martes, 22 de diciembre de 2009

Felicidades

¡FELIZ NAVIDAD!



Campo (Huesca). Foto de J. Fuster.


Los coleccionistas son muy distintos entre sí, como las colecciones,

pero hay algo que tienen en común:

curiosidad, inquietud, ilusión, capacidad de admirar, de asombrarse, de disfrutar...

Os deseamos,
amigos de Procoleccionismo,
que el año que viene
sigáis teniendo todas esas cualidades.


¡FELIZ AÑO NUEVO!



viernes, 18 de diciembre de 2009

Una colección de muñecos de nieve


Muy
fríos...


pero
tiernos





Blanca de Brown es una coleccionista panameña. Y le ocurre a ella lo mismo que a muchos de los coleccionistas que hemos tenido ocasión de presentar en Procoleccionismo: que colecciona varias cosas. Blanca tiene una estupenda web con su colección de dedales "Los dedales de Blanca" y, además de otros objetos, desde hace unos ocho años, también colecciona muñecos de nieve.

El elegir muñecos de nieve como objeto de colección se le ocurrió casi por "eliminación". Resulta que le gustan mucho las fiestas navideñas y pensó que estaría bien coleccionar algo propio de estas fechas. Los nacimientos o belenes son muy bonitos, pero pensó que ya había muchos coleccionistas. En los comercios lo que más se ofrecen son figuras de Santa Claus o de San Nicolás, pero como ya hace tiempo que no cree en nada de eso, se decidió por los muñecos de nieve. Para Blanca, que nunca ha visto la nieve porque en Panamá no pasan frío, los muñecos son muy evocadores y le hacen soñar con algo que todavía no conoce: la nieve (que por asociación de ideas es lo primero que viene a la cabeza cuando uno oye el nombre de Blanca).

Otra cosa que le gusta de estos muñecos es que nunca se les ve con la cara triste, sino que están todos bien alegres. Aunque, curiosamente, no es ésta la impresión que se tiene cuando se lee el famoso cuento de Hans Christian Andersen (1805-1875) titulado "El hombre de nieve". Recordemos, que en dicha historia el muñeco de nieve intuye desde el principio que las cosas van a terminar muy mal para él, presentimiento que le asalta frecuentemente por culpa de un perro que está instalado en una perrera cerca de él y que se hace el listo todo el rato. El hombre de nieve transcurre su existencia enamorado platónicamente de una estufa y, al final, pasa (no por culpa de la estufa) lo que tenía que pasar: el calor del sol aumenta, mientras disminuye el tamaño del pobre muñeco, hasta que se derrite por completo.
Pero no seamos tristes ni pesimistas y contemplemos estos personajes con la mirada alegre y confiada de la coleccionista.

Nos cuenta Blanca que ellos también tienen su historia. Del primer muñeco de nieve que se tiene referencia "oficialmente" es de uno realizado en Eau Claire, Winsconsin, el 7 de enero de 1809. Lo esculpió el Sr. Vernon N. Paull y su hija de 8 años, la pequeña Yetti Paul, para espantar a los duendes que reclamaban los regalos navideños. No sabemos si el invento funcionaría y si sería eficaz con otros solicitantes, pero valdría la pena probarlo en estos tiempos de crisis.

A mucho tiempo atrás hace referencia otra información. Cuentan, que el mismísimo Miguel Angel a la edad de 19 años, en 1494, fue el encargado de esculpir una enorme figura de nieve en el patio de Piero de Medici, en Florencia.

Blanca tiene actualmente 340 piezas que guarda durante todo el año en cajas. A finales de noviembre los saca de los envoltorios y los reparte por su casa. Este año han salido de su escondite un poco antes, desde mediados de septiembre, pues nuestra coleccionista participó con sus dedales y los muñecos en una feria de colecciones que se celebra todos los años en su país.

Dice que no conoce otros coleccionistas de estos artículos, pero que no hay problema para proveerse de ellos ya que se encuentran frecuentemente en los comercios por poco dinero, la mayoría fabricados en China.

