

Le gustaría que el museo dedicado a su colección estuviera en su tierra, La Rioja, pero, hasta el momento, donde se han interesado por su tesoro y donde ha podido concretizar sus aspiraciones, ha sido en Toral de los Guzmanes.
En este bonito pueblo de la provincia de León, han apostado por la iniciativa privada y la Cultura bien entendida, y le han facilitado un lugar para sus botijos allí, en el Castillo-Palacio de Toral de los Guzmanes.
Jesús Gil Gibernau se ha preocupado de reunir gran cantidad de documentación para ilustrar los orígenes y evolución de la fabricación de botijos, así como información sobre los principales alfares. Posee, también, un importante legado fotográfico y pictórico sobre los mismos.
Sólo nos queda recomendar un viaje a Toral de los Guzmanes para visitar el museo, que acoge esta famosa colección de Jesús. Y decimos famosa, porque la noticia de su inscripción en el Guinness apareció publicada en varios periódicos y revistas de tirada nacional.
Gracias a Jesús Gil Gibernau por habernos dado a conocer su colección y sus proyectos y, gracias al Ayuntamiento de Toral de los Guzmanes por el apoyo que ha brindado a este coleccionista. Es esto un buen ejemplo para otras instituciones y organismos públicos, tan poco predispuestos a dar apoyo y respaldo a iniciativas de este tipo.