viernes, 8 de enero de 2010

Una colección de fotografías de los barcos y aviones que llegan a Mallorca


Vi,

pasar un tren,

y un avión,

y un bello barco

cruzando el mar...


Alberto Huarcaya Azañón, además de ocuparse de su profesión y de algunas otras aficiones que tiene, se dedica a fotografiar los barcos que llegan a Mallorca y, no sólo eso, sino que busca toda la información posible sobre ellos. Curiosa actividad que se designa con un nombre bien preciso: spotting (del inglés to spot, que significa observar, identificar...). En realidad, no sólo se interesa por los buques, sino por todos los medios de transporte: ferrocarriles, autobuses, aviones, aunque hoy en Procoleccionismo queremos comentaros sólamente estas últimas colecciones.
Nos ha explicado que el motivo de que se haya inclinado por esta actividad y haya decidido hacer de ello el tema de su colección, se debe seguramente a la influencia familiar (como ocurre muchas veces). El caso es que su padre trabaja en el muelle de Mallorca y desde hace años es lo que se podría decir un coleccionista no declarado, ya que le gusta hacer fotos a los barcos y reunir información sobre ellos, pero de una manera muy libre, sin pretender coleccionar. Pero al verlo tan aficionado, Alberto se ha interesado en el tema.

Desde luego, Alberto vive en el sitio ideal para poder hacer esta colección, pues si a Mallorca llegan muchos buques y barcos de todo tipo su número tampoco es que sea "excesivo", lo que permite "controlarlos". Nos cuenta nuestro coleccionista que si, por ejemplo, viviera en Barcelona podría volverse loco con el movimiento que se registra cada día en el puerto.

Hemos hablado de razones familiares a la hora de haber elegido esta colección, pero lo cierto es que Alberto siempre se ha sentido muy atraido por los medios de transporte en general. Le fascina pararse a observar el movimiento de los trenes, los viajeros, la belleza y tecnología de los vehículos, sean del tipo que sean.

En la preferencia que siente Alberto por los barcos, probablemente influye también el hecho de que él es fotógrafo de profesión y es especialmente sensible al atractivo que ofrecen las composiciones en el mar. Destaca en ellas el color y los contrastes entre los elementos estáticos y los que están en movimiento. Como contrapartida, nos confiesa que la proximidad del mar le da una sensación de soledad y vacío, pero no ve en ello algo negativo.

Nos cuenta Alberto, que a cada barco que fotografía al atracar en el puerto de Mallorca le dedica, aproximadamente, una hora de su tiempo, pues hace distintas tomas de las embarcaciones a medida que se van acercando. A veces ocurre que al final no le gusta las fotos que ha obtenido y se va aprisa y corriendo a otro lugar para buscar nuevas perspectivas. Si tiene conocimiento de algún buque que va a llegar y él no puede acudir al puerto, siempre existe el recurso de pedirle a su padre que les haga las fotos.

Las embarcaciones que llegan a Mallorca son de todo tipo, pues hay petroleros, buques de pasajeros, cruceros, cargueros, barcos oceanográficos, etc. Para conocer los datos de cada uno, Alberto consulta algunas webs como fotosdebarcos.com o Localizatodo. También obtiene información de la Autoritat Portuaria de Baleares y, como no, muy especialmente de su padre, que trabajando en el muelle tiene posibilidades de aportarle datos. No olvidemos que el spotting consiste precisamente en eso, en repertoriar y clasificar, según los criterios establecidos.

Alberto tiene un blog llamado "Train & Shipspotting en Mallorca" donde, además de las fotos de los barcos, ha empezado a colgar las que hace desde hace un tiempo a los aviones. Reconoce que la técnica es completamente distinta y que para ser spotter aéreo se requiere una gran rapidez, por eso, de momento y hasta que adquiera más práctica, prefiere fotografiar helicópteros, a los que puede captar con más calma.

Esta actividad de spotting aéreo está muy difundida y existen grupos de aficionados en casi todos los aeropuertos. Lo que varía de un lugar a otra es la permisividad con la que las autoridades toleran su presencia, pues así como hay países en los que se les brindan zonas adecuadas para poder fotografiar, existen otros en los que argumentando razones de seguridad se les ponen muchas trabas para poder practicar su pasión. Alberto nos ha contado que en Ibiza hay un grupo de verdaderos expertos en la materia.

Otra característica de los spotters tanto aéreos como de otros medios de transporte es que suelen ser coleccionistas muy sociables a los que les gusta compartir su información, de allí que existan varios foros por internet.

Aunque hoy nos hemos ocupado sólo de esta original colección, Alberto también tiene bastantes más, como la de billetes de tren, de autobuses, bolígrafos con propaganda, cámaras fotográficas, juguetes no antiguos y Guerra de las Galaxias. En realidad, su colección de fotos de barcos y aviones es la más reciente. La de barcos la comenzó "en serio" el año pasado (2009) y la de aviones es muy nueva, pues apenas tiene unos meses de existencia. Nosotros hemos querido acompañarle en el inicio de su recorrido y desearle muy buen viaje, por la senda de este moderno coleccionismo.





4 comentarios:

K dijo...

A pesar del frío y la nieve, dan ganas de viajar a Mallorca. Gracias por tu página.

Rafael Castillejo - rafaelcastillejo.com dijo...

Pues sí, yo opino lo mismo en un día que en Zaragoza el cierzo sopla sin compasión. Por otra parte, tengo un buen recuerdo de Mallorca y quizá si yo hubiese vivido allí también habría fotografiado muchas veces diversos lugares de esa preciosa isla.

Anónimo dijo...

¡Me encantan las Baleares!

Roman (desde Tenerife)

Solitaria dijo...

¡El próximo verano me voy de vacaciones a Mallorca!