Nos explica Blanca que el más pequeño de los que tiene mide 2 centímetros y el más grande 20 pulgadas. Los hay de todo tipo de materiales, como de cera, cerámica, vidrio, cristal, plástico, madera, de peluche, de foam, hojalata, hierro, tela, etc.

Estas inocentes criaturas se han convertido desde hace tiempo en uno de los iconos más populares del mundo, asociados especialmente a las fiestas navideñas. Se considera, según un estudio de la Revista Men's Health publicado en 2008, que el hecho de construir un muñeco de nieve es una de las actividades más románticas que se pueden hacer durante la estación invernal. Si a eso se añade que construir un muñeco quema un promedio de 238 calorías por muñeco/hora, vemos que hacer un muñeco de nieve puede ser un pasatiempo muy recomendable.

Por otro lado, el costo de la operación es de lo más económico: la materia prima es gratis y entre los complementos "opcionales" podemos contar con una zanahoria para la nariz, unos trozos de carbón o piedrecitas para los ojos y también como botones, una escoba y cualquier cosa que evoque una bufanda, una pipa, un sombrero o un gorro, ¡cualquiera puede animarse a hacer su propia creación sin que se le acuse de despilfarrador!

En cuanto a la técnica de realización de los muñecos de nieve "auténticos", se distinguen fundamentalmente dos modelos, los que están hecho a partir de dos volúmenes y los que se realizan a partir de tres. Parece ser que en USA, por poner un ejemplo, se suelen hacer formando tres bolas, que representan la base, el tronco y la cabeza. En Japón y varios países europeos, más bien se hacen con dos: cuerpo y cabeza. Por lo que se refiere a las representaciones de los muñecos de nieve (juguetes, ilustraciones), la fantasía es grande y las formas múltiples.

Una pregunta pertinente sería ¿y por qué sólo se habla de muñecos de nieve y no de muñecas? pues ha sido así por costumbre, mimitismo, etc. pero la cosa está cambiando y, aunque no hemos llegado a la paridad, hoy por hoy el muñeco de nieve más grande del mundo resulta que es una muñeca. Se le conoce con el nombre de Olimpia y fue construida en el 2008 en Bethel, Maine. Cierto es que es una chica un poco especial, porque es una especie de torre de 122 mts. cuya construcción tuvo que ser encargada y supervisada por un ingeniero. Como pestañas lleva unos esquís y la boca está formada por neumáticos de coche pintados de rojo: la verdad es que no ha quedado muy atractiva.

Otra reflexión sería por qué en muchos idiomas se les denomina hombre de nieve (snowman, bonhomme de neige, Schneemann, etc.) cuando en nuestro idioma se recurre al concepto de muñeco de nieve (en italiano también es pupazzo di neve), es como si algunos les atribuyeran un "alma" y nosotros no.

Blanca cada Navidad se rodea de estos personajes tan especiales. Nosotros queremos decirle gracias por habernos dejado compartir este espacio con sus invitados de honor y recomendarle ¡que vigile las estufas! ¡FELIZ NAVIDAD!



viernes, 11 de diciembre de 2009

Una colección sobre Don Quijote



El divertido Caballero


de la Triste Figura









Juan Augusto Fernández Valle es, además de historiador y escritor, un coleccionista peruano interesado en muchas cosas. Entre las piezas (por no decir objetos) a las que dedica su atención se encuentra: una colección de juguetes de hojalata, Numismática del Perú, artesania peruana, la serie televisiva japonesa SANKUOKAI (sobre la que tiene un blog) y la colección que os vamos a presentar ahora, relacionada con Don Quijote de la Mancha y su creador, Miguel de Cervantes. Encontraréis noticias sobre algunas de sus numerosas actividades visitando su blog titulado el "Museo de Juanito".

Excepcionalmente, para introducir el tema de la colección no tenemos que intentar "definir" ni explicar nada sobre el sujeto de la misma, pues todo el mundo (casi sin exagerar) sabe quién es Don Quijote. Lleva siglos en los primeros lugares de las listas de popularidad y parece que los años no pasan para él y su fiel escudero Sancho Panza.

