La atmósfera de una época
que todavía podemos respirar

Más bonito, imposible. María ha reunido todo aquello que pertenece y forma parte de un período de tiempo determinado. Se ha centrado en la época victoriana inglesa y, examina con lupa y devoción aquella sociedad. Nos habla en su blog, de cómo se vestía entonces; cuál era la etiqueta establecida para cualquier acto de la vida cotidiana; los (y las) autores literarios más leídos; los ilustradores que mejor supieron reflejar aquella atmósfera, gracias a lo cual la hemos podido conocer; las servidumbres de algunas profesiones; los inventos que triunfaron y, además, nos muestra cantidad de artículos variados, desde utensilios de cocina a juguetes, tarjetas, vestuario, etc.

Recordemos que se conoce como época victoriana aquella que comprende los años del reinado de la reina Victoria I de Inglaterra, desde 1837 a 1901. Fue el período en el que estaba en pleno auge la revolución industrial y la sociedad cambiaba rápidamente en muchos aspectos, mientras la clase alta trataba de conservar las viejas tradiciones y el modo de vivir de antaño.

La literatura infantil irrumpió con fuerza y a ella dedicaron su atención las mejores plumas y los más destacados ilustradores, como Walter Crane, Kate Greenaway y muchos más. No hay que olvidar que en este campo destacaron las féminas, que supieron ofrecer escenas y personajes llenos de ternura y humor, fruto de su atenta y personal observación del ambiente que les rodeaba.

Tampoco hay que olvidar las tarjetas de felicitación de diferentes celebraciones, ya fuera Navidad, San Valentín, Halloween, el Día de Acción de Gracias. Así como el auge de las tarjetas de visita y el inicio de la publicidad.
Las tarjetas de felicitación se empezaron a poner de moda a principios del siglo XIX, y eran obras delicadas, muchas veces adornadas de finísimas puntillas de papel, bordados, sedas, cintas de raso...
Por lo que se refiere a las tarjetas postales empezaron a circular por la década de los 70 del mencionado siglo. Al principio sólo existían las tarjetas oficiales puestas a la venta por los servicios postales, y cuyo fin era principalmente poder mandar un mensaje corto, sin sobre y a precio más económico, posteriormente se permitió a las empresas privadas lanzar sus modelos al mercado y el dibujo o ilustración fue ganando presencia, hasta llegar a ocupar el anverso de las tarjetas.


Las tarjetas de felicitación se empezaron a poner de moda a principios del siglo XIX, y eran obras delicadas, muchas veces adornadas de finísimas puntillas de papel, bordados, sedas, cintas de raso...
Por lo que se refiere a las tarjetas postales empezaron a circular por la década de los 70 del mencionado siglo. Al principio sólo existían las tarjetas oficiales puestas a la venta por los servicios postales, y cuyo fin era principalmente poder mandar un mensaje corto, sin sobre y a precio más económico, posteriormente se permitió a las empresas privadas lanzar sus modelos al mercado y el dibujo o ilustración fue ganando presencia, hasta llegar a ocupar el anverso de las tarjetas.

María vive en Vigo, una ciudad que le encanta. Nos cuenta que su interés por la época victoriana apareció cuando era todavía adolescente, leyendo a los autores ya nombrados, como Dickens, las hermanas Brónte, Wilkie Collins... Le gustaban tanto los novelistas como los dramaturgos o los poetas. Descubrir aquél mundo la llevó a interesarse por todo lo que le era propio, empezando por su cultura y sus manifestaciones artísticas.
Pero, en aquellos años era muy difícil encontrar material de esa época en España y, nos dice María, que en realidad aún lo sigue siendo, aunque con la llegada de Internet y las tiendas on line, todo se ha hecho más fácil y ya le resulta posible conseguir libros, ilustraciones, muñecas y recortables (que es otra de sus pasiones), incluso ha sido posible empezar una pequeña colección de vestuario.



Entre las ilustraciones típicas de tarjetas, nuestra coleccionista siente una especial debilidad por las de Halloween, porque los mensajes y los dibujos suelen ser muy divertidos. También le encantan las ilustraciones de las paper dolls victorianas, que son pequeñas obras de arte con las que se puede jugar.

También hay que destacar los dibujos de Kate Greeaway. de una gran dulzura y que nunca han dejado de tener vigencia.
María ofrece muchísima información sobre este y otros temas en su web "La casa victoriana" que os recomendamos sinceramente visitar. A nosotros nos ha prometido, que nos ayudará a abordar poco a poco toda la documentación que ofrece en su página, y se lo vamos a recordar muy pronto. De momento, ¡gracias!
4 comentarios:
Una gran y sorprendente entrada, como siempre.
Es una colección preciosa ¿verdad, Silvia? Un abrazo.
Hola de Moscú!
Lamentablemente debo decir que la segunda imagen en el texto no tiene relación con la época victoriana ni con Inglaterra. Esta es una pintura de nuestro artista ruso Vasily Perov (1834-1882) "La llegada de la institutriz a la casa del mercader".
http://www.art-portrets.ru/vasiliy-perov.html
Hola, Nathalie, muchísimas gracias por la información que nos das, procuraremos contactar con la coleccionista. Saludos,
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