domingo, 16 de agosto de 2015

Una coleccción de la Época Victoriana




La atmósfera de una época 
que todavía podemos respirar





Más bonito, imposible. María ha reunido todo aquello que pertenece y forma parte de un período de tiempo determinado. Se ha centrado en la época victoriana inglesa y, examina con lupa y devoción aquella sociedad. Nos habla en su blog, de cómo se vestía entonces; cuál era la etiqueta establecida para cualquier acto de la vida cotidiana; los (y las) autores literarios más leídos; los ilustradores que mejor supieron reflejar aquella atmósfera, gracias a lo cual la hemos podido conocer; las servidumbres de algunas profesiones; los inventos que triunfaron y, además, nos muestra cantidad de artículos variados, desde utensilios de cocina a juguetes, tarjetas, vestuario, etc.
Como por algo hay que empezar, y para no perdernos demasiado con tanta información, vamos a entrar en el mundo de María por la puerta principal, el de las ilustraciones, ya sean en tarjetas de felicitación, libros para niños, para adultos y en muchos otros soportes.  
Recordemos que se conoce como época victoriana aquella que comprende los años del reinado de la reina Victoria I de Inglaterra, desde 1837 a 1901. Fue el período en el que estaba en pleno auge la revolución industrial y la sociedad cambiaba rápidamente en muchos aspectos, mientras la clase alta trataba de conservar las viejas tradiciones y el modo de vivir de antaño.
Uno de los campos en los que se experimentó un gran cambio fue en el de la literatura. Con la industrialización y el progreso muchas personas, analfabetas hasta entonces, tuvieron la oportunidad de aprender a leer y fácil acceso a los libros. Fueron enormemente populares autores como Charles Dickens, las hermanas Brontë, Lewis Carroll, Oscar Wilde, Arthur Conan Doyle, Rober Louis Stevenson y muchos más, y los personajes que crearon y sus historias cobraban vida con las ilustraciones.
La literatura infantil irrumpió con fuerza y a ella dedicaron su atención las mejores plumas y los más destacados ilustradores, como Walter Crane, Kate Greenaway y muchos más. No hay que olvidar que en este campo destacaron las féminas, que supieron ofrecer escenas y personajes llenos de ternura y humor, fruto de su atenta y personal observación del ambiente que les rodeaba.
Tampoco hay que olvidar las tarjetas de felicitación de diferentes celebraciones, ya fuera Navidad, San Valentín, Halloween, el Día de Acción de Gracias. Así como el auge de las tarjetas de visita y el inicio de la publicidad.
Las tarjetas de felicitación se empezaron a poner de moda a principios del siglo XIX, y eran obras delicadas, muchas veces adornadas de finísimas puntillas de papel, bordados, sedas, cintas de raso... 
Por lo que se refiere a las tarjetas postales empezaron a circular por la década de los 70 del mencionado siglo. Al principio sólo existían las tarjetas oficiales puestas a la venta por los servicios postales, y cuyo fin era principalmente poder mandar un mensaje corto, sin sobre y a precio más económico, posteriormente se permitió a las empresas privadas lanzar sus modelos al mercado y el dibujo o ilustración fue ganando presencia, hasta llegar a ocupar el anverso de las tarjetas. 
Pero, bueno, nos hemos lanzado con el tema de la  colección, y resulta que todavía no hemos hablado de la coleccionista. 
María vive en Vigo, una ciudad que le encanta. Nos cuenta que su interés por la época victoriana apareció cuando era todavía adolescente, leyendo a los autores ya nombrados, como Dickens, las hermanas Brónte, Wilkie Collins... Le gustaban tanto los novelistas como los dramaturgos o los poetas. Descubrir aquél mundo la llevó a interesarse por todo lo que le era propio, empezando por su cultura y sus manifestaciones artísticas.
Pero, en aquellos años era muy difícil encontrar material de esa época en España y, nos dice María, que en realidad aún lo sigue siendo, aunque con la llegada de Internet  y las tiendas on line, todo se ha hecho más fácil y ya le resulta posible conseguir libros, ilustraciones, muñecas y recortables (que es otra de sus pasiones), incluso ha sido posible empezar una pequeña colección de vestuario.
A María,  de aquél periodo le fascina tanto la vida rural como la de las ciudades, con todas sus diferencias, quizás porque hay algo que siempre le ha llamado mucho la atención, y es aquella especie de contradicción que existía entre unas normas sociales en las que dominaba la rigidez, el conservadurismo, una etiqueta que regulaba todo tipo de relaciones, etc. con la devoción que existía por las Bellas Artes, la Ciencia, el Progreso...
Aquella sociedad vibrante invitaba a las mujeres, mientras parecía que solo se dedicaban a tomar el te y a tocar el piano, a estudiar, pintar,  ganar su propio dinero, querer ser escritoras, viajar por todo el mundo, y poder participar activamente en la vida política, no en vano fue la época de las sufragistas.
Le preguntamos a María por sus ilustradores preferidos y nos dice que ella destacaría a Charles Dana Gibson y a George Du Maurier, por su capacidad para captar  toda la esencia de aquella sociedad victoriana, con ternura  y un toque de humor. Entre los temas elegidos para la decoración de los motivos ornamentales, los más populares eran las escenas sentimentales y bucólicas con niños, enamorados, angelotes, y profusión de flores y otros elementos de la naturaleza, todo con vivos colores.
Entre las ilustraciones típicas de tarjetas, nuestra coleccionista siente una especial debilidad por las de Halloween, porque los mensajes y los dibujos suelen ser muy divertidos. También le encantan las ilustraciones de las paper dolls victorianas, que son pequeñas obras de arte con las que se puede jugar.
Pero, no hay que olvidar, que también se ilustraban libros, cuentos, temas de actualidad, y al lado de las cosas agradables de la vida, había otro mundo difícil y duro, así es que la temática de la ilustración tenía que adaptarse, obviamente, a la del texto que se narraba. En este apartado habría que recordar las ilustraciones de Tenniel, Crane, Caldecott y Globe, cuyos trabajos siguen figurando en las reediciones de las obras de los autores victorianos. 
También hay que destacar los dibujos de Kate Greeaway. de una gran dulzura y que nunca han dejado de tener vigencia.
María ofrece muchísima información sobre este y otros temas en su web "La casa  victoriana" que os recomendamos sinceramente visitar. A nosotros nos ha prometido, que nos ayudará a abordar poco a poco  toda la documentación que ofrece en su página, y se lo vamos a recordar muy pronto. De momento,  ¡gracias!





4 comentarios:

Silvia Isábal dijo...

Una gran y sorprendente entrada, como siempre.

mjfuster dijo...

Es una colección preciosa ¿verdad, Silvia? Un abrazo.

Nathalie dijo...

Hola de Moscú!
Lamentablemente debo decir que la segunda imagen en el texto no tiene relación con la época victoriana ni con Inglaterra. Esta es una pintura de nuestro artista ruso Vasily Perov (1834-1882) "La llegada de la institutriz a la casa del mercader".
http://www.art-portrets.ru/vasiliy-perov.html

mjfuster dijo...


Hola, Nathalie, muchísimas gracias por la información que nos das, procuraremos contactar con la coleccionista. Saludos,