sábado, 27 de junio de 2009

Una colección de tranvías y trenes industriales en Canarias


TREN....



TRAN....



VÍAS....




Alberto Marín se interesa por todo lo que concierne al transporte ferroviario. Podríamos decir que es un coleccionista-investigador o, al revés, un investigador-coleccionista, dedicado a estudiar con minuciosidad toda la historia de este medio de locomoción. Pero, aunque sigue con atención todos los aspectos ligados al mundo del tren, personalmente dedica su atención a los tranvías y ferrocarriles industriales de Canarias. Sus esfuerzos se dirigen a reunir todo el material gráfico y documental que haga referencia a ese tema.

Digamos que, hasta la fecha, lo que ha conseguido en mayor número son fotos y postales, pero, desde luego, también está interesado en todo tipo de cosas, como pueden ser documentos, billetes, insignias, etc.

Pero, para conocer su colección, lo mejor que podemos hacer es dirigirnos a "La Guagua" una página en internet que ya cuenta con diez años de andadura. En ella encontramos, por ejemplo, la historia de los tranvías eléctricos de Tenerife presentada por orden cronológico y debidamente ilustrada. Explica allí Alberto cómo fue todo el proceso para la instalación de los tranvías eléctricos en la isla, desde que se publicó la subasta para su concesión, el 11 de abril de 1899, hasta su inaguración oficial y el comienzo del servicio regular de la línea, en 1901.

Recordemos que los primeros tranvías, aunque se desplazaban sobre railes de fundición, eran movidos por tracción animal, ya fuera por caballos o por mulas. John Stephenson fue el encargado de poner en funcionamiento el primer tranvía urbano de Nueva York en el año 1832, cuyo recorrido cubría la distancia entre Manhattan y Harlem. En 1852 se experimentó una gran mejora en este medio de locomoción al encastrar los railes en la calzada, lo que también resultó muy positivo para poder compartir la vía pública con otros medios de locomoción. En España, los primeros tranvías movidos por caballerías circularon por Madrid en el año 1871. En 1879 se utilizó el vapor.

Por lo que respecta al tranvía eléctrico, parece ser que fue Werner von Siemens el responsable de que funcionara el primero de ellos por las calles de Berlín en el año 1879. Se considera, no obstante, que los primeros tranvías eléctricos que se pusieron en funcionamiento atendiendo un servicio regular, en ciudades de distintos países, fue en la década de los ochenta. En España la primera línea electrificada data de 1897.

Volviendo a la información sobre Tenerife, si la inauguración del primer tramo de línea eléctrica fue en 1901 hay que admitir que su permanencia en la isla no duró mucho (como ocurrió en tantos otros lugares) pues el Cabildo tinerfeño decidió suspender la explotación de este medio de locomoción en el año 1956. Fue una decisión tomada a raiz de los numerosos accidentes ocurridos a lo largo de ese año, lo que originó que se pensara que el servicio no ofrecía garantías de seguridad. Así, pues, dicho y hecho, tres años más tarde, en 1959, se levantaron todas las vías que recorrían la ciudad.

Recientemente, respaldado por el entusiasmo de la mayoría de ciudadanos, el tranvía a vuelto a las calles de Tenerife. El mes de junio del 2007 se inauguró la línea 1 del nuevo tranvía. Y el 30 de mayo de 2009 ha sido inaugurada la Línea 2. Trece millones de pasajeros han utilizado este medio de transporte durante el año 2008.

Por lo que se refiere a los trenes industriales, que es el otro tema de colección para Alberto, se trata, fundamentalmente, de los trenes de las obras en los puertos canarios y de los utilizados en las galerías de agua.

Son las galerías de agua una peculiaridad de la isla, donde siempre ha habido problemas para proveerse del líquido elemento y el ingenio de sus habitantes ha debido buscar soluciones para conseguirla. Con el fin de aprovechar el agua que discurre por el interior de la tierra se ha recurrido a los pozos, perforaciones verticales o a las galerías, excavaciones en forma de túnel que permiten con menos esfuerzo, gracias a la perforación horizontal, obtener el agua de los manantiales internos.

