
El MENÚ del festín
musical
Alicia Aispuro es una coleccionista argentina de programas de Ópera, Ballet y conciertos sinfónicos. Vive en la Ciudad de La Plata desde 1973, a donde llegó a los 18 años para estudiar en la Universidad Nacional. Venía desde un pueblo de provincias, Cañuelas, donde no había ni teatro, ni Opera, ni apenas un cine. En La Plata, sin embargo, existía un teatro, el Teatro Argentino, que era el segundo del país, después del Teatro Colón de Buenos Aires. En el año 1977 el teatro sufrió un incendio y las autoridades militares de la época decidieron tirarlo abajo en vez de recuperarl
o, para tristeza de toda la comunidad. En su lugar se comenzó a construir un complejo cultural de una superficie de 60.000 m. cubiertos, con 4 salas, áreas de ensayo, talleres de escenografía, etc. que se inauguró en 1999 y ha estado funcionando hasta ahora, sin interrupciones. De todas las funciones que ha tenido la suerte de presenciar. Alicia ha guardado los programas, en principio como recuerdo y también por la información que ofrecen sobre el espectáculo.
Nos cuenta que la idea de coleccionar programas de ópera le vino un poco por casualidad. Desde que se casó había coleccionado monedas con su esposo, y su vida social giraba en torno al
A Alicia, evidentemente, le gusta l
a Opera, tanto por la música como por lo que representa como producción cultural humana, de gran riqueza histórica y sociológica. También le gusta mucho la música sinfónica, sin olvidar la música folklórica de todos los lugares del mundo, que le encanta. Si a nuestra coleccionista le gustan los programas, no sólo es por el diseño que muestran, que suele ser lo más llamativo, sino por las referencias artísticas e históricas que ofrecen del espectáculo, además de los recuerdos personales que le traen.
Entre todos los programas que tiene en su colección, es dificil para ella elegir cuál o cuáles son sus preferidos, pues, como suele pasar, todos guardan un significado especial: el lugar dónde lo vio, en que ocasión, con quién asistió a la representación, la significación histórica de aquella obra, los artistas que intervinieron, la estética del impreso. No obstante, por nombrar alguna de sus piezas más especiales, nos menciona: 

1. Concierto sinfónico a total beneficio del Teatro Argentino de La Plata LXX Temporada 1977. Teatro Colón de Buenos Aires. El programa es modesto, pero es especial para ella.
2. Concierto inagural del Nuevo Teatro Argentino "Tango en Gris", 1999, con información completa de las personas que trabajaban en ese momento.
3. Nabucco 2008, espectáculo nunca estrenado. Una huelga de cantantes no lo permitió, pero los programas ya estaban hechos y Alicia consiguió uno.
La mayor cantidad de los ejemplares que tiene pertenecen al Teatro Colón de Buenos Aires, que funciona desde 1908. También tiene muchos de su querido Teatro Argentino de La Plata, en sus tres épocas: primero como Viejo Teatro Argentino, hasta el año 1977. Luego, en la Epoca itinerante, desde 1977 a 1999 y, finalmente, como Nuevo Teatro Argentino, de 1999 hasta la fecha.Por lo que se refiere a las óperas, de las que más programas tiene son de "L'elisir d'amore", de Donizzetti (con su bonita aria "Una furtiva lágrima") y "La Flauta Mágica" de Mozart, probablemente porque son las dos qu

Alicia nos cuenta que no conoce a otros coleccionistas que hagan este colección, pero está segura que hay más, así es que le encantaría contactar con ellos. Nosotros le sugerimos que lo haga con un paisano suyo, Roberto Famá, coleccionista de programas de teatro que tiene un blog muy interesante y quizás le puede aconsejar.
También nos explica Alicia que su colección, en cuanto enfoque y organización, no está todavía muy definida, digamos que está en período de formación y, de momento

Alicia pertenece a la Asociación de "Amigos Coleccionistas de La Plata" en la que participa activamente. Esta asociación está formada por un grupo de amigos coleccionistas, que organizan muchas actividades, tanto para dar a conocer sus colecciones y facilitar el intercambio, como para colaborar en

Los programas los consigue yendo ella misma a los espectáculos; también porque se los regalan sus amigos o con intercambios, incluso comprando por internet o en tiendas. Le gustaría, gracias a Procoleccionismo, contactar con otros coleccionistas de programas de todo el mundo, porque en su colección no tiene ejemplares de otros teatros de la Opera y a ella le encantaría conocerlos y saber de su historia. Y como es optimista, está segura de que lo conseguirá, por eso quiere terminar su intervención con su grito de guerra preferido ¡Viva el coleccionismo!