miércoles, 11 de junio de 2014

Pins de fútbol


PON UN PIN


En esta semana se inicia el Campeonato Mundial de Fútbol 2014 y, para poner un poco de ambiente futbolero (como si nadie hablara del tema...), queremos presentaros a Carlos Isidoro España, un coleccionista argentino interesado, entre otras cosas, en los pins de fútbol.
Carlos está seguro que comenzó su colección el año 1989, aunque no recuerda exactamente qué día fue. Y, también sabe, que si se decidió a empezarla fue fundamentalmente por dos motivos bien precisos: el primero, es que le ha gustado el fútbol desde siempre. El otro motivo, es que se sentía magnetizado por los pins que veía cuando pasaba ante un escaparate comercial en la zona céntrica de Buenos Aires, cerca de donde trabajaba.
Los primeros ejemplares que consiguió, se los prendía en una gorra que se había comprado especialmente para coleccionarlos. Y es que las gorras es uno de los lugares favoritos para lucir los pins, además de los ojales de las solapas de las chaquetas o en los bosillos de algunas prendas. 
Desde que Carlos era un niño (con unos 7/8 años de edad) y por influencia de su padre, que fue un gran seguidor del Racing Club de Avellaneda, él también fue siempre un ferviente simpatizante de ese club. Actualmente, además, es uno de los directores de su Archivo Histórico junto a Luis Fernando Paso Viola, con el que están escribiendo algunos libros sobre la historia de dicha institución.
Nos explica Carlos que colecciona pins de fútbol en general, es decir, de clubes, federaciones, conmemorativos, partidos, mascotas... Ahora ya supera los 11.000 ejemplares.
Para conseguirlos recurre a varios procedimientos. Si son de Argentina conoce a un distribuidor que le tiene al tanto de las novedades que le van llegando, y también le provee de algunos de otros países de Latino América. Los de Europa los consigue gracias al intercambio con otros coleccionistas, pero si se trata de otros continentes, ya resulta más difícil.
Y, hablando del tema de los coleccionistas, nos cuenta Carlos que conoce a varios de ellos, pero que no resulta fácil realizar intercambios con frecuencia, básicamente por una cuestión económica, ya que a él no le es posible dedicar grandes cantidades a este asunto. La situación de nivel de ingresos en su país (como en muchos otros) es difícil en algunos sectores y con las colecciones hay que controlarse.
Preguntado por cuál es su pin preferido, nos dice que ese es siempre el próximo que quiere obtener. Aunque todos tienen lugar en su colección y reciben el mismo lógico cuidado y protección, lo que le gusta siempre es incrementar el material que posee. De todos modos, si tuviera que elegir algunos ejemplares en particular, se inclinaría por los originales británicos (aunque hay muchas copias que no suelen ser de la mejor calidad) y de los países de Oceanía.
La base de los pins es siempre metálica y sobre ella los colores son de esmalte a fuego o pintados (a veces, la pintura está recubierta con alguna resina). También los hay de plástico y de chapa, impresos, pero no resultan tan atractivos porque suelen ser de mala calidad.
La mayoría de los pins, Carlos los tiene identificados por países, en el caso de que se trate de clubes; los de federaciones nacionales están agrupados por continente, y los de partidos o torneos, por el tipo de competencia (los diferentes Campeonatos Mundiales, Copas, etc.). De algunos países, subdivide los pins por regiones o provincias por la gran cantidad que tiene de ellos.
Aunque procura tenerlos todos clasificados y ordenados, siempre hay algún remanente de los últimos pins que va recibiendo y que están pendientes de ser ubicados en su respectivo lugar en la colección.
Los motivos decorativos que aparecen en ellos pueden ser muy variados, todos los que uno puede imaginarse: iniciales, banderas, fechas de aniversario, medios de locomoción, animales, balones de fútbol, plantas o árboles, botellas, montañas, ríos, estadios... es imposible hacer una lista exhaustiva de las imágenes que pueden verse en un pin. Nos cuenta Carlos que los que ha mencionado son apenas un ejemplo de los más habituales. 
Por otra parte, recordemos que pin en nuestro idioma significa insignia y decimos esto porque a además del pin habitual se encuentran en la colección diferentes modelos de insignias, con diversos sistemas de cierre o enganchado, dependiendo fundamentalmente de su antigüedad y la función a las que están destinadas.
Entre las piezas "deseadas", esas que le gustaría tener, desde luego están los pins británicos que todavía no tiene, y que siempre están en su pensamiento cuando hace planes para incrementar la colección. También le gustaría conseguir algunos de los países de Oceanía, Asia y Africa, por la dificultad que hay de obtenerlos. De Europa, quisiera contar con algún ejemplar de Liechtenstein, porque no tiene ninguno de ese país. Así es que, ¡ánimo! si alguien de vosotros tiene "repes" de ese país, poneros en contacto con Carlos. 
Aunque hoy hablemos solamente de su colección de pins, colecciona también otras cosas referentes al mundo del fútbol. Además, junto a su amigo Marcelo Chiarello, coleccionista especializado en figuritas o cromos de fútbol y sus sobres (aunque no solo eso), organizan exposiciones de material deportivo donde muestran lo que han conseguido reunir entre los dos, vamos, prácticamente de todo: camisetas, calendarios, cromos, fotos, sellos, tarjetas postales, medallas, banderines, etc.
Por cierto, en otra ocasión os presentaremos a Marcelo, sus colecciones y sus bonitos estampados sobre piedra. Pero ahora, mientras esperáis ver los partidos del Mundial, podéis visitar el blog de Carlos sobre los pins de fútbol de todo el mundo.  






2 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente! y muy apropiado para las fechas! Muy interesante, gracias por su dedicación

Sandwich Campeon dijo...

Hola amigo, te ofresco algunos Pines de mi coleccion.

Saludos