El gusto es mío,
y el envoltorio, también
Ester Bragado, madrileña, es una coleccionista de envoltorios de chicle, pero no de cualquier tipo de envoltorios, sino de aquellos de las décadas de los 80 y 90 en España, que son los chicles que ella misma compró y degustó. Así pues, Ester ha limitado su interés a un espacio y una época muy concretos, a diferencia de lo que hace nuestro amigo y coleccionista chileno Roberto Back con su estupenda colección, que comprende envoltorios de chicle de todos los países y de todas las épocas.
Ester comenzó con su colección cuando tenía aproximadamente diez años, porque se guardaba los envoltorios de los Boomer, que le parecían muy bonitos. Después de ésto, o mejor dicho, debido a ello, se dio cuenta de la gran cantidad de chicles diferentes que pasaban por sus manos, y se animó a guardarse los cromos que acompañaban a los chicles. Fue un poco más tarde cuando, además de los envoltorios de los Boomer, tomó la decisión de guardarse todos los envoltorios de los chicles que se comiera. Y, a medida que iba acumulando envoltorios, más contenta estaba de hacerlo, porque se dio cuenta de lo perfecta que era su colección para una niña, ya que no le costaba ningún dinero extra, porque los chicles se los iba a comer de todas formas y, además, era un artículo barato. Siempre le había gustado coleccionar cosas, pero al ver la cantidad de chicles que iban saliendo al mercado, tuvo el convencimiento de aquella nueva colección era a la que le iba a dedicar su atención, pues le resultaba muy interesante ¡y apetitosa!
Si se ha concentrado en las decadas de los 80 y 90 es porque es la época de su niñez y adolescencia. Como la inmensa mayoría de los envoltorios provienen de chicles que ella misma ha consumido, no hay que buscar entre ellos fechas anteriores a los 80, pues ella todavía era un bebé. Por esa misma razón, es decir, por el hecho de que ella los compraba para comérselo, se trata preferentemente de producto español, salvo alguno extanjero que pudo comprar cuando viajaba.
Lo que le gusta de estos envoltorios es que suelen ser muy variados y componen gráficamente lo que podríamos llamar un álbum de su niñez. Ellos guardan las imágenes de películas y dibujos animados que estaban de moda entonces, de las series de televisión más populares, de los cantantes que triunfaban. y no sólo hay que quedarse en estos aspectos que aportan las imágenes, sino que también es curioso encontrarse con palabras y expresiones que se utilizaban entre los jóvenes y que han ido cambiando. En fín, una serie de elementos que ayudan a evocar y recordar muchas cosas.
Les ha cogido cariño porque han estado mucho tiempo junto a ella, que ha crecido en su compañía y hasta recuerda en muchos casos cómo y dónde los compró. Le encanta el formato de aquellos que costaban 5 pesetas y que traían cromos relacionados con los que estaba de moda entonces y mirarlos es recordar todas aquellas cosas que de otro modo quedarían en el olvido. Como hemos comentado, en estos simples papelitos, que se utilizan muchas veces para envolver el chicle masticado y dejarlo en una papelera, se puede encontrar un recopilatorio de la actualidad y los personajes más populares del momento y, por supuesto, reflejan también los cambios que experimenta la sociedad en muchos aspectos. Por ejemplo, los premios que se ofrecían para promocionar el chicle, expresan muy bien lo que se consideraba "lo último" en cada época ( balones, camisas, videojuegos, ordenadores...).
Por cierto, hablando de los regalos que ofrecían los chicles, además de los cromos "normales", llevaban cromos con imagen desdoblada en dos colores para ver con gafas anaglifo, adhesivos, pegatinas, calcomanías, etc. Ester recuerda los famosos tatuajes que proporcionaban algunos de ellos, como Los Pitufos en los años 80, o las tiras de cómics de Bazooka. Hay que tener en cuenta que, en aquellos años, los chicles estaban destinados preferentemente al público infantil y juvenil, no como ahora que se ha diversificado mucho la oferta, gracias a toda la gama de productos sin azúcar que se ofrecen tanto en tiendas de alimentación, como en quioscos y hasta farmacias. Muchos de ellos están pensados para ayudar a dejar de fumar, eliminar el stress o adelgazarse, por ejemplo.
Este cambio en la presentación del producto ha sido un factor importante para que Ester haya dejado de comprar más chicles, pues el formato de chicle con cromo, que es el que a ella le interesa, así como los que están asociados a series y películas, prácticamente ya no se fabrican, aunque quedan algunos. Si bien es cierto que ha tenido un tiempo su colección inactiva, sin ocuparse de ella, actualmente nuestra coleccionista se ha propuesto ampliarla comprando ejemplares antiguos para poder completar las series que tiene sin terminar, pero siempre dentro del marco temporal que se ha fijado. Ya ha conseguido algunas piezas interesantes, lo que ocurre es que al ser cosas tan específicas a veces se ofrecen a precios muy altos. También ha tenido ocasión de hacer algún intercambio gracias a internet.
Entre sus piezas favoritas Ester señala, dentro del formato clásico de cinco pesetas, "Dragones y Mazmorras" que dice que es como el "abuelo" de todos los demás, porque es el más antiguo, concretamente de 1985.
Ester tiene todos los ejemplares debidamente clasificados, guardados en carpetas con sus correspondientes premios (y los álbumes, cromos, etc.). Ahora ha hecho una base de datos y puede llevar la colección al día. El número de envoltorios que tiene supera los 500, que para ser un área geográfica determinada y un periodo relativamente pequeño es mucho.
Ultimamente Ester ha creado un blog donde piensa ir presentando toda su colección. De momento no tiene muchas entradas (ya ha dado información sobre "Dragones y mazmorras", Isidoro, Snorkels, "Pulga y linterna" y "La llamada de los Gnomos"), pero va a continuar trabajando en ello. Y nosotros le deseamos mucho éxito.
Ultimamente Ester ha creado un blog donde piensa ir presentando toda su colección. De momento no tiene muchas entradas (ya ha dado información sobre "Dragones y mazmorras", Isidoro, Snorkels, "Pulga y linterna" y "La llamada de los Gnomos"), pero va a continuar trabajando en ello. Y nosotros le deseamos mucho éxito.
3 comentarios:
HE INTERCAMBIADO CON ROBERTO, TODO UN SEÑOR.... GRAN COLECCIONISTA,UNA COLECCION QUE QUISERA VER...
los envoltorios de chicles me trajeron muchisimos recuerdos de repente. gracias por el aporte.
una cosa que siempre he buscado son unas imagenes disney que venían bajo los tapones de las botellas de refresco Fanta. aveces inconscientemente volteo los tapones aver si hay alguna jajaja hay que ver la mente como es si la dejas
Extraordinario. Tengo un centenar de envoltorios, casi todos de Argentina y algunos de Chile y Brasil pero de estos ninguno. Una belleza.
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