martes, 10 de noviembre de 2015

Una colección de cartas infantiles








Los colores de las cartas










Hoy queremos presentaros a un coleccionista excepcional, y no lo es porque tenga una colección importante, ni bien organizada ni siquiera documentada (aunque ya sabe contar hasta cien, ahora está aprendiendo a leer), es excepcional porque, pese a su corta edad, Juan, que así se llama nuestro coleccionista, ya ha demostrado interés por las cartas infantiles desde hace tiempo, y se ha formado sus propias ideas al respecto.
Por ejemplo, Juan nos cuenta que colecciona cartas de juegos porque le gustan los colores y los dibujos. No le importa tener que dejar una serie sin terminar por no conseguir todas las cartas de una baraja, porque lo que a él le gusta es tener cartas distintas. Se ha dado cuenta de que hay algunas "falsas" (esto yo no sé si es verdad) y otras "verdaderas". Las falsas son como las verdaderas, pero no son las verdaderas, llevan un dibujito en una esquina y quiere decir eso, que son falsas.
Con las cartas se puede aprender mucho, como los números escritos, las letras mayúsculas, etc. También se puede aprender idiomas. Por ejemplo, él tiene cartas de varios países y a veces encuentra la misma palabra en diferentes idiomas, como "básico", que en otros sitios se dice "basic", o "entrenador", que se dice "trainer" en inglés.
Con estas barajas se puede jugar a muchos juegos, unos son fáciles, pero otros no. Los que tienen muchas instrucciones son muy difíciles y no le gustan. Por eso, prefiere inventar las reglas él, lo que le permite ir cambiándolas en el transcurso de la partida y ganar más fácilmente. Y como nos dice esto como si fuera lo más natural del mundo, que lo es, nosotros no tenemos nada que objetar... 
Las cartas "repes" se pueden cambiar con otros niños, pero sus padres le dicen que tiene que estar atento con estos cambios, porque hay cartas baratas y cartas caras, y es más razonable cambiar cosas de un mismo valor, más o menos.
Hay cartas que regalan en algunos supermercados
cuando vas a comprar allí, lo malo de estas cartas es que un día, de repente, ya no las dan más y te quedas sin poder seguir la colección. 
Juan procura guarda todas sus cartas en álbumes, bien colocadas, pero el problema es que ahora solo tiene dos, aunque de muchas páginas (en uno hay 75) y, aunque pone cartas por los dos lados de las hojas, le falta espacio para colocar todas. Por eso, tiene algunas en una caja y también otras que andan sueltas. Su abuela le ha prometido una caja chula de metal grande para ponerlas todas juntas, pero de momento aún no ha llegado (la caja).
Juan nos explica que las cartas de una baraja por un lado son siempre iguales, pero por el otro cambian. También hay cartas que no brillan y otras que brillan y, según como se ponen, hacen rayos de luz.
Las barajas de las que tiene mayor representación son, sin lugar a dudas, las de Pokemon. En ellas hay varios personajes y temas, entre los primeros Juan menciona a Simipour, Vanillite, Basculín, Pikachu, Polarhume... (no sé en qué idioma me los está nombrando...). Las cartas de Energía (fuego, agua, plantas, Hada, lucha, etc.) aunque se tengan repetidas no se cambian, porque se necesita mucha energía para salir de algunas situaciones (según él me dice). Con estas cartas pasa algo parecido a lo que ocurre con las del supermercado, que es muy difícil acabar una serie, porque cada poco tiempo sacan otras cartas nuevas y te quedas colgado con las anteriores, pero bueno, ya hemos dicho que eso para Juan no es demasiado dramático.
Ha sido un placer hablar de coleccionismo con un experto tan joven y que tiene las ideas tan claras sobre este tema. Lo dejamos escrutando sus cartas para ver en ellas el más mínimo detalle, y sus manos, con un poco de dificultad porque aún son pequeñitas, pero con mucho cuidado, porque es un buen coleccionista, sacan y ponen los naipes en las camisas de plástico, para colocarlas en el lugar que les corresponde. 
Cuando sea mayor tiene pensado coleccionar otras cosas, como Lego pero, mientras tanto, recorre mundos y espacios siderales junto a todos los seres fantásticos que aparecen en las cartas: niños aventureros, ogros, robots, animales que hablan, extraterrestres, etc. etc.  ¡Diviértete Juan!

2 comentarios:

MCcol·leccions dijo...

Precioso ver como una personita tan pequeñita tiene interés en el coleccionismo. Juan, animos y adelante. Conxi i Miquel.

Pedro dijo...

¡UN PEQUEÑO GRAN COLECCIONISTA!