Por todo lo ALTO
A Jose Murciano le gusta la Naturaleza, las montañas, la paz y tranquilidad que por esos parajes se respira, estar al aire libre y disfrutar de las vistas que se ofrecen ante sus ojos. Para que le ayuden a recordar, hace fotos. Junto a esas imágenes, guarda en unas fichas los datos y la información de cada una de las salidas. Concretamente, la primera se remonta al 25 de Junio de 1973.
Así, pues, de cada salida o excursión tiene la ficha con los datos técnicos, además de las fotos que ha hecho por el camino, sin que falte la llegada la cumbre. Esas fichas las hacen todos los alpinistas y sirven para conocer los itinerarios que se deben seguir. Después de la excursión se completan con los detalles del recorrido, incidencias, etc.
Jose (que en su caso se pronuncia sin acento) hace fotografías de todo: los bichitos que encuentra por el camino, de las flores, las setas, los colores del cielo, las cimas vistas desde abajo, las faldas de la montaña desde arriba...
Nuestro coleccionista es de Monzón (Huesca) y nos cuenta que comenzó a ir a la montaña con unos amigos de Tarragona. También con su tía Carmen y su hermana Marité, con las que fue por primera vez al valle de Estós y, después, ya empezó a subir a picos de tres mil metros. Lo siguiente fue escalar.
Y es que subir montañas, escalar, etc. casi siempre se empieza a hacer así, practicando. Jose nos dice que aprendió con sus compañeros, gente de Monzón, como Fernando Chaverri, Fernando Albano, Corniel, Galindo, Eduardo, Ricardo, Armando...
A lo largo de estos años ha hecho grandes cimas y recuerda con especial cariño el Huandoy en el norte de Perú; también el Everest, donde pudo convertir en realidad el sueño que todo montañero tiene. Pero, desde luego, también guarda muy buenos recuerdos de muchas otras salidas.
Ni que decir tiene que no siempre va todo bien y a veces, nos cuenta Jose, ha pasado miedo. Recuerda, por ejemplo, dos tormentas, una de ellas en la cima del Aneto y otra en la cima del Malpas. En ambas ocasiones iba acompañado de Ricardo Arnaiz. También ha pasado miedo, a veces, cuando ha ido muy cansado por la altura.
Normalmente sale con la misma gente, pero también le gusta hacerlo con otros grupos o personas. La zona que mejor conoce es el valle de Estós, ya que en una ocasión pudo estar en el refugio que hay allí durante un mes seguido.
Ahora dejamos a Jose planeando otra salida o respirando ya el aire de montaña. Nosotros le tenemos que decir ¡gracias! por traernos al ordenador lo que él encuentra en las alturas.