miércoles, 30 de abril de 2008

Una colección de acordeones


UNA COLECCIÓN...

QUE SUENA

MUCHO


Cuco Pérez es un artista, un músico profesional que toca el acordeón desde hace más de 20 años. Nacido en Segovia y de formación musical autodidacta, Cuco ha pertenecido a grupos tan emblemáticos en el panorama musical como Nuestro Pequeño Mundo, Celtas Cortos, La Musgaña, Radio Tarifa, La Troupé de la Merced, etc.

Habitualmente, acompaña en concierto a artistas de primera fila tanto nacionales como extranjeros y, destacados directores de cine, han solicitado su participación como intérprete en sus films.

Otra faceta de su carrera profesional es la de componer temas de música para películas, teatro, documentales, etc.

En el año 1990 grabó su primer disco en solitario: "Cambiando el paso".
Podemos mencionar, también, otra de sus múltiples actividades, nos referimos a su colaboración en el programa de la Ruta Quetzal.

Entre tanto concierto y tanto viaje por todo el mundo, Cuco no ha perdido ninguna ocasión de descubrir y conseguir ejemplares de su instrumento favorito, el acordeón. En muchas ocasiones se trataba de piezas en muy mal estado, pero él, con la ayuda del experto luthier Francisco Perdiguero, las ha restaurado con mimo y técnica, y las ha devuelto a la vida, mejor dicho, a la música.
Así es como ha conseguido hacerse con una importante colección de más de 200 acordeones. En ella se pueden encontrar desde modelos antiguos, de mediados del XIX, hasta los más modernos, equipados con sistemas electrónicos.
Sobre el origen del acordeón hay diversas teorías, pero generalmente se da por buena la que establece que el acordeón fue inventado en Viena el año 1829. Al menos, fue con esa fecha cuando Cyrillus Demian (1772-1847) construyó y patentó allí un instrumento con el nombre de Accordion, o acordeón.
Desde entonces, dicho instrumento ha experimentado numerosas transformaciones en su concepción y diseño. Para comprender ese cambio sólo hace falta pensar en que los primeros modelos poseían sólamente cinco teclas, y los actuales acordeones de concierto tienen más teclas que un piano. Lo que es seguro es que, a pesar de los diferentes tipos que se presentan en el mercado, con estructuras diversas, adaptados en muchas ocasiones a la música local que se va a interpretar, se trata siempre de un mismo instrumento: el acordeón.

Toda esta información y más, puede encontrarse en su página, en la que Cuco Pérez ofrece datos tanto sobre su colección, como sobre su faceta de músico.

Nos cuenta nuestro coleccionista que para él el valor de las piezas que posee no reside sólamente en la antigüedad de algunos modelos muy apreciados, como una Flutina de Busson del año 1945 (Busson fue uno de los primeros constructores de acordeones franceses), sino que aprecia en cada una de ellas diferentes aspectos, como pueden ser las características técnicas que poseen, su belleza o, simplemente, su valor sentimental, ya que muchas de ellas tienen detrás suyo una historia curiosa.
Después de haberos presentado este coleccionista tan especial, nos vamos ya con la música a otra parte, pero seguro que os queda el eco de una buena melodía (!sinfonía diríamos!), el de su estupenda colección.

Decimoséptimo lote de imágenes de casas construídas sobre calles y pasajes

Foto n° 97: Chía (Huesca) Mari Carmen Carrera


Foto n° 98: Bruselas (mjfuster)



Foto n° 99: Lascuarre (Huesca) Celedonio García

Foto n° 100: Roncesvalles (mjfuster)

Foto n° 101: Lascuarre (Huesca) Celedonio García


Foto n° 102: Potes (Cantabria)



miércoles, 23 de abril de 2008

Una colección de cosas de la escuela


Vamos al colegio



La "b" con la "a".........................ba
la "b" con la "e".............be
la "b" con la "i"....bi
la "b" con la "o"..........bo
la "b" con la "u"...................bu


ba, be, bi, bo, buuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu


Carmen Morales es profesora de enseñanza primaria. Visitando su blog Chibiritaino se pueden conocer algunas de sus aficiones. Entre otras cosas, es una estupenda jardinera, cocinera, encuadernadora, mermeladora (vamos, que hace unas mermeladas estupendas), etc. Y otra de las aficiones de Carmen es coleccionar todo tipo de objetos de otros tiempos.
De ese viaje al pasado, nuestra coleccionista se ha traído muchas cosas curiosas, como muñecas, cajas de lata, cajas de cartón, recortables, cuentos de hadas, etc. pero hoy queremos mostrar algunas piezas de una de sus colecciones preferidas, que tiene un tema bien preciso: el material escolar. En esta categoría incluye todos aquellos objetos que tienen relación con la escuela de antaño y con los niños en edad escolar.


Nos cuenta Carmen que siempre le ha llamado mucho la atención el modo con el que se decoraban aquellos antiguos útiles escolares y el esmerado cuidado y mimo con el que se hacían. Es una nostálgica de aquellos tiempos. Por otra parte, como profesora que es, evalúa y aprecia el valor didáctico del material utilizado en la escuela.

