viernes, 23 de abril de 2010

Lote nº 49 de imágenes de casas construídas sobre la vía pública o pasajes





Foto nº 289: Rocafort de Queralt (Tarragona). Joan Casadevall


Foto nº 290: Chinchilla de Montearagón (Albacete). Angel Pérez Avellaneda



Foto nº 291: Albarracín (Teruel). Angel Pérez Avellaneda



Foto nº 292: Granada. Angel Pérez Avellaneda


Foto nº 293: Rothenburg (Alemania) M. J. Fuster


Foto nº 294: Olot (Girona). María José Fuster





Si queréis enviarnos fotos podéis hacerlo a:


¡Gracias!





viernes, 16 de abril de 2010

Una colección de envoltorios de caramelos


ENVOLTORIOS multicolores, para


CARAMELOS de todos los sabores





José Ramón Muñoz García colecciona envoltorios de caramelo, el papel que los envuelve. ¿Cuál es su función? (nos referimos a la de los envoltorios), pues preservar al caramelo lo más eficazmente posible de los agentes externos y proporcionarle un atractivo especial para que apetezca comerlo.
Con el fin de conseguir el primer objetivo, que es buscar la buena conservación del producto, se cuida la calidad del papel con que se envuelve, con el fin de que la golosina se mantenga en buen estado, sin sufrir alteraciones ni en su composición ni en su aspecto. En muchas ocasiones se pone directamente sobre el caramelo un papel pequeño que suele ser parafinado y que evita que el caramelo se pegue al envoltorio y, después, se utiliza otro que envuelve el caramelo junto al papel parafinado.

Por lo que se refiere al papel que se utiliza como envoltorio principal, es decir, el que aparece en el exterior, se procura habitualmente que sea vistoso y atractivo, pues es lo que va a decidir al potencial consumidor a elegir ese artículo. Hay empresas que lo que más destacan es el sabor de la golosina o las características del producto y otras que utilizan como reclamo principal el nombre de la marca que los fabrica. De todos modos, habitualmente de lo que se trata es, gracias al color y diseño del envoltorio, sugerir lo más aproximadamente posible qué es lo que se va a encontrar el consumidor dentro del envoltorio y, si le parece bien, también dentro de su boca. Hasta un niño pequeño sabe que un papel amarillo encierra un caramelo de limón y que si es de color rojo casi seguro que es de fresa. También hay ocasiones en las que lo único que se pretende es conseguir un bonito efecto estético del caramelo envuelto.

Recurriendo a un medio u otro, la creatividad de los diseñadores trabaja para hacer pasar el mensaje de lo que quieren vender a través de la pequeña superficie del envoltorio. Junto a una gran cantidad de sabores diferentes (frutas, plantas aromáticas, licores, flores, infusiones, etc.) se ofrecen cada vez más nuevas propuestas (se enfatiza sobre la eficacia de la golosina para combatir el cansancio, eliminar el mal aliento, etc.).

La textura del tipo de papel exterior depende mucho de la forma del caramelo, pues si en las presentaciones tradicionales, como los caramelos de tipo bolsa (con cierre del papel en un sólo lado) o los de forma de mariposa (cerrados en dos puntos) se suele utilizar el papel de celofán, para otro tipo de caramelo, como el cuadrado (tipo Sugus) o los alargados y rectangulares, se recurre a un papel más recio y menos brillante.

Por cierto, que es fácil saber si un caramelo ha sido envuelto a mano o a máquina: cuando se ha usado una máquina los extremos del papel que encierran el caramelo van en el mismo sentido, mientras que las puntas del papel con que se envolvían los caramelos a mano iban cada una en una dirección, porque la mano derecha del operario/a que lo había envuelto lo había apretado hacia adelante (hacia el exterior), mientras que su mano izquierda se había movido hacia el interior (hacia su cuerpo).
José Ramón empezó con esto de los caramelos hace ya unos cuantos años, unos diez o doce. La verdad es que no se le había ocurrido hasta que un amigo suyo, coleccionista como él de vitolas, le preguntó si no alguna otra cosa además de eso. Entonces, pensó que era buena idea interesarse por otras cosas y se decidió por los envoltorios de caramelo.
Del dicho al hecho no pasó mucho tiempo, pues poco después se fue de vacaciones de Semana Santa a Torrevieja y allí consiguió juntar más de media bolsa de esas de plástico que dan en los supermercados, con los caramelos que repartían los "capirotes", pues es costumbre que éstos lleven sacos hasta de 30 kilos de golosinas para darlas a grandes y chicos.

