sábado, 20 de marzo de 2010

Una colección de tebeos para chicas



Los tebeos

de las


niñas...












Venancio Anguas Fernández colecciona tebeos destinados al mundo infantil y juvenil femenino y, puede decirse, que ha llegado a esta colección "por culpa" de su familia, o gracias a ella... Nos explicamos:

Venancio es de Pilas (Sevilla) y siendo todavía muy pequeño coleccionaba muchas cosas, pues se interesaba por los cromos, los sellos, las láminas de soldados, las cajas de cerillas, las vitolas de los puros, etc. Los tebeos también le gustaban mucho, aunque lo de decidir coleccionarlos fue después de recibir un regalo que le hizo un tío suyo, que consistía en un lote de tebeos de "El Guerrero del Antifaz". Fue a partir de entonces, cuando ya empezó a guardar y reunir todos los ejemplares que podía de esa serie y de otras como "Hazañas Bélicas", "El Jabato", "El Capitán Trueno", "Roberto Alcazar y Pedrín" y todos los que se publicaban.

En aquellos tiempos, en la década de los 50, Venancio ya empezó a intercambiar con otros amigos coleccionistas y se inscribió en el Club Andaluz del Tebeo. A medida que cumplía años, la afición no decrecía sino todo lo contrario pues, como siempre le ha gustado mucho el dibujo y la pintura, ha tenido debilidad por todas las ilustraciones en soporte papel.

Después, Venancio se casó y tuvo dos hijas y entonces pensó que la temática de sus tebeos no sería lo que más les iba a gustar a ellas (aunque nunca se sabe), así es que empezó a comprar y guardar tebeos de niñas. Actualmente tiene más de 3.800 ejemplares de tebeos de chico, además de ediciones facsímiles. De tebeos de niña "sueltos" cuenta con más de 100 números. De "Sissi" y "Sissi juvenil" también tiene más de cién y otros tantos del Dúo Dinámico, además de otras series.

¿Qué deben decir los psicólogos y actuales pedagogos, educadores y otros profesionales de la Enseñanza sobre esta distinción entre temas de niño y temas de niña? pues probablemente no deben estar de acuerdo con que así sea, pero los hechos son los que son y una colección sirve como testimonio de lo vivido en una época.

Así, pues, volviendo a aquellos años puede decirse que por un lado estaban los tebeos de guerra, aventuras exóticas, etc. que eran para los chicos y, por el otro lado se encontraban los cuentos de hadas y los tebeos con heroinas, amores y noticias de los ídolos de la canción o del cine de aquél momento, que estaban destinados a las muchachas en la "edad del pavo".

Los cuentos de hadas a los que nos referimos (el tema de los cuentos de hadas, con su larga tradición oral y escrita es más complicado de lo que parece...), son aquellos tebeos con títulos sugestivos y pocas hojas en el interior, donde se ilustraba más que se contaba una historia. Los argumentos eran casi siempre los mismos y los protagonistas tampoco solían cambiar mucho: había un príncipe, una princesa (o conde y condesa), algún campesino o campesina (o leñador/cazador), un hada mala, otra buena, un ogro o un gnomo y poco más. El mensaje que transmitían aquellas historias era que el bueno, valiente e ingenioso, y la buena, desgraciadita y guapa, siempre eran recompensados al final. En la última viñeta se podía ver su felicidad y, entonces, las protagonistas tenían ocasión de lucir unos trajes preciosos, con unos peinados llenos de bucles, adornados por grandes diademas.

Más tarde empezaron a publicarse otro tipo de tebeos ambientados en la época contemporánea, con historias modernas y nuevas propuestas para atraer al público juvenil femenino. Los temas que se proponían eran bastante intrascendentes y pensamos que este tipo de publicación ya no pretendía pasar ningún mensaje, aunque, evidentemente, pasar siempre se pasa algo (el hecho de no querer "pasar" ya es una manera de "pasar", valga la redundancia...). Algunas de estas publicaciones fueron las precursoras de las foto-novelas, que tanto éxito tuvieron después.

A pesar de la falta de contenido, estos tebeos también tenían su encanto y contaron con muy buenos ilustradores.

Venancio ahora tiene guardados sus cuentos y tebeos en cajas de cartón, muchas de ellas todavía son las que hizo él mismo cuando era un chiquillo. Siempre que tiene ocasión compra algunos ejemplares en el Rastro de Madrid, o en el mercado de los jueves de Sevilla (Calle de la Feria) o al Charco de la Pava, y acude los domingos a la Plaza del Cabildo, también en Sevilla.

La afición a coleccionar no se suele agotar con el tiempo, lo que ocurre es que muchas veces el coleccionista cambia de sujeto de interés. Eso es lo que le ha ocurrido a Venancio. Si empezó de niño coleccionando muchas cosas diferentes, que ya hemos mencionado, y después se interesó por las tarjetas postales y cuentos, en la década de los 60 se centró en la música. Luego, en los 70 se dedicó a filmar en super-ocho y a todo lo relacionado al cine, y ahora dedica muchas de sus energías al belenismo, actividad en la que es un maestro.

Independientemente de cual sea el tema de su colección, Venancio se dedica a ellas con la misma pasión y método, consiguiendo que todas sean muy representativas y estén bien documentadas.

Entre las páginas de ésta colección que acabamos de mostraros, se descubre un mundo irreal que muestra mejor que muchos otros medios cómo era la mentalidad de una época y de una sociedad. Además, eran cuentos y tebeos que no se leían y se desechaban, sino que se ojeaban una y otra vez, porque siempre se encontraba un dibujo, una imagen que hacía soñar. Cuando no nos prendábamos del vestido vaporoso que lucía la doncella, lo hacíamos del apuesto principe (que justo dos páginas antes lo habíamos visto convertido en un ciervo, una rana o un gorrión). ¡Viva la fantasía!



8 comentarios:

Rafael Castillejo - rafaelcastillejo.com dijo...

Supongo, María José, que ahora que has conocido a Venancio, no será la última vez que aparezca en tu blog, porque atesora muchísimas cosas, algunas de gran interés. Gracias a él, algunas de las secciones de mi web se han visto ampliadas en cantidad y calidad, como la de tebeos, libros de escuela o álbumes de cromos. Siempre recordaré el día que contactó conmigo como uno de los más importantes para mí desde que subí mi "viejo desván" a la Red. Ya quisiera yo haber tenido ayudas así de algunos de mis paisanos.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Cuantos buenos recuerdos! Toda la niñez (y la inocencia) perdida!

Filo

Claudio Fernández dijo...

Muy Bueno !!

Tere dijo...

¡No sabeis lo feliz que me haceis trayendo a mi memoria tantos recuerdos!

Anónimo dijo...

Rafael: tu página es superguay

ERES UN FENÓMENO

Blas de San Blas

Rosendo Figueruelas Rodríguez (JAEN) dijo...

Yo soy un fanático de los TBOs. Nunca se me ocurrió que se podían coleccionar: no habré tirado a la basura miles de ellos!

Alejo dijo...

¡Ya estoy esperando la próxima colección!

Justino dijo...

Una de las mejores colecciones de la web.