteña y sabe todo sobre el tango. Y otro Mario, el joven del grupo porque sólo tiene 71 años, que fue bailarín, y áun lo es, etc.
El patrimonio del tango se estima en más de 52.000 obras estrenadas y editadas, según base de datos de la Sociedad de Autores de Argentina y Uruguay. Se incluyen tangos compuestos, música y versos, por compositores brasileños, italianos, franceses, españoles, alemanes, mexicanos, canadienses, húngaros, turcos, polacos o portugueses, además de sus creadores rioplatenses, por supuesto.
Hablamos del tango como si todo el mundo supiera lo que es, y es que es así... por eso, no caeremos en la tentación de pretender definirlo. Se suele admitir que fue en torno a 1880 cuando irrumpió este género musical, aunque sus orígenes son anteriores, ya que fue el resultado de una fusión de diferentes ritmos.
Sergio nos cuenta que tiene los temas ordenados cronológicamente, por orden de grabación de orquestas. De Francisco Canaro hay registrados cerca de 3.000 temas, de Gardel 1.100 y así del resto de las orquestas más importantes (Carlos Di Sarli, Anibal Troilo, Alfredo De Angelis, Ignacio Corsini, Agustín Magaldi, Alfredo Gobbi, Ricardo Tanturi, Angel D'Agostino, Juan D'Arienzo y muchas otras).
A Sergio le gusta hacer una subclasificación según el tema tratado: hay unos tangos relacionados con los médicos; otros con el fútbol (tangos dedicados a futbolistas, como "Patadura", o a clubs de fútbol: "Rancing Club" ); con la crisis de los años 30 (¿quién no conoce "El Cambalache" con su letra tan rotunda: "Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé. En el quinientos seis y en el dos mil, también..."); con los "niños bien"; los vagabundos; las chicas de cabaret y tantos otros. En realidad, todos los temas de la vida son tratados por el tango, aunque, indudablemente, el más abordado es la (casi siempre) relación conflictiva entre el hombre y la mujer.
Cada tango tiene una historia. Si el tema es un tango dedicado a un futbolista o un equipo de fútbol, Sergio nos cuenta la biografía del jugador o la historia y evolución del club. Si la letra va dirigida a un político, nuestro coleccionista analiza la situación de su época, etc. Y es que no se examina a fondo sólo la letra y otros aspectos musicales, sino también el contexto político, social y económico en la que se escribió.
Por ejemplo, y muy resumido, es curioso lo que cuenta sobre el tango de "La Cumparsita", conocido como el segundo himno de la Argentina. Dice Sergio, que ni era tango inicialmente ni el compositor fue argentino. Parece ser que un estudiante de arquitectura y compositor, Gerardo Hernán Matos Rodriguez (El Becho), nacido en Montevideo en 1897, compuso una marchita para que los estudiantes la interpretaran por las calles y pudieran obtener algún dinero por su música. Pensaron titular esta pieza "la comparsa" o comparsita" aunque al final optaron por "la Cumparsita". Después estuvo un tiempo en el olvido, hasta que la grabó Roberto Firpo con su cuarteto en 1916, que fue este el primer registro discográfico.
Tras un éxito inicial, quedó otra vez en el olvido, probablemente porque era una composición instrumental y en aquél tiempo triunfaban los tangos cantados. Fue Pascual Contursi quien la adaptó para su revista "Un programa de Cabaret", escribiendo la letra "Si supieras" que adaptó a la Cumpartista. La grabó el actor y cantante Juan Ferrari debutando con ella el 6 de junio de 1924 consiguiendo un gran éxito y pocos meses después Carlos Gardel grabó su versión.
Para Sergio y sus amigos hay tres "monstruos" del tango y poco más. Se trata de Carlos Gardel, Ignacio Corsini y Agustín Magaldi. Dice que sólo estos tres artistas eran los maestros en saber interpretar lo que el poeta había querido expresar al escribir la letra y transmitirlo a los demás, es lo que se llama el subtexto, algo difícil de definir porque está hecho de muchos elementos, como el modo de respetar los signos de puntuación, la intención... Actualmente hay cantores con una voz excelente pero que no se ajustan al mensaje que contiene la canción, por lo que ésta pierde su esencia.
Por eso Sergio nos dice que, lamentablemente, a los interpretes actuales da pena escucharlos. Si se oyen por primera vez tal vez pueda parecer que suenan bien, pero no se pueden comparar con los "grandes"... Desde luego, él no les recomienda a estos "cantorcitos menores" que escuchen a Gardel a Corsini o Magaldi, porque si lo hacen se puede producir un suicidio en masa...
El hecho de que Sergio y sus amigos sean bastante críticos con los cantores de tango actuales, no quiere decir que todo lo encuentren mal, simplemente, como son grandes conocedores de un tema que adoran, quisieran que llegara a las nuevas generaciones lo más auténtico posible. Hacen un trabajo de documentación importante y son doctores en la materia ¿quién da más?
De Sergio ya hemos hablado en Procoleccionismo, pues tuvimos ocasión de comentar su estupenda colección de Hojas de Afeitar, que hace con su hija Nadia. En su web se puede conocer la historia de las hojas de afeitar y también la de algún tango que otro que se desliza por allí. Y es que, ya se sabe, donde está Sergio se hablará del tango (un "detalle" que nos habíamos olvidado mencionar es que nuestro coleccionista es argentino y reside en Buenos Aires). A él y a sus amigos sólo nos resta decirles ¡gracias!