De todos modos, también es verdad que una cosa es saber que existe el famoso personaje y otra muy distinta haber leido el libro... Y si no se ha leido, no se puede tener una idea muy precisa de quién era realmente Don Quijote. Como dice Juan, muchas veces es el "gran conocido desconocido". Hay personas que lo definen diciendo que era un caballero andante cuando, en realidad, él no lo era, lo que ocurre es que su locura le llevó a creer que era uno de ellos.

Los caballeros andantes tuvieron su apogeo en la Edad Media y fueron los protagonistas de los libros y novelas de caballerías, que gozaron de gran popularidad hasta el siglo XVI. En realidad, representaban un ideal de hombre que nunca existió. En la época de Cervantes ya eran un anacronismo y él, precisamente, lo que quiso es hacer una parodia sobre esas figuras literarias.

"El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha" se imprimió por primera vez en diciembre del año 1604, después de haber obtenido el privilegio real para su publicación unos tres meses antes, el 26 de septiembre de 1604. El público tuvo acceso al libro a partir del mes de enero de 1605 y desde el primer momento fue lo que ahora se llamaría un "éxito de ventas". Este éxito no supuso una gran fuente de ingresos para Cervantes, ya que desde muy pronto aparecieron en el mercado varias ediciones piratas (nada nuevo bajo el sol), que no le reportaban ganancia alguna.


En 1615 apareció la segunda parte del Quijote, con el título de "El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha" y en ella se incluía la primera parte y la apócrifa segunda parte. Una vez más el autor sorprende con la concepción y estructura de la obra, pues nos encontramos que los personajes de ficción habían leído la edición "falsa" y, también, que el autor aprovecha para justificarse de algunos errores que se le habían escapado en la primera parte. Miguel de Cervantes murió el 23 de abril de 1616, a los 68 años de edad.

La figura alta y delgada del popular caballero don Quijote fue y es fuente de inspiración para artistas en todos los campos de la creación, así es que además de las obras relacionadas directamente con el famoso personaje, se encuentra su imagen en un sin fín de artículos que no tienen muchas veces nada que ver con lo que él representa.

Lo encontramos, por ejemplo, en monedas, billetes de Banco, insignias, envoltorios de dulces, postales... También se han hecho sobre él películas de largo metraje, series de dibujos animados para la televisión, comedias musicales. Vamos, te puedes topar con Don Quijote en cualquier parte, aunque, por lo que nos cuenta Juan, quizás no es tan fácil tropezarse con él...

El hecho es que precisamente Juan, viviendo en Perú, no tiene muy fácil lo de poder adquirir nuevas piezas para su colección, pues, como es natural, allí no hay muchos artículos que recurran a la imagen del "deshacedor de entuertos". Si se trata de artículos traídos de España suelen ser caros. Menos mal que existe internet y que tiene a su familia y a sus amigos dispuestos a ayudarle. Y, llegados a este punto, Juan quiere aprovechar la ocasión para agradecer a todos ellos esa ayuda que le brindan.

Le hemos preguntado cómo es que se decidió a hacer esta colección y nos ha contado que, como les ocurre a muchos coleccionistas, empezó a acumular material relacionado con la obra de Cervantes porque es un gran admirador suyo, pero no tenía ningún objetivo especial. De repente uno día, se dió cuenta que ya tenía muchas cosas con esa temática y decidió seguir incrementándolas a la par que estudiaba e investigaba sobre el tema.

Entre las piezas más abundantes de su colección están, desde luego, los libros, de los que tiene diversas ediciones de Don Quijote. Algunos de ellos son miniatura. También cuenta con libros que tratan de Cervantes o del Caballero de la Triste Figura, publicaciones turísticas que amablemente le han ofrecido algunos lugares cervantinos, como Alcalá de Henares, Argamasilla de Alba, el Toboso. También tiene bastantes medallas y monedas conmemorativas, sellos o estampillas, algunas muy antiguas, postales, pins o solaperos, discos de vinilo de las diversas versiones del musical "El Hombre de la Mancha", basado en Don Quijote, estatuillas de Don Quijote, reproducciones de documentos como la partida de bautizo de Cervantes, su firma, la portada de la primera edición, artículos, ensayos, cds de películas, cromos antiguos, etc.

