Volando, oh, oh
En el año 1987, Alvaro Tolosa Ugarte empezó a coleccionar pins de todo tipo, con la complicación que eso conllevaba a la hora de clasificarlos y ordenarlos. Finalmente, desde hace 5 ó 6 años, ha decidido limitar su colección a algunos temas concretos, como el de los Globos Aerostáticos (y dirigibles), Puzzles de pins y, por cercanía, todo lo referido a Vitoria-Gasteiz y provincia, así como del País Vasco, que es su tierra.
En el año 1987, Alvaro Tolosa Ugarte empezó a coleccionar pins de todo tipo, con la complicación que eso conllevaba a la hora de clasificarlos y ordenarlos. Finalmente, desde hace 5 ó 6 años, ha decidido limitar su colección a algunos temas concretos, como el de los Globos Aerostáticos (y dirigibles), Puzzles de pins y, por cercanía, todo lo referido a Vitoria-Gasteiz y provincia, así como del País Vasco, que es su tierra.
El motivo por el que se decantó por coleccionar el tema de los Globos es, simplemente, porque siempre le han gustado. Piensa que es un tema bonito, pintoresco y llamativo. El inconveniente es que, aunque en realidad hay bastantes pins dedicados a ello, no es fácil encontrarlos. Y menos, encontrarlos para intercambiar, porque aunque van saliendo nuevos modelos a la venta, lo dificil es conocer a otros coleccionistas con los que poder cambiar piezas repetidas. De todos modos, Alvaro ha conseguido hacerse ya con la respetable cifra de unos 1000 pins de globos y dirigibles, que guarda cuidadosamente en carpetas. Clasificarlos sigue siendo un poco complicado, pero intenta agruparlos por secciones, ya sea, por ejemplo, los relacionados con publicidad de bebidas, con concentraciones de globos, etc.
Pero, antes de seguir hablando de los globos, vamos a precisar de qué estamos hablando exactamente.
Los aerostatos son aeronaves provistas de uno o más recipientes llenos de un gas más ligero que el aire. Dentro de las aeronaves hay que distinguer entre los globos aerostáticos y los dirigibles y de los dos tipos hace colección Alvaro. Los globos están compuestos por una bolsa que encierra una masa de gas más ligero que el aire. Para ello se ha utilizado el hidrógeno, que tiene el inconveniente de ser muy inflamable, o el helio, que aunque resulta más pesado que el hidrógeno es más seguro. En la parte inferior suele llevar una estructura sólida llamada barquilla, o alguna otra pieza, como puede ser un sensor. Los aerostatos no dirigibles se dejan llevar por las corrientes de aire. Los dirigibles, a diferencia de los globos, son propulsados y guiados.
La utilización de los globos aerostáticos se remonta al siglo XVIII. Entre los pioneros más conocidos figuran los hermanos franceses Joseph y Jacques Montgolfier, que después de haber realizado ya algún intentó, consiguieron sorprender a la corte de Versalles en septiembre de 1782, al elevar sobre sus cabezas un globo con tres pasajeros muy especiales: un gallo, una oveja y un pato. Por ellos se le dio el nombre de mongolfiera a este tipo de globos. Parece ser, no obstante, que ya en 1709 un sacerdote brasileño había ofrecido a su rey, Juan V de Portugal, la experiencia de ver alzarse un globo al espacio, lo que ocurrió en la Casa de Indias de Lisboa. No obstante, el primer valiente que se atrevió a viajar en globo fue Jean-François Pilâtre de Rozier, en Francia. En España, la primera persona que consiguió volar fue el italiano Vicente Lunardi, quien el 12 de agosto de 1792 hizo un recorrido de una hora de tiempo, desde los jardines del Buen Retiro de Madrid hasta la Villa de Daganzo, cerca de Acalá de Henares. ´
Iberoamérica también cuenta con sus pioneros, desde José María Alfaro, que consiguió elevar un globo en Xalapa, Veracruz el año 1784, hasta los autores de otras experiencias en Venezuela, Cuba, Perú, Argentina, etc. Se considera que fue el argentino José María Flórez el primero en realizar un vuelo en globo, y lo hizo en Colombia, en la década de 1840.
Por lo que se refiere a los dirigibles, podemos decir que surgieron a partir del descubrimiento de los globos, al intentar dotar a éstos de mecanismos que permitieran su gobernabilidad. En 1784 Jean Pierre Blanchard fue el primero en agregar un propulsor manual a un globo aerostático y ya en 1785 cruzó el Canal de la Mancha con un globo al que había añadido unas alas como propulsores y un timón. En 1852, se consiguió propulsar un dirigible con una máquina de vapor.