Antiguamente se hacían las galerías trabajando los hombres con la ayuda de caballerías, pero después se adoptó el sistema de carriles y vagonetas, que se utilizaba ya en la explotación de las minas de carbón (en realidad, este sistema de carriles y vagonetas utilizado en las minas parece ser que está en el origen de la invención del ferrocarril). Pero para conocer mejor los aspectos técnicos de la labor que se llevaba a cabo en las minas de agua, os aconsejamos visitar la "Guagua" de Alberto.

En dicha web muchos coleccionistas colaboran con sus artículos y ofrecen información y material gráfico. Y aunque de momento esta aportación de los coleccionistas ya es destacable, Alberto Marín aún espera completar muchos campos del coleccionismo ferroviario que no se han abordado. Entre los que ya presenta y los que de momento simplemente enuncia, encontramos facetas del coleccionismo tan variadas como: billetes de tranvías, sellos de trenes y tranvías, tarjetas telefónicas con el mismo tema, así como cupones de la Once y de otras loterías, guías de viaje, tablas de horarios, ropa, utensilios, modelismo, placas de fabricantes, lámparas de antiguas locomotoras, gorras de ferroviarios, etc. Si tenéis alguna aportación que hacer, seguramente seréis muy bien recibidos.

Además, es interesante destacar la mención de los principales Museos del Ferrocarril en España, un Diccionario de términos y conceptos ferroviarios y una sección del Ferrocarril en Latinoamérica.

Alberto también explica lo que fue el proyecto del Tren Vertebrado TV.2 de Alejandro Goicochea (creador del Talgo) en Las Palmas de Gran Canaria. En el año 1974 se inauguró oficialmente la circulación experimental de dicho tren en un tramo de un kilómetro y medio, pero, sobre todo a consecuencia de la oposición del público, al final el proyecto fue desechado. Entre los últimos meses de 1975 y principios de 1976 se desmanteló toda la infraestructura que se había instalado para su funcionamiento.

Una vez más, la labor de un coleccionista permite preservar un pedazo de la historia que nos pertenece a todos. En este caso su testimonio nos ha descubierto aspectos de un medio de locomoción, de una ciudad, de una sociedad... Ahora nos vamos, que el tranvía llega ya, otra vez.



sábado, 20 de junio de 2009

Lote n° 35 de imágenes de casas construídas sobre la vía pública o pasajes

Foto n° 206: Tallin (Estonia). Guillaume de Martelaer



Foto n° 207: Riga (Letonia). Guillaume de Martelaer



Foto n° 208: Calatayud (Zaragoza). Celedonio García


Foto n° 209: Eberbach (Alemania). M. J. Fuster



Foto n° 210: Rothenburg (Alemania). M. J. Fuster



Foto n° 211: Toledo. M. J. Fuster



Si queréis enviarnos una foto podéis hacerlo a:




¡Gracias!




sábado, 13 de junio de 2009

Una colección de Volkswagen en miniatura




EL COCHE


del


PUEBLO







Le pidieron (nada menos que Adolf Hitler) al ingeniero Ferdinand Porsche que diseñara un coche que no fuera caro, pero que fuera resistente, de fácil mantenimiento y que alcanzara con comodidad los 100 Kms. hora para poder circular tranquilamente por las recién construídas autopistas alemanas.

La respuesta de Porsche fue un automovil que reunía todos esos requisitos y que se puso a fabricar la recién creada marca Volkswagen en el año 1937.
Con el paso del tiempo el modelo por él diseñado, que se llamó Volkswagen Sedán, o Tipo 1, llegó a ser el más vendido del mundo, superando al pionero Ford T. Las cifras lo dicen todo: se han llegado a fabricar más de 21 millones de unidades de dicho Volkswagen.

