miércoles, 9 de julio de 2014

Los castells




TORRES HUMANAS



Magi Duran Tost ya nos ha presentado varias de sus colecciones, algunas de las cuales han tenido mucho éxito en nuestro blog, lo que podemos comprobar gracias al importante número de visitantes que se han acercado a ellas. Recordemos, por ejemplo, la de La Chartreuse de Tarragona, Gigantes y Cabezudos, los caganers, etc.
Hoy, con otra de sus colecciones, nos va a ayudar a conocer un tema especial, el de los castells, que para los que no hablamos catalán, tampoco es que represente mucho problema de comprensión, pues ya habréis deducido que significa castillos en español. Magi colecciona fotografías, postales, de las que tiene unas 300, carteles, figuras y esculturas, pins, botellas, libros, revistas, en fin, cualquier cosa que contenga algo relacionado con los castells.

Entre otras cosas, también tiene una moneda de plata que se emitió con motivo de las Olimpiadas del 92 y que lleva grabado un castell, y algunas medallas de concursos celebrados en Tarragona.  
Y ¿qué son los castells? pues ni más ni menos que unas espectaculares torres humanas. Cuando se empezaron a levantar castells,  participaban solamente los varones, pero actualmente los hacen tanto hombres como mujeres. Seguro que los habréis visto en alguna foto o documental, en el caso de que no los hayáis podido disfrutar "en vivo". Son todo un espectáculo.
Parece ser que su existencia, tal y como ahora los conocemos, se remonta a hace ya más de dos siglos, y el lugar de origen fue Valls, en el Campo de Tarragona. Concretamente hay datos de 1801.
Durante muchos años, las dos primeras formaciones (collas) de dicha localidad, que eran la Colla dels Pagesos y la de los Menestrals, fueron las únicas que había en Cataluña, y viajaban por diferentes lugares para darse a conocer y hacer sus demostraciones. Muchas veces esto ocurría durante las fiestas mayores de pueblos y ciudades, donde eran invitados y admirados. Las collas que existen actualmente en Valls, la Vella y la Jove, son las descendientes de aquellas pioneras. 
Básicamente podemos señalar que para levantar un castell, se forma en la base una gran pinya (¿se dirá por eso "hacer piña" para referirse a trabajar juntos en un proyecto común, o será al revés...?). Después, sobre esa base se forma un segundo piso, con otra pinya más reducida, y sobre ella se van formando pilares con dos, tres o cuatro personas, acabando con un pilar de dos o de uno. Y, cuando ya está el castell hecho, un niño, el enxaneta, sube hasta arriba de todo y levanta la mano, lo que es la señal convenida para determinar que el castell se ha coronado con éxito. Entonces, empieza la descarga, ordenadamente, para evitar desplomes.
Para darnos una idea de la cantidad de gente involucrada a la hora de levantar un castell, digamos que, según nos cuenta Magi, una colla que hace castillos de 8 pisos necesita la participación de unos 1000 castellers. Pero, para levantar un castell de 9 ó 10 pisos, se requieren unas 2.000 personas.
Como Magi estuvo formando parte de una colla durante varios años, nos explica que cuando iban a hacer un castillo que ya conocían bien, todos estaban tranquilos y relajados, pero si había que "cargar" uno más complicado, aunque normalmente saliera bien, hacía que todos estuvieran tensos y a la expectativa y, cuando finalmente se conseguía descargar, entonces todos a la vez daban rienda a su alegría. Resulta muy emocionante para todos los participantes.
Las evoluciones de los castellers vienen marcadas por la música de gralles, que a partir de una fase determinada (depende del castell) empieza a sonar y sirve para que los que forman la pinya, puedan enterarse de cómo va la evolución del castell, porque los que la forman no pueden ver nada desde sus puestos. 
Desde el origen de los castells, su grado de complejidad ha aumentado mucho y actualmente se están consiguiendo plantar torres que parecía imposible que pudieran conseguirse.
Otra novedad que se ha introducido es la uniformización de vestuario de todos los integrantes de las collas.   Las prendas habituales son: pantalón blanco, camisa de color elegido por cada colla (roja, verde, azul, de rayas... ), una faja, en la mayoría de las ocasiones negra, y un pañuelo muy largo y triangular, rojo con puntitos blancos.
La faja es un elemento importante porque, además de proteger los riñones, permite que los pies o las manos de los compañeros que tienen que ascender y descender sobre otros, puedan encontrar un punto de apoyo para apoyar sus pies.
Por cierto, que todos los castellers, menos los que forman la pinya, van descalzos. Los cascos protectores también han hecho su aparición y son utilizados por los niños, que son los encargados de subir a lo más alto. Están fabricados en poliestireno y diseñados especialmente para esta función. 
Esta tradición, juego y deporte, que es todo eso y más, requiere muchas cualidades por parte de los que participan. Se dice, o al menos así lo refiere Josep Anselm Clavé en unos versos de "Los Xiquets de Valls" que entre todo lo que se les exige a los castellers, hay cuatro cosas que son primordiales: la fuerza, el equilibrio, el valor y la cordura (el seny). 
El tema da para mucho y sabemos que nos han quedado muchos datos en el tintero, pero disponemos de un espacio limitado, para dar a conocer más que nada, la colección y al coleccionista.
Los castells fueron declarados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, el 16 de Noviembre de 2010. 

3 comentarios:

Carmelo dijo...

Hola : el otro día estubimos en Vilafranca, imaginandome la plaza dels castellers llena,se me ponía
la piel de gallina.Debe ser espectacular.
Un saludo Carmelo

lacole dijo...

Hola, Carmelo, gracias por tu comentario. Un abrazo,

Anónimo dijo...

¡Una afición que sube cada vez más...!

Juan Díaz