UN
BILLETE
Cuando Juan Domingo pide un billete de tranvía no es para viajar (aunque también) sino para guardarlo. Él es coleccionista de billetes de transporte público urbano de todo el mundo y, actualmente, su colección supera el millón de ejemplares, con representación de billetes de 128 países. Barcelona es la ciudad que tiene mejor representada, no en vano Juan Domingo ha vivido siempre en el área.
Desde luego, no ha conseguido reunir esa cantidad espectacular simplemente con sus viajes. De hecho, la colección la empezó su padre en el año 1935 cuando era estudiante de Medicina y, viviendo en Badalona, se tenía que desplazar casi todos los días a la universidad de Barcelona en tranvía. Entonces, empezó a guardarse los billetes y este interés suyo pronto fue conocido por sus compañeros, que le reservaban todos los billetes que caían en sus manos.
El padre de Juan Domingo canalizó sus esfuerzos en completar la serie de los 100.000, es decir, reunir todos los números comprendidos entre el 00000 y el 99999, las dos cifras que abarcan una serie íntegra, pero no consiguió su objetivo. Cuando falleció aún le faltaban unos 15.000 números.
Nuestro coleccionista sí que ha podido realizar el sueño de su padre, reuniendo la colección de los 100.000 números. Pasó un año buscando el último número que le faltaba, el 62.112 (¡de este número no se olvida!). Después de completar la serie, él se concentró en las colecciones de capicúas, aunque también se ha interesado por otras.
Nuestro coleccionista sí que ha podido realizar el sueño de su padre, reuniendo la colección de los 100.000 números. Pasó un año buscando el último número que le faltaba, el 62.112 (¡de este número no se olvida!). Después de completar la serie, él se concentró en las colecciones de capicúas, aunque también se ha interesado por otras.
Por cierto, que tenemos que confesar que nosotros no entendíamos muy bien cómo se podían conseguir los 100.000 números de una serie de billetes vendidos, pues habitualmente el billete de transporte público es un artículo perecedero donde los haya, ya que pocas personas los guardan. Juan Domingo, con mucha paciencia, nos ha explicado que de lo que se trata no es de tener todos los números de la misma compañía, sino de conseguir todos los números en orden correlativo, independientemente de la sociedad de transporte o el recorrido.
Otra manera de tener series enteras de números correlativos es consiguiendo tacos de números que no se han puesto a la venta, por lo que entonces están todos en orden, pero ésto, pese a su valor "testimonial" o documental, no tiene tanto interés para el coleccionista.
Se pueden coleccionar series de números en función de diferentes relaciones establecidas entre sus números, es decir, se pueden buscar centenas, millares, capicúas (cuando resulta la misma cantidad leída de izquierda a derecha que de derecha a izquierda), reversibles (que dan la misma cifra mirando el número en un sentido o en el invertido), buscando tres, cuatro o cinco cifras