Disfruta encontrando y guardando pizarras, pizarrines, plumieres de madera, cartillas para aprender a leer, tinteros, secantes, todos aquellos objetos que ya no se encuentran en las aulas actuales, porque han caído en desuso.

Es cierto que hay objetos que todavía siguen utilizándose, aunque han evolucionado mucho a causa de los materiales con los que ahora se fabrican y por la estética actual. Por eso, también es interesante conocer cómo eran los anteriores. Así es que también guarda cuadernos, compases, atlas, etc.

Entre todas esas cosas, si Carmen siente predilección por algo es, precisamente, por los libros de texto, de los que ya ha conseguido reunir 267 ejemplares. Para poder hacerse con esa cantidad, ha visitado todo lo asiduamente que le ha sido posible rastros y ferias de papel. Y nos confiesa, que su marido y sus hijos le han ayudado mucho en esta "recolección".

Entre esos libros de texto destaca nuestra coleccionista las famosas enciclopedias Álvarez, que deben su nombre a su creador, Antonio Álvarez Pérez, maestro nacional de Zamora. Comenzaron a ser editadas en 1954 por casa Elma de Zamora, pero a partir de 1956 fue la Editorial Miñón de Valladolid quien las publicó.

Por lo que respecta a las Enciclopedias, podemos recordar que el Primer Grado se dirigía a los niños hasta 7 años, el Segundo Grado para alumnos de 7 a 12 años y el Tercer Grado a los mayores, de 12 a 15. Esta editorial publicó también durante décadas "El Catón Moderno" y luego las cartillas con las que aprendieron a leer varias generaciones de paisanos nuestros.
Carmen también cuenta en su colección muchos ejemplares de libros de Historia, de lecturas, manuales de buenas maneras, métodos de idiomas, diccionarios, libros de dictados...

Junto a los libros que había que leer por obligación, estaban todos aquellos que los niños devoraban por "devoción" y, entre ellos, figuraban en primer lugar los famosos cuentos publicados por la editorial de Saturnino Calleja.

Esta editorial, además de la publicación de libros de enseñanza primaria, atlas, libros de cocina, etc. publicó más de 3.000 títulos de cuentos infantiles. Junto a ediciones muy cuidadas ofrecía otras populares, que ponía en el mercado a bajo precio. Contaba con una plantilla de buenos ilustradores que hacían muy atractivos para los niños aquellos pequeños cuentos. Cuentos cuyos textos habían sido tomados de diversas fuentes, pero casi todos ellos "adaptados" libremente para el público nacional. Carmen posee más de 50 ejemplares originales de cuentos de Calleja.

Otro tipo de objetos que le gustan mucho a nuestra coleccionista son los boletines de notas o premios extraordinarios de colegios de monjas, y las innumerables medallas que se ofrecían como recompensa por algún mérito o a las que se podía aspirar perteneciendo a alguna congregación: Hijas de María, de San Luis, del Sagrado Corazón...

Nosotros le concedemos nuestra medalla de honor a Carmen, por la colección tan bonita y entrañable que nos ha dado a conocer. No sólo ha sabido guardar libros, cuadernos y plumieres, sino que también nos ha transmitido la ilusión y el palpitar de los niños de otras épocas. Además, con todo lo que nos ha enseñado: !hemos aprendido mucho!

martes, 22 de abril de 2008

Una colección de lápices

L A P I C E R O S




A Anna la conocemos por su colección de dedales, pero ahora, como coleccionista reincidente que es, la presentamos en su faceta de coleccionista de lápices. A ella no le interesan los lapiceros de colores, sino los que llevan escrito un mensaje particular (una palabra, un lema, una marca) o lo evocan con algún signo especial.

Y es que se inició en esta colección un poco como con la de dedales, es decir, comprando un lápiz como recuerdo cuando visitaba algún país, ciudad o museo que no conocía. Y, como ya se sabe que todo es empezar, pues primero vino...
uno....

después dos...



luego tres,





y así sucesivamente... Hasta llegar a los casi 600 que tiene ahora.







Además de los lapiceros de recuerdo, Anna descubrió que muchas instituciones públicas y privadas recurrían al lápiz para hacer su publicidad y pensó que coleccionarlos podía ser también muy interesante, así es que pasaron a formar parte de su colección lapiceros de universidades, de clubs de fútbol, de fundaciones, etc.




Tampoco dejó fuera de la colección los lápices utilizados para hacer publicidad pura y dura de productos comerciales:



y ni siquiera faltan lapiceros cuyo tema gira en torno a algún personaje, ya sea Gaudí, "El Principito", los componentes de la familia de los Simpson o Superman:






Como Anna es una excelente colega, en su página se pueden encontrar links para visitar otras colecciones de lápices. Ella no puede olvidar que una de las razones que la impulsaron a hacer esta colección fue, precisamente, el haber visto la estupenda web de un chico de Málaga, Lápiz-0. Probablemente, también habrá otras personas que se animen a hacer esta colección, después de haber visto la suya. Ya sabéis...

se empieza con uno:



luego dos:




tres:




y así sucesivamente...