miércoles, 16 de marzo de 2016

Una colección de recortables de niñas





Vestidos de
quita y pon


Antes de adentrarnos un poco en lo que podríamos llamar la historia de los recortables de niñas, que es el tema que comentaremos a continuación, vamos a conocer a la coleccionista. En realidad ya os presentamos a María cuando dedicamos un espacio a los ilustradores de la época victoriana, otra de las colecciones que muestra en su web "La Casa Victoriana" y entonces, pudimos apreciar lo bien que le gusta hacer las cosas. 
María nos ha explicado cuáles han sido sus motivaciones para hacer esta colección y qué es lo que ha conseguido: éste es su relato:
"Fui una niña  de lo que hoy se denomina Generación EGB, aquella generación de niñas que jugaba con Nancy, leía cuentos troquelados ilustrados por María Pascual y cuya percepción de la moda eran los trajes y vestidos de las muñecas recortables, o "mariquitas" como las llamábamos entonces. 
Cuando me compraban algún pliego o libro de "mariquitas" siempre procuraba comprar dos iguales, uno para recortar y otro para conservar, pues me gustaba tanto jugar con ellas como ver los pliegos intactos.
Con el paso de los años, a aquellas que pude conservar, y que no desaparecieron con las típicas "limpiezas" de armarios, se le fueron añadiendo otras que fui adquiriendo sobre todo en Inglaterra y Estados Unidos, donde se editaban en forma de cuadernillos.
Muchos de los que tengo son de segunda mano, pues ya se encuentran descatalogados.

La joya de mi pequeña colección es la serie de recortables originales de Dolly Dingle datada en las primeras décadas del siglo XX, que perteneció a mi abuela. Ella las fue guardando en sobres y posteriormente conservando en álbumes donde todavía las sigo conservando tal y como ella las dejó.
En cuanto a las muñecas recortables actuales, excepto las reediciones españolas y la obra de artistas americanos conocidos y otros dibujantes independientes (que se dedican principalmente al trabajo digital) debo decir que no me gustan demasiado. Parecen hechas en serie sin detalle en el dibujo, sin la sencillez y al mismo tiempo preciosismo de, por ejemplo, Tom Tierney, Brenda Sneathen Mattox o Yuko Green, por citar algunos.
No obstante, entre los artistas actuales me gustan Emily Windfiel Martin, Eileen Miller y las colecciones de Literary Paper Dolls de Tim Foley y Kyle Hilton, y entre los artistas digitales siento debilidad por Cory Jensen, quien ha colaborado en Mi Casita de Papel (casitadepapel.wordpress.com) permitiéndonos publicar sus creaciones".
Hay que decir que esta pasión por los recortables no es una peculiaridad de nuestra coleccionista, sino que es un tema que suscita mucha devoción.
Por cierto, que cuando hablamos de recortables de niñas ya sabéis que nos referimos a una lámina de papel o cartón sobre la que se encuentra una muñeca con sus vestidos y accesorios. Para jugar con ella, se tiene que recortar la figura y, gracias a una base que tiene debajo de sus pies, se puede mantener derecha.
Las prendas que hay alrededor suyo se tienen que recortar también, y pueden ponerse sobre la niña gracias a dos pequeños rectángulos o lengüetas que llevan, uno a cada lado, y una vez recortados se doblan sobre el cuerpo de la muñeca. Hay otros sistemas, pero este es el más común. 
La historia de este sencillo e ingenioso entretenimiento, tal y como lo conocemos actualmente, parece ser que data del siglo XIX. 
Se considera que fue la editorial inglesa Fuller la que en 1810 creó la primera muñeca de papel pensada para ser vestida, se llamó Little Fanny. Esas figuras venían acompañadas de historias y las niñas les iban cambiando el vestido según la escena que leían. Los relatos trataban de transmitir a las jóvenes lectoras unas reglas de conducta adecuadas a su posición social y unos determinados valores. 
Esta misma idea de las niñas y jóvenes dibujadas sobre una lámina, también se utilizó para mostrar sobre ellas los modelos que la modista proponía a la clienta, como si fuera un figurín. 
Viajar por el tiempo a través de los recortables, no sólo nos permitirá conocer los cambios operados en la vestimenta, sino que gracias a los accesorios que aparecen en ellos (juguetes, mobiliario doméstico, vehículos...) o a las diferentes funciones que desempeña la modelo, a juzgar por los trajes que la acompañan (niñas ayudando a sus mamás en la cocina, jóvenes en la ópera, practicando deportes, recogiendo flores...) podremos visualizar el papel que se le ha atribuido al género femenino en cada época y el ambiente que encontraba en su entorno.      
Para ampliar el tema, os recomendamos visitar el blog de María "Mi casita de papel", donde muestra su colección y ofrece mucha información sobre otras coleccionistas, museos, exposiciones, etc.