Este es un aspecto interesante de la colección, el que no es necesario gastar mucho dinero para conseguir nuevos ejemplares. Los caramelos los suelen regalar en muchos lugares, como tiendas, empresas, bancos, restaurantes, hoteles, etc. además de los que se reparten durante las cabalgatas de Reyes y otros acontecimientos. Y como buen coleccionista, José Ramón tampoco le hace ascos a algún envoltorio que encuentra por la calle ¡la colección es la colección! También recibe muchos envoltorios de conocidos y amigos, algunos de los cuales hasta tienen el detalle de dejar el caramelo dentro.
Para obtener información sobre la historia de la empresa y la fabricación de los dulces nuestro coleccionista no duda en dirigirse directamente a fabricantes de caramelos que, la mayoría de las veces, le han facilitado amablemente no sólo los datos que les pedía, si no que le han regalado envoltorios, e incluso bovinas enteras de papel para envolver. Por cierto, que José Ramón no compra muchos caramelos y si alguna vez lo hace es para ofrecérselos a sus compañeros de trabajo, que se ve que ellos sí que son unos verdaderos devoradores.

Otra cosa que José Ramón también considera interesante en esta colección, es que estos pequeños pedazos de papel ofrecen mucha información sobre los gustos y evolución de una sociedad. En ellos se pueden apreciar diferencias de un país a otro y también de una a otra empresa. Por ejemplo, es curioso ver cómo algunas de ellas son más generosas con el papel, otras lo "miran" más, y tantos otros detalles.

Lo que se observa fácilmente, mirando algunas de las fotografías que ofrecemos en este comentario, es el cambio de orientación operado en la industria de los caramelos: ha pasado de ser un dulce que se ofrecía únicamente al público infantil, a ser un artículo destinado a consumidores de todas las edades. Y es que, los fabricantes de caramelos salen al paso de los detractores de estos dulces proponiendo caramelos que no engordan, que no estropean la dentadura, incluso proclamando el aporte vitamínico que proporcionan, etc.
José Ramón tiene escaneados ya más de 5.600 ejemplares y todavía le falta hacer esta operación para unos 3.000 del resto del mundo. El proceso que sigue para su catalogación es el siguiente: primero guarda los envoltorios en unas bolsas, todos mezclados. Posteriormente, los clasifica por país y empresa y los va colocando en unos álbumes de fotos con los correspondientes rótulos, donde se conservan perfectamente. Ya tiene 12 ó 14 álbumes completos.

Cuenta con representación de 54 países, algunos tan exóticos como Mali, Malasia, Indonesia, Ghaha. A veces, por cierto, pensando descubrir nuevas piezas de otros países se ha llevado alguna sorpresa. Por ejemplo, en una ocasión unos amigos le trajeron caramelos de su país, Marruecos, con todo el envoltorio escrito en árabe, y resultó ser que estaban fabricados en España.
Como es lógico, nuestro coleccionista lo que más aprecia en los envoltorios es su rareza y antiguedad, pero también valora los recuerdos que muchas veces le traen, de un viaje, de unos buenos momentos. Actualmente, lo que más le gustaría conseguir es algún papel de los míticos caramelos SACIS, pero reconoce que es tarea difícil, a no ser que alguien conserve algún ejemplar escondido por un cajón de su casa y ¡se lo pueda hacer llegar!
No suele intercambiar mucho, aunque conoce a otros coleccionistas de este artículo, casi todos ellos catalanes. De Sabadell es uno de sus amigos y, además colega de trabajo, que también tiene una importante colección.

José Ramón no sólamente se interesa por los envoltorios de caramelos sino que colecciona prácticamente de todo, desde vitolas de puro a servilletas de papel, postales, peines de hoteles y hasta palillos (mondadientes). De alguna otra de esas originales colecciones nos hablará en otra ocasión, de momento se pueden contemplar en su web.

Y, como a nadie le amarga un dulce, vamos a comprarnos un caramelo, nos lo comemos con deleite y, nada de tirar el papel a la papelera, se lo guardamos con cariño a un coleccionista de envoltorios.



viernes, 9 de abril de 2010

Una colección de palíndromos



EsTo aLababa Lao Tse






Víctor Carbajo ha nacido y vive en Madrid, es compositor y músico y tiene muchos y diversos intereses y hobbys, pues también es pintor y hace estupendos dibujos, fractales, de todo. Además de apasionarse por las matemáticas resulta que le encanta jugar con las palabras y eso ha dado pie a que haya formado su particular colección de palíndromos, entre otras cosas.

¿Qué es un palíndromo? pues la palabra o frase que se lee lo mismo de izquierda a derecha que de derecha a izquierda, es decir, podríamos llamarlas palabras o frases capicúas.

¿Este ejercicio mental de buscar palíndromos tiene alguna utilidad? (cuestión muy planteada por personas con sentido práctico), pues no que se sepa, aunque es de esperar que algún efecto benéfico deba tener, porque siempre es mejor hacer trabajar la cabeza que tenerla inactiva. Lo que podemos asegurar es que a fuerza de intentar hacer palíndromos uno acaba leyendo con mucha facilidad en los dos sentidos las palabras escritas, incluso se intuyen las posibilidades de "enlazarlas" entre si. Y otro efecto positivo es que los palíndromos dan muchas satisfacciones, porque, cuando se consigue formar uno, se siente una gran alegría ¡cosas más inexplicables ocurren cada día y nadie pretende justificarlas!

Víctor ha hecho una recopilación de 42.424 palíndromos españoles, de diferentes autores, de los que 18.073 son creaciones suyas, teniéndolos registrados como autor en el Registro de la Propiedad Intelectual. Ha compuesto, también, el MEGAPALINDROMO más largo jamás formado en nuestro idioma, pues contiene 140.721 letras reunidas en un total de 22.132 palabras. Hasta ahora el palíndromo más largo, con 104.000 letras, era el registrado en el Libro Guiness de los Records, con el título "Dr. Award and Olson in Oslo" cuyo autor es Lawrence Lewine.

Al tratar de hacer un palíndromo lo que busca el palindromista (palabra que no sabemos si es correcta), es una palabra o frase escrita respetando las reglas gramaticales, que se pueda leer indistintatemente de izquierda a derecha o al revés. Si la frase resultante tiene o no tiene sentido, eso, en principio, es indiferente, aunque siempre se siente uno más contento si ha obtenido como resultado una frase con cierta lógica, tipo "Será mala cosa, yo hoy aso calamares", o "A canalla con oro no callan acá", pero, claro, no siempre es posible conseguirlo. Entre los que tienen un significado disparatado podemos mencionar: "Ajeno cederá hoy o yo haré de coneja"; "Oirán a Cleopatra mal o la mar tapó el canario"...

Evidentemente, hay una técnica para intentar hacer palíndromos, que consiste en hacer uso de palabras que, a priori, son fáciles de adaptar. Queremos decir con esto que p. e. con la palabra "prueba" no hace falta que probemos nada, porque es prácticamente imposible encontrar algo que suene a "abeurp" (que sería el resultado de leerla al revés), sin embargo hay otros vocablos que dan mucho juego, p. e. Adán. Podemos decir: "Adán, a ti sor Ana paranóica racionará pan, a Rosita nada", o: "Ay! nada ama Adán ya" o: "Adán, ven, ya hay nevada", o "Adán no cede con Eva y Yavé no cede con nada", entre otras posibilidades. Existen también las palabras palindrómicas, como ANA, SOPAPOS, etc. que facilitan las cosas.
LA MAGA PROMETE, TE METE TEMOR, PAGA MAL

Víctor tiene diferentes webs para dar a conocer sus aficiones y actividades profesionales. Desde ellas se puede llegar a consultar su recopilación de palíndromos, donde viene detallado el nombre del autor de cada uno de ellos. Por cierto, que también le divierten otros juegos con palabras y curiosidades lingüísticas, como los poemas de Quevedo en los que comienzan todos los vocablos con la misma letra (tautogramas); o la composición de Rubén Darío "Amar hasta fracasar" en la que sólamente se ha utilizado una vocal, la letra "a"; o la obra de Georges Perec "La disparition" escrita en 1969, en la que no se utiliza la letra "e", la más usada en francés (lipograma). Pero como estamos hablando de su colección de palíndromos, nos quedamos con ellos. Pondremos para terminar uno de sus preferidos, de autor anónimo:

La ruta nos aportó otro paso natural

y otro que hemos visto parecido en su recopilación,

acata o ataca

y el que sigue, que no estamos seguros si ya existe... Si ya está pensado, casi seguro que Víctor lo tiene y, en caso de que no lo tenga, se lo regalamos para su colección:

Ay! amo torero, ¡toma ya!


sábado, 3 de abril de 2010

Lote nº 48 de imágenes de casas construídas sobre la vía pública o pasajes

Foto nº 283: Hondarribia (Guipúzcoa). Carmelo Sacristán


Foto nº 284: Sant Joan de les Abadesses (Girona). M. J. Fuster

Foto nº 285: Olot (Girona). M. J. Fuster

Foto nº 286: Iniesta (Cuenca). Angel Pérez Avellaneda


Foto nº 287: Villanueva de la Jara (Cuenca). Angel Pérez Avellaneda

Foto nº 288: Bologna (Italia). Bruce Taylor