Las vicisitudes por las que atravesó esta marca automovilística alemana los primeros años de su andadura fueron muchas. Durante la Segunda Guerra Mundial se dedicó a construir vehículos militares y armamento. En 1945, acabada la guerra, la fábrica completamente destruida pasó a depender del Gobierno militar británico y unos años más tarde volvió a ser alemana.
El Volkswagen Sedán se fabricó en Alemania desde 1938 hasta el 2003, salvo el paréntesis de los años del conflicto bélico.
Es curioso examinar la cantidad de nombres o apodos que se le han dado a este modelo. El que más éxito ha tenido ha sido el de "escarabajo", con el que se le conoce en muchos países latinoamericanos y en España, y que es traducción del Käfer que le atribuyeron los mismos alemanes, popularizado en Gran Bretaña y Estados Unidos con el término Beetle. Los mexicanos le llaman "vocho" y en otros países latinoamericanos se conoce como "cucaracha". En Ecuador parece ser que le llaman "pichirilo", en Italia "maggiolino" y en Francia "Coccinelle"... Estos son sólo unos ejemplos pues en muchísimos otros países han tenido la idea de "bautizarlo" con otro nombre diferente al oficial.
Arturo Hernández Morlet, nuestro coleccionista mexicano, se dedica a los coches miniatura a escala pero sólo de la marca Volkswagen. Lo que empezó siendo una afición ha pasado a ser una verdadera pasión, según él mismo reconoce. Pero, ¿cúando comenzó a coleccionar? ¿por qué esta marca? estas son algunas de las cosas que vamos a descubrir.
Cuenta Arturo que se aficionó a los Volkswagen porque era el coche que tenían en su famillia cuando él era pequeño. Recordemos que esta marca ha sido muy popular en México pues ya en el año 1962 se empezaron a ensamblar allí coches Volkswagen Sedán que se importaban desmontados de Alemania.
El 23 de octubre de 1967 se inauguró la Planta de fabricación en Puebla, que estuvo en plena producción hasta el año 2003. Incluso se exportó este modelo a Alemania, cuando en 1978 se dejó de producir allí. Una indicación del apoyo que encontró esta marca tanto en el público como en las autoridades mexicanas, es que el año 1971 el Distrito Federal decidió que todos los taxis y vehículos de transporte público debían ser Volkswagen.

Fue en uno de estos coches, concretamente en el de su madre, en el que Arturo aprendió dónde estaban los pedales del freno y el acelerador, donde empezó a probar las marchas y donde, finalmente, debutó como conductor. Con este aprendizaje pudo sacarse el permiso de conducir a los 16 años (que no la licencia).

Por aquellos años se empezaron a celebrar en "Ciudad de México", lugar en el que vivía, unas concentraciones de Sedan VW que recorrían parte de la ciudad y que levantaban gran expectación.
Después se hicieron por todo el territorio nacional y él las pudo disfrutar desde su nueva ciudad de residencia, Veracruz. Todas esas manifestaciones deportivas y populares ayudaron a mitificar más a sus ojos ese tipo de coche.
Del Volkswagen Sedán le gustaba la forma a la vez maciza y aerodinámica, la sensación de fortaleza y resistencia que desprendía. Esta admiración por el modelo oficial no era obstáculo para que Arturo quisiera darle un toque personal. Recuerda que durante un fin de semana de sus vacaciones escolares, después de haber rascado con mucha paciencia toda la pintura original (ayudado por sus amigos), le pintó a su madre todo el coche de arriba a abajo, transformándolo completamente. Luego, cuando ya tuvo su propio auto, pasó a cuidar con mimo los acabados "Tuning" y los detalles originales, pero pronto se dio cuenta que cualquier accesorio costaba mucho dinero, así es que pensó que más valía moverse en el terreno de los posibles y se puso a hacer colecciones de escalas del KÄFER escarabajo. Pues, aunque está interesado por varios modelos de esa marca, es éste su favorito.
Lleva ya más de doce años con esta colección y en este tiempo ha participado activamente en todos los proyectos e iniciativas pensados para favorecer la divulgación de su afición favorita. Acude a exposiciones y manifestaciones de coleccionistas, donde disfruta mostrando sus mejores piezas y encuentra amigos con los que intercambiar ejemplares repetidos, además de conocimientos y opiniones.
Próximamente va a participar en el "XI Concurso de Modelismo Estático" que tendrá lugar los días 4 y 5 de julio en el Puerto de Veracruz, en el recinto de la Reforma. En esta ocasión, además de los premios especiales por categorías que se otorgan cada año, habrá un premio especial para las categorías "Blitzieg", "Das Boot" y, como no, VOCHOMANIAC.