Sobre la consabida pregunta que se le hace a todo coleccionista "¿dónde guardas tu colección?" Juan, que ya hemos comentado que tiene varias, nos dice que no guarda en ningún sitio sus colecciones, sino que le gusta tenerlas alrededor suyo, mostrándolas y disfrutando de su presencia. Le encanta poder enseñárselas a sus amigos y explicarles la información que tiene sobre ellas.

Juan nos ha explicado que su interés por Don Quijote se remonta muy lejos, pues tuvo oportunidad de leer la obra, cuando aún era un estudiante de Primaria. Entonces, se sorprendió al comprobar que era una historia entendible y que daba la sensación de que era algo contemporáneo, precisamente gracias a la calidad de intemporalidad que tienen las grandes obras.

Otra cosa que le sorprendió mucho fue el humor que se encuentra a lo largo de todo el libro. Muchas veces tendemos a pensar que las obras clásicas son serias y trágicas, y ese no era el caso de Don Quijote. Ya en el prólogo encontramos la fina ironía de Cervantes, que se burla de la pedantería de otros autores mientras se rie un poco de si mismo "Y así ¿qué podría engendrar el estéril y mal cultivado ingenio mío, sino la historia de un hijo seco, avellanado, antojadizo y lleno de pensamientos varios y nunca imaginados de otro alguno...", un hijo al que Cervantes declara querer mucho y del que podría sentirse muy orgulloso.

Juan buscó al autor, Miguel de Cervantes, a través de su personaje y comenzó a estudiarlo y a tratar de entenderlo. Pensó al principio que, como ocurre muchas veces, el escritor se "manifestaría" a través de su criatura, como ocurre, por poner un ejemplo, en el caso de James Bond, que es el alter ego de Iam Fleming, pero no es así. Cervantes es el creador del Quijote, bromea sobre él, nos hace quererlo, reir y sufrir con sus infortunios, pero el autor se mantiene a distancia de su criatura.

Don Quijote es una criatura de ficción tan viva y "real" que parece un personaje histórico. En este mundo moderno, práctico y consumista, que nos obliga a todos a tener que ser Sancho Panza para sobrevivir, la verdad es que a casi todos nos gustaría ser Don Quijote o, al menos, un poco "quijotes". Un hombre de armas que, aunque no conquistó nada con su lanza nos ha conquistado a todos, con su humor, su ternura y sus "razonamientos"... Sin olvidar al bueno de Sancho, más que su escudero, su amigo.







viernes, 4 de diciembre de 2009

Una colección de arena


Los colores

de la


arena








Cuando se quiere poner un ejemplo de algo efímero o sin una base sólida, se dice que es como un castillo de arena, que se desmorona enseguida. Pero si hablamos de la colección de arena de Paqui Martinez Venteo, tendremos que reconocer que eso no es algo que se pueda deshacer facilmente, porque está bien consolidada y seguro que va a perdurar en el tiempo. Por cierto, que aunque empezó interesándose por la arena, ahora también hace colección de piedras y de tierra. La razón de esta "ampliación" en sus objetivos es que en muchas playas no hay arena, así es que ha decidido guardar una muestra de lo que allí se encuentre.

Muchos de nuestros coleccionistas nos confiesan que han empezado su colección casi sin darse cuenta, encontrándose ante el hecho consumado de que habían reunido muchos objetos de una misma temática, pero para Paqui no ha sido así: ella, nada más ver las playas de Cancún dijo "yo me llevo un poco de arena y empiezo una colección" y dicho y hecho, !hasta ahora!

Tenemos que precisar que a Paqui le interesa más el aspecto y color de la arena que su composición. Como noción elemental sobre la misma, hay que recordar que la arena está formada por partículas de rocas disgregadas, siempre y cuando dichas partículas presenten un tamaño de 00.63 a 2 mm., pues en el caso de que sean más pequeñas se considera que es limo, y si son mayores ya se denomina grava.

Por lo que se refiere a la composición, hay que decir que presenta un alto porcentaje de sílice, además de elementos variados, como hierro, feldespato, yeso, etc. Dependiendo de estos componentes presenta un color u otro. Por ejemplo, las arenas de las playas con arrecifes de coral suelen ser muy blancas, mientras que las provenientes de rocas volcánicas son negras.

Paqui se entusiasma hablando de una de sus arenas preferidas, la arena roja del desierto de Wadi Rum, en Jordania. También son espectaculares, según nos cuenta, las arenas negras y volcánicas de Tenerife, de Stromboli... Las blancas de Cancún, Barbados, Mauricio.. Las amarillas de Túnez y toda una variedad de tonos que existen y que son difíciles de describir con precisión.

Si nuestra coleccionista disfruta contemplando todas las muestras que ha reunido, igual o más feliz es al pensar en que gran parte de ellas las tiene gracias a la colaboración de muchas personas. Familiares, amigos, colegas y personas a las que ella no conocen personalmente, pero que saben de su afición, le han hecho llegar un recuerdo de los lugares que ellos han visitado. Digamos, y nunca mejor dicho, que han sido muchos los que han aportado su granito de arena a la colección.

Precisamente, a Paqui le interesa mucho la historia que hay detrás de cada muestra que le regalan estas personas. Aprecia el detalle de que se acuerden de su colección y las cosas que le cuentan sobre el lugar de origen. Por eso no deja de anotar en el dosier que dedica a cada muestra las anécdotas o datos que le ofrecen los donantes. Así, tiene anotado, por ejemplo, que la arena que le llegó de Dakar, en Senegal, se la trajeron unos amigos suyos, Jorge y Paula, cuando participaron como mecánicos de motos en el Rally, o que la tierra de Kazakhistane se la trajo su hermano cuando viajó hasta allí. Tiene una muestra recogida en el desierto Wadi Rum fue en el lugar donde se rodó Laurence de Arabia y las de Túnez donde se filmó "Star Wars". También tiene piedras del campo de concentración de Mathausen y, si no tiene de algunos otros sitios es porque iban en maletas que se han extraviado en algún aeropuerto y han desaparecido, como la arena que le traían del Cañón del Colorado...

Cuando le traen la arena, lo primero que hace es meterla un minuto en el microondas a la temperatura máxima, para desinfectarla. Después, busca en Google maps la situación exacta de donde proviene la muestra e imprimo una copia en papel para que se vea el paisaje donde está tomada y la información que se ofrece sobre él. Añade el nombre de la persona que le ha traido la arena y la fecha, para lo que le pide su acuerdo, porque esos datos los guarda en el dossier y los muestra al público cuando participa en exposiciones.

A continuación, va a su mapa mundi y señala el lugar con un alfiler y por último pone la arena en su bote correspondiente con ayuda de un pequeño embudo y una cucharilla y la etiqueta con el Dimo. A veces le traen la tierra ya introducida en frascos especiales que compran en tiendas de souvenirs, como la que le trajeron de Tierra Santa. Así es como, nos cuenta Paqui, ha aprendido un montón de geografía gracias a la colección.

También se interesa, además de las muestras de arena, por todos los objetos que se pueden hacer a partir de ella y de las piedras. Y no sólo hace esta colección, sino que también se dedica a la de placas de cava, lagartijas, monedas...

No queremos olvidarnos de decir algo importante: Paqui pertenece desde hace mucho tiempo a la Associació de Col.leccionistes de Corbera de Llobregat, que tanto hace por el coleccionismo.

Enfín, digamos que es ésta una colección interesante, barata y que hace soñar, como cuando miramos la etiqueta del frasco donde pone "playa de Vietnam" y los ojos se desplazan a la foto que la acompaña, una playa con mucha arena blanca, blanca...