miércoles, 10 de octubre de 2012

Una colección de etiquetas de cerveza colombiana



La cerveza de Colombia

  Ernesto Arévalo Fernández es colombiano y tiene una interesante colección de etiquetas de cerveza de su país. Eso no significa que no se interese por la cerveza de otros lugares, pero la colección la ha limitado a las etiquetas de Colombia ¡que ya son muchas!
Empezó con esta colección en el año 2002, cuando inició sus estudios universitarios. En aquella época la cerveza acompañaba las charlas con los amigos y ellos procuraban aprovechar la ocasión para probar diferentes tipos, tanto  de cervezas nacionales como de extranjeras.
Ernesto pensó que conservar las etiquetas de las cervezas que probaba, podía ser un buen modo de recordarlas, así es que empezó a guardarlas. En algunas de ellas,  escribía en el reverso la fecha en la que la había tomado. Así se le despertó la curiosidad por conocer diferentes marcas y tipos y miraba siempre en el mercado si había alguna que le faltaba conocer. Después, observándolas mejor, se dió cuenta que algunas marcas tenían diferentes versiones, y que variaban las presentaciones de las botellas retornables y las no retornables, y como en algunas ocasiones el diseño era bastante diferente, decidió guardar una etiqueta de cada tipo.
Colombia es un país de mucha tradición cervecera, y el rubio elemento está presente en reuniones familiares, reuniones sociales, ferias, fiestas. También es, por excelencia, el objeto que se gana o se pierde en las apuestas que se hacen entre amigos para los encuentros deportivos, etc. Para atender este mercado, además de la producción industrial existen para los amantes de la cerveza muchas micro cervecerías y cervecerías artesanales con sabores para todos los gustos. 
Parece ser que las semillas de cebada se introdujeron en Colombia en el siglo XVI, pero no se sabe con exactitud cuándo empezó a producirse. Hay que recordar que la cerveza es una bebida alcohólica no destilada, que se fabrica no sólo de los granos de cebada sino que pueden utilizarse otros cereales, cuyo almidón es fermentado en agua con levadura, aromatizándose después con lúpulo u otros aromas. En Colombia se han consumido desde muy antiguo diferentes tipos de bebidas fermentadas, similares a la cerveza por su modo de producción. Algunas de estas bebidas están elaboradas con granos, otras con tubérculos y también con frutas.  Entre los cereales utilizados se encontraba el maiz. Por lo que se refiere al  origen de la industria cervecera puede datarse en la segunda mitad del siglo XIX. Entre 1850 y 1900 se registraron un centenar de productores.
Actualmente Ernesto tiene unas 60 marcas de Cervezas Colombianas. Le hemos preguntado cuál o cuáles son sus preferidas y nos dice que aquellas que ya no se encuentran en mercado, ya que por ese hecho tiene un valor histórico añadido, además, la antigüedad del papel  e incluso los diseños las hacen estéticamente muy agradables.
Desde hace un año aproximadamente Ernesto tiene un blog Etiquetas de Cerveza Colombiana  que gracias a la colaboración de muchos coleccionista está en crecimiento. Y, hablando de coleccionistas nos cuenta que contactan con él colegas de todo el mundo para solicitarle intercambio de etiquetas de Cerveza Colombiana. Por ejemplo, por nombrar a algunos de ellos, quiere recordar a coleccionistas de Canadá, Alemania, República Checa, Polonia, Argentina, España, Chile, México, personas de muchos países y, desde luego, también de Colombia, con las que ha tenido la oportunidad de hacer intercambios. Hay que señalar, por lo que se refiere a Colombia, que existe un grupo de coleccionistas muy activo. En el blog de Ernesto hay una página del listado de algunas personas que se dedican a este tema cervecero colombiano, que han creado en facebook un grupo llamado COCOCER (Coleccionistas Colombianos de Cerveza).
Es interesante lo que nos cuenta Ernesto sobre la catalogación de sus piezas, porque son problemas y dudas que  se plantean a muchos coleccionistas, a cada uno en su tema. Nos dice que, a pesar de que tiene todas las piezas escaneadas y las sube al blog, al principio quería llevar la contabilidad de todas, pero se dio cuenta que algunas variaban sólo en la pequeña etiqueta superior o en la etiqueta trasera, y entonces ya no supo si contarlas todas o sólo la frontal, que en algunas ocasiones se puede convertir en la principal.
Despegar las etiquetas de las botellas no es tarea fácil, pues muchas veces el papel  y la cola utilizados no permiten sacarlas sin que se rompan, por eso muchas veces se pone en contacto directamente con las cervecerías, que amablemente le facilitan algunos ejemplares. Ernesto no se olvida de poner en su blog los debidos agradecimientos. Y él también tiene el nuestro, por habernos explicado tantas cosas.


 

4 comentarios:

Yelena YK dijo...

Buenas tardes. Me llamo Yelena, soy de Rusia, de MoscU. Me gusta mucho su blog, lo leo desde hace mucho. Yo no colecciono nada, no me sale. Mi madre colecciona angelitos, pero por ahora los tiene poquitos. Me interesa ?de dOnde usted saca todas esas historias, dOnde usted las encuentra? Gracias. Muy amable. Yelena.

lacole dijo...


Hola Yelena, gracias por visitar Procoleccionismo, y me alegro de que te guste. Si le ayudas un poco a tu madre con su colección de angelitos, un día os podremos dedicar un comentario en el blog ¡ánimo!
Yelena, los coleccionistas se encuentran por todas partes, y tú seguro que conoces a muchos, aunque ellos no te hayan dicho nada. Se reconocen porque son curiosos, se interesan por las cosas y son generosos ¡y simpáticos! (¿seguro que no te apetece coleccionar algo?).

Yelena YK dijo...

Hola. Gracias por haberme contestado.
No es que no me apetezca coleccionar nada (me apetece y mucho y deseo coleccinar tantas cosas, por ejemplo: plumas estilogrAficas, tinteros, ceniceros, barquitos y coches en miniatura, armas, relojes, soldadillos y otras cosas por estilo). Es que no me sale. Yo creo que coleccionando algo la gente reemplaza una cosa opor la otra. Y yo, por lo visto, no tengo nada que reemplazar. No me sale. Gracias por todo. Yelena.

lacole dijo...

Hola, Juan Ignacio, disculpa si me he retrasado con la contestación a tu mensaje, me he despistado. Gracias por darme la dirección de tu blog, iré a visitarte hoy mismo. ¡Saludos!