Si le preguntas a un apasionado de los coches como él qué automóvil tiene, te puedes encontrar con una respuesta como ésta:
"Tengo un Volkswagen modelo 1973 con motor original 1500, el mismo que aparece en la factura de compra del mismo año. Edad del coche: 36 años. Radica en: Boca del Río, Veracruz. Llantas: Toyo 15´´. Rines originales con tapones del modelo VW Sport Jeans y arillos cromados. Modificaciones: escape Pancho Mendoza de dos salidas, rodilleras, spoliler frontal, antena tipo Jetta, calaveras de modelo 1968 con direccionales en ámbar, cuartos laterales...." etc. etc.

Y es que con este mismo detalle examina cada uno de los ejemplares de su colección y reproduce con minuciosidad accesorios y diferentes elementos que exhibe junto a ellos, para hacer más viva la representación de sus admirados vochos.

Es pues, ésta, una colección de un coche con personalidad, que se distingue rápidamente de todos los demás y que despierta pasiones. Si habéis caído en la Vochomanía podéis ir a toda velocidad a visitar las webs y foros de internet de Arturo, como el Grupo Volkswagen a escala o AHMORLET donde podéis ver su colección y los numerosos videos que ha presentado en youTube. ¡Buen viaje!

viernes, 5 de junio de 2009

Una colección de latas de cerveza





LA CERVEZA



INVISIBLE...






Es una cerveza invisible porque no se ve, pero está allí, dentro de un recipiente metálico, brillante y colorista. Por el mensaje que nos transmiten los nombres y dibujos desparramados por la superficie del envase, sabemos que la lata guarda para nosotros el famoso líquido color miel, hecho de cebada y lúpulo.

Cierto es que hace un tiempo se pensaba que el invento de las latas de aluminio podía tener éxito con otro tipo de bebidas, pero no con la cerveza, pues a las personas que la beben les gusta contemplar su color y espuma, sin embargo hoy día las ventajas que presenta este tipo de envasado han conseguido que se imponga su consumo. Las latas ofrecen una gran resistencia a las roturas, su
contenido está protegido de la acción de la luz, son fáciles de manejar porque son más ligeras y ocupan menor volumen, dan la seguridad de que no se ha introducido ningún elemento extraño en el recipiente, permiten la reciclabilidad y se consigue un rápido enfriamiento ¿quién da más?
José Luis Rodriguez Martín es un coleccionista gallego de latas de cerveza y lo mínimo que se puede decir de él y de su colección es que las guarda de una manera e-s-p-e-c-t-a-c-u-l-a-r. Sólo hace faltar examinar las fotos para hacerse una idea de ello.

José Luis empezó con su colección en el verano de 1993, de lo que se acuerda perfectamente porque fue en aquella fecha fue cuando empezó a estudiar en Lugo mientras compartía piso con dos amigos, Eduardo y Hugo, a los que considera también padres de la colección. Tampoco olvida cuáles fueron las primeras marcas de la misma: Lowenbraü, Fosters y Bavaria.

Aunque al acabar el curso dejó un poco abandonada la incipiente colección, después, en el año 2001, volvió a retomarla con fuerza y actualmente cuenta ya con 1.657 piezas, de más de 98 países. Todo este impulso ha sido posible gracias al contacto con otros coleccionistas vía internet, que además de incrementar la colección en cantidad y calidad le ha permitido conocer a personas estupendas.

Para seguir la historia de las latas de cerveza no hay que remontarse muy lejos en el tiempo.

Fue allá por el año 1909 cuando se empezaron a llevar a cabo los primeros intentos de envasar la cerveza en un recipiente metálico. Los inconvenientes más previsibles eran la reacción química que pudiera originarse entre el metal y el contenido del envase, así como la dificultad de encontrar un cierre que pudiera soportar la presión interior.
Se consiguieron superar los obstáculos iniciales y finalmente en el año 1935 apareció en el mercado la primera lata de cerveza, de la Gottfried Krueger Company, de Newark (New Jersey) con el nombre de "Finist beer". A finales del mismo año la cervecera Felinfoed Brewery Co, de Gales, lanzó la "Pale Ale". No pasó mucho tiempo cuando Alemania, Bélgica y Países Bajos pusieron en el mercado sus productos en esta nueva versión.


En España parece ser que la marca que primero comercializó la cerveza en lata fue la desaparecida Cruz Blanca, cuando en 1966 lanzó su "Skol International Lager". Otras firmas le siguieron después, como la Damm en 1978, pero hay que pensar que no fue hasta el año 1980 cuando se empezó a fabricar en España latas de acero. La producción de latas de aluminio comenzó en 1993.

Los primeros envases metálicos tenían el aspecto de las clásicas botellas de cerveza con cuello, que se cerraba con tapón de rosca. No es de extrañar que fuera así porque los inventos suelen ser consecuencia de una "evolución", no es que de repente se le ocurra a nadie diseñar una lata de cerveza...

Así pues, siguiendo el impulso de mejorar y perfeccionar lo que se conoce, se fueron introduciendo cambios en el modelo original, como le eliminación del "cuello" de la lata y el recurso a los cierres planos, lo que indujo a experimentar sistemas de apertura más convenientes. Recordemos que al principio las latas se abrían con un abrelatas especial en forma de pico, que hacía dos agujeros y, poco a poco, se llegó al sistema implantado actualmente, con anilla "stay on".

Las latas de la colección de José Luis, obviamente, están todas bien vacías. Es así en primer lugar porque la cerveza es un producto que caduca y puede corroer la lata por dentro y, además, el peso que tendrían que soportar las estanterías donde las guarda sería excesivo. Y, otra razón de peso (nunca mejor dicho) para que estén vacías es que a nuestro coleccionista le gusta tanto la estética del envase como el contenido que ofrecen !siempre es un placer descubrir la cerveza que hacen en un país que no se conoce y degustar nuevos sabores!

Como no podía ser menos, José Luis tiene una estupenda web donde muestra su colección y ofrece ejemplares repetidos para intercambiar. Allí podemos constatar que entre los países que tiene mejor representados figuran España y Alemania, de los que tiene alrededor de 350 latas de cada uno de ellos.
Entre los formatos que más busca nos menciona José Luis el 33/34/35 cl. Las latas de más de 500 cl. no las colecciona. Por lo que se refiere a las marcas, puede decirse que le interesan todas. Ahora está más volcado en conseguir piezas de aquellos países de los que todavía no tiene ninguna.

Como le hemos preguntado a nuestro coleccionista dónde guarda toda su colección, nos ha contado que de momento ha conseguido encontrarles un sitio en las estanterías al menos al 99% del total que posee. Hay que reconocer que el ingenio no le falta. Empezó poniéndolas en estanterías pegadas a la pared, luego las subió hasta el techo y ahora ha ideado un tipo de estanterías dobles que se abren como un libro. Nos cuenta que precisamente es el problema del espacio el principal motivo de abandono de los coleccionistas de latas de cerveza.

Esperando que ese momento no llegue para él y que siga encontrando nuevos lugares para lucir su colección, le damos las gracias por habérnosla mostrado.



lunes, 1 de junio de 2009

Lote n° 34 de imágenes de casas construídas sobre la vía pública o pasajes






Foto n° 200: Toledo. M. J. Fuster



Foto n° 201: Ansbach (Alemania). M. J. Fuster



Foto n° 202: Toledo. M. J. Fuster



Foto n° 203: Leutershausen (Alemania). M. J. Fuster



Foto n° 204: Sarrión (Teruel). Celedonio García



Foto n° 205: Varsovia (Polonia). M. J. Fuster






Si queréis enviarnos alguna foto podéis hacerlo a:




¡Gracias!