Tengo un MUÑECO
VESTIDO
DE AZULLLLLL
Eloísa Castro es una coleccionista gallega de muñecas antiguas. Nos dice que siempre le han gustado, aunque empezó a coleccionarlas sólo hace unos tres años. Desde entonces, ha conseguido reunir ya un buen conjunto.
Y es que le gustan todas ¡y todos! porque se habla normalmente de "muñecas", pero junta a ellas no pueden faltar los muñecos. No vamos a tratar de la historia de la muñeca en general que, como suele decirse, se remonta a la noche de los tiempos y sería un tema muy largo de abordar. Vamos a ocuparnos solamente de la colección de Eloísa.
Actualmente tiene unas 15 muñecas que se pueden calificar de antiguas, alrededor de 60 que no lo son tanto y unas 50 catalogadas como reproducciones. Lo que busca en una muñeca es, además de la antigüedad, que sea bonita (o le transmita algo) y que esté en las mejores condiciones posibles. No es partidaria de las restauraciones totales, que devalúan las muñecas y les quitan autenticidad, pero le gusta verlas bien. Entre las muñecas más antiguas de su colección encontramos algunas de los fabricantes Armand Marseille y Heinrich Handwerck. El material utilizado en la fabricación de estas muñecas es el de porcelana o biscuit para las caras y el denominado composición para el cuerpo.
Otras marcas conocidas, de las que tiene alguna representación, son, por ejemplo, las de Ernst Heubach, Kämmer & Reinhardt, SFBJ y otros fabricantes reconocidos. Las preferidas de Eloisa son las alemanas, en las que ella ve siempre un algo especial, sobre todo por los rostros tan dulces que tienen.
Desde luego, estas marcas que hemos mencionado son muy conocidas. La Kämmer & Reinhard se fundó en Turingia (Alemania) en 1886, estando en actividad hasta 1925. También se instaló en la misma región, concretamente en Sonneberg, Armand Marseille, que fundó su fábrica de cabezas de muñecas en biscuit el año 1892. Tal fue el éxito de esta empresa que llegaron a trabajar en ella más de 500 personas. El modelo "390" de esta marca, en tres versiones, se exportó por todo el mundo.
Otro fabricante del mismo lugar fue Erst Heubach. De hecho, prácticamente toda la producción de juguetes alemana estaba localizada allí en Sonneberg, por lo que ha pasado a ser conocida como la ciudad de los juguetes. De 1840 a 1920 se estima que el 70% de la producción de juguetes de aquella zona eran muñecas.
Eloísa también tiene ejemplares de la firma francesa SFBJ (Sociedad Francesa de Fabricantes de Bebés y Juguetes). Esta marca fue el resultado en 1899 de la fusión de distintos fabricantes, entre ellos Jumeau, Eden Bébé, F. Gaultier, Paul Galtier, etc. Su producción se especializó en muñecos de celuloide.
La invención del celuloide (nitrato de celulosa) fue obra de John Wesley Hyatt, quien lo descubrió en 1869. Este material supuso una pequeña revolución en la fabricación de muñecas, pues permitía un moldeado muy detallado, a la vez que abarataba los costes. Entre los muñecos, bebés o niños de su colección, uno de los preferidos de Eloisa es uno muy grandote de la marca Kammer & Reinhardt, que resulta muy dificil de conseguir.
Nuestra coleccionista tiene todas las piezas de su colección debidamente catalogadas, con la fecha de adquisición, procedencia, características, etc. y las guarda en una habitación acondicionada para ellas. En este lugar disfrutan de un ambiente seco y moderadamente ventilado, y ella se cuida de mantenerlas limpias y ordenadas.
Aunque conoce a otras coleccionistas, obviamente éstas no son piezas que se presten al intercambio, pero siempre conviene cambiar impresiones con otros coleccionistas y aprender de los que tienen más experiencia. Además, el coleccionista siempre tendrá lo que le cuentan los propios muñecos, con su estética, sus ropas, el material en el que están hechos, con la firma o sello de su fabricante, etc. Es cuestión de aprender ese lenguaje, para entenderlos, y quererlos mucho, para que estén contentos.