Et
maintenant, que vais je faire,
de
tout ce temps,
que será
ma vie…Ramón Mostany ahora es un joven de 70 años y recuerda que, desde que tenía unos cuantos menos, ya se sentía atraído por la canción francesa. El hecho de que el segundo idioma que se enseñaba en el instituto fuera el francés, no cabe duda que también tenía que ver con esa preferencia.
A finales de los 50 en el país vecino, y de rebote en el nuestro, estaban de moda los cantantes más o menos tradicionales como Maurice Chevalier, Yves Montand, Juliette Grecco, pero ya empezaron a sonar nombres como Charles Aznavour, Gilbert Becaud, Sacha Distel, Edith Piaf.
También había algunos artistas como Luis Mariano y Gloria Lasso que igual cantaban en francés que en español, y eran muy populares en los dos países. Este también es el caso de Dalida, una egipcia multilingüe que fue muy famosa en Francia, Italia, España y cantaba en todas las lenguas. Y también el de algunos cantantes ingleses, que interpretaban sus canciones en los dos idiomas, francés e inglés, como Petula Clark, Vince Taylor y tantos otros.
Con o sin la aportación de talentos extranjeros, el boom de la música pop en Francia y su generación de nuevos cantantes, hizo que fuera la gran rival de Gran Bretaña en la música moderna. Y vaya por delante la aclaración de que Ramón sabe de lo que habla, porque es un gran coleccionista de The Beatles y otros intérpretes del Reino Unido.
También había algunos artistas como Luis Mariano y Gloria Lasso que igual cantaban en francés que en español, y eran muy populares en los dos países. Este también es el caso de Dalida, una egipcia multilingüe que fue muy famosa en Francia, Italia, España y cantaba en todas las lenguas. Y también el de algunos cantantes ingleses, que interpretaban sus canciones en los dos idiomas, francés e inglés, como Petula Clark, Vince Taylor y tantos otros.
Con o sin la aportación de talentos extranjeros, el boom de la música pop en Francia y su generación de nuevos cantantes, hizo que fuera la gran rival de Gran Bretaña en la música moderna. Y vaya por delante la aclaración de que Ramón sabe de lo que habla, porque es un gran coleccionista de The Beatles y otros intérpretes del Reino Unido.
Este nuevo movimiento musical francés, trajo consigo cambios importantes en la sociedad, como también ocurrió en U.K. que iban desde una revolución estética (en el modo de vestir, de peinarse, etc.) hasta en un modo de enfrentarse a la vida más desinhibido y rompedor. La juventud se mostraba, se presentaba, comportaba y relacionaba de una manera distinta y tenía nuevas ideas sobre cómo quería que fuera su vida.
La atención a la imagen de los nuevos ídolos se cuidaba mucho, y lo extremaban las discográficas al máximo, tanto cuidando su vestuario como fabricándoles una personalidad. Los fotógrafos del momento también contribuyeron grandemente al éxito de los lanzamientos (Jean M. PERIER sobre todo) de estrellas. Las portadas de los discos franceses fueron las mejores de la época y las canciones que sacaba cada cantante, se ajustaban como anillo al dedo a su personalidad (innata o fabricada).
En Francia este movimiento lo encabezó Johnny Hallyday, joven de buena planta y con buen ritmo, que tenía un estilo parecido, que no copiado, al de Elvis Presley. Hacía versiones de canciones de éxito en USA y GB. Eso fue a principios de los 60, cuando se despertó el interés de nuestro coleccionista, Ramón, por los interpretes franceses de aquél entonces.
Aunque Johnny tuvo bastante éxito desde que empezó a cantar, el triunfo definitivo lo consiguió con sus versiones de TWIST, el baile que hacía enroscarse sobre si mismo a personas de toda edad.
Ni que decir tiene, que Ramón se hubiera comprado todo lo que salía nuevo por aquél entonces, pero la oferta era muy grande y los recursos para adquirirlos bastante más limitados, así es que se tenía que conformar con lo que podía, que no era mucho. Cosas de la juventud. Pero a finales de los años 80 apareció el formato CD que parecía que se iba a comer todo el mercado y la gente se fue deshaciendo de sus vinilos para adaptarse a la nueva tecnología. Ese fue el gran momento de Ramón, pues se le presentó la ocasión de conseguir grandes cantidades de discos por buen precio y la cosa ya no tuvo remedio: lo coleccionaba todo.
Desde luego, el CD nunca tuvo ningún encanto para Ramón, por eso lo que él colecciona son preferentemente vinilos en todas sus variedades LP, EP o SG, no obstante, cuando se trata de una colección importante por la magnitud que ha ido adquiriendo cualquier producto del cantante o grupo, pues entonces se queda los CD, los casetes y lo que haga falta.
Una cosa muy interesante de la música francesa es que a partir de los 60, a diferencia de otros países, existían ya catálogos con los discos editados por cantantes y, poder contar con ello, es primordial para los coleccionistas.
Del cantante francés que más material tiene es de Johnny Hallyday, y es que sin duda es el que más ha producido, y aún no ha terminado. En la revista SALUT LES COPAINS, salía mensualmente la clasificación en las listas francesas y extranjeras de éxitos de venta, y hubo algún momento en que Johnny tenía 7 o más títulos clasificados entre los 50 primeros.
También nos cuenta Ramón que tiene mucho material de Sylvie Vartan (primera esposa de Hallyday), Françoise Hardy, Claude François, Richard Anthony, Dalida, Eddy Mitchell... Sin olvidar a Sheila, Adamo, Frank Alamo, Alain Barrière, Petula Clark, Antoine, Hugues Aufray, Les Chats Sauvages, Les Chaussettes Noirs, Serge Gainsburg, France Gall, Hervé Vilard, Les Surfs... ¡y muchos más!
Ramón vive con su mujer en Alpicat (Lleida) y, además de una gran cantidad de discos, cuenta también con otros tesoros que hacen la felicidad del coleccionista, como autógrafos, fotos, etc. pero quizás, lo mejor de todo es que tiene canciones, muchísimas canciones, enganchadas entre sus recuerdos. Como él dice, una para cada momento.
La atención a la imagen de los nuevos ídolos se cuidaba mucho, y lo extremaban las discográficas al máximo, tanto cuidando su vestuario como fabricándoles una personalidad. Los fotógrafos del momento también contribuyeron grandemente al éxito de los lanzamientos (Jean M. PERIER sobre todo) de estrellas. Las portadas de los discos franceses fueron las mejores de la época y las canciones que sacaba cada cantante, se ajustaban como anillo al dedo a su personalidad (innata o fabricada).
En Francia este movimiento lo encabezó Johnny Hallyday, joven de buena planta y con buen ritmo, que tenía un estilo parecido, que no copiado, al de Elvis Presley. Hacía versiones de canciones de éxito en USA y GB. Eso fue a principios de los 60, cuando se despertó el interés de nuestro coleccionista, Ramón, por los interpretes franceses de aquél entonces.
Aunque Johnny tuvo bastante éxito desde que empezó a cantar, el triunfo definitivo lo consiguió con sus versiones de TWIST, el baile que hacía enroscarse sobre si mismo a personas de toda edad.
Ni que decir tiene, que Ramón se hubiera comprado todo lo que salía nuevo por aquél entonces, pero la oferta era muy grande y los recursos para adquirirlos bastante más limitados, así es que se tenía que conformar con lo que podía, que no era mucho. Cosas de la juventud. Pero a finales de los años 80 apareció el formato CD que parecía que se iba a comer todo el mercado y la gente se fue deshaciendo de sus vinilos para adaptarse a la nueva tecnología. Ese fue el gran momento de Ramón, pues se le presentó la ocasión de conseguir grandes cantidades de discos por buen precio y la cosa ya no tuvo remedio: lo coleccionaba todo.
Desde luego, el CD nunca tuvo ningún encanto para Ramón, por eso lo que él colecciona son preferentemente vinilos en todas sus variedades LP, EP o SG, no obstante, cuando se trata de una colección importante por la magnitud que ha ido adquiriendo cualquier producto del cantante o grupo, pues entonces se queda los CD, los casetes y lo que haga falta.
Una cosa muy interesante de la música francesa es que a partir de los 60, a diferencia de otros países, existían ya catálogos con los discos editados por cantantes y, poder contar con ello, es primordial para los coleccionistas.
Del cantante francés que más material tiene es de Johnny Hallyday, y es que sin duda es el que más ha producido, y aún no ha terminado. En la revista SALUT LES COPAINS, salía mensualmente la clasificación en las listas francesas y extranjeras de éxitos de venta, y hubo algún momento en que Johnny tenía 7 o más títulos clasificados entre los 50 primeros.
También nos cuenta Ramón que tiene mucho material de Sylvie Vartan (primera esposa de Hallyday), Françoise Hardy, Claude François, Richard Anthony, Dalida, Eddy Mitchell... Sin olvidar a Sheila, Adamo, Frank Alamo, Alain Barrière, Petula Clark, Antoine, Hugues Aufray, Les Chats Sauvages, Les Chaussettes Noirs, Serge Gainsburg, France Gall, Hervé Vilard, Les Surfs... ¡y muchos más!
Ramón vive con su mujer en Alpicat (Lleida) y, además de una gran cantidad de discos, cuenta también con otros tesoros que hacen la felicidad del coleccionista, como autógrafos, fotos, etc. pero quizás, lo mejor de todo es que tiene canciones, muchísimas canciones, enganchadas entre sus recuerdos. Como él dice, una para cada momento.
3 comentarios:
Ramón tiene muchas canciones, como bien dices Mª José, y muchas anécdotas para explicar sobre sus colecciones. Fantástico artículo!
Molt guapos a la foto, parella!
¡Gracias Mari Carme! Un abrazo.
Muchas gracias por tan valiosa información..Me encantaría ver fotos e imágenes de Adamo y Sheila.. Gracias 👏👏
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