Y para terminar esta breve reseña, pues no es nuestra intención hacer un recorrido por la historia de estos artefactos, es imprescindible mencionar los famosos dirigibles Zeppelin, que fueron un invento del Conde Ferdinand von Zepelin, en la década de 1890. Poco antes de la Primera Guerra Mundial se habían utilizado dirigibles con fines militares, para estudios de reconocimiento, y cuando estalló el conflicto armado se llegó a pensar que los dirigibles, dotados de bombas, iban a ser el arma más eficaz para destruir ciudades y flotas enemigas. No obstante, no llegaron a jugar el papel que se había supuesto que desempeñarían.
Hemos comentado que en los primeros dirigibles se utilizó como principal gas de sustentación el hidrógeno, pero no fue así en Estados Unidos, donde se pudieron permitir recurrir al helio, yaa que era el único país productor de este gas. El trágico final del dirigible Hindenburg, se atribuyó a la inflamabilidad del hidrógeno, aunque después se encontraron otras posibles causas. Recordemos que ese dirigible alemán, tipo zeppelin, se incendió y quedó completamente destruido cuando realizaba las maniobras de amarre en la estación aeronautica de Lakerhurst (Nueva Jersey, USA), el 6 de Mayo de 1937.
Iberoamérica también cuenta con sus pioneros, desde José María Alfaro, que consiguió elevar un globo en Xalapa, Veracruz el año 1784, hasta los autores de otras experiencias en Venezuela, Cuba, Perú, Argentina, etc. Se considera que fue el argentino José María Flórez el primero en realizar un vuelo en globo, y lo hizo en Colombia, en la década de 1840.
Por lo que se refiere a los dirigibles, podemos decir que surgieron a partir del descubrimiento de los globos, al intentar dotar a éstos de mecanismos que permitieran su gobernabilidad. En 1784 Jean Pierre Blanchard fue el primero en agregar un propulsor manual a un globo aerostático y ya en 1785 cruzó el Canal de la Mancha con un globo al que había añadido unas alas como propulsores y un timón. En 1852, se consiguió propulsar un dirigible con una máquina de vapor.
Y para terminar esta breve reseña, pues no es nuestra intención hacer un recorrido por la historia de estos artefactos, es imprescindible mencionar los famosos dirigibles Zeppelin, que fueron un invento del Conde Ferdinand von Zepelin, en la década de 1890. Poco antes de la Primera Guerra Mundial se habían utilizado dirigibles con fines militares, para estudios de reconocimiento, y cuando estalló el conflicto armado se llegó a pensar que los dirigibles, dotados de bombas, iban a ser el arma más eficaz para destruir ciudades y flotas enemigas. No obstante, no llegaron a jugar el papel que se había supuesto que desempeñarían.
Hemos comentado que en los primeros dirigibles se utilizó como principal gas de sustentación el hidrógeno, pero no fue así en Estados Unidos, donde se pudieron permitir recurrir al helio, yaa que era el único país productor de este gas. El trágico final del dirigible Hindenburg, se atribuyó a la inflamabilidad del hidrógeno, aunque después se encontraron otras posibles causas. Recordemos que ese dirigible alemán, tipo zeppelin, se incendió y quedó completamente destruido cuando realizaba las maniobras de amarre en la estación aeronautica de Lakerhurst (Nueva Jersey, USA), el 6 de Mayo de 1937.
Y hablando de Estados Unidos, Alvaro nos cuenta que en su colección tiene una importante representación de ese país, ya que suelen celebrarse allí muchas concentraciones de globos, lo que constituyen excelentes ocasiones para presentar pins conmemorativos. También nos dice que, además de los pins en sí mismos, le gusta documentarse sobre el tema y procura encontrar las fotos de los globos y dirigibles que tiene en pins.
Ahora caemos en la cuenta que nos hemos olvidado preguntarle a nuestro coleccionista si ha viajado mucho, poco o nada en este medio de transporte aéreo... bueno, con su cuerpo no lo sabemos, pero seguro que mentalmente se ha dejado transportar más de una vez por el cielo infinito, a bordo de esos bonitos y coloridos artilugios. ¡Volare, oh, oh!
1 comentario:
son una autentica gozada,no he volado nunca en ellos pero estoi seguro que lo voi ha hacer el dia menos pensado,tu coleccion de pins me gusta mucho sobretodo porque coincide con la mia que es de marcas de bebidas,miraré mis repetidos por si tengo algo aunque francamente lo creo dificil otro coleccionista de el tema aerostaticos es Jordi goñi que cualquier dia nos sorprende anunciandonos una exposicion de todo su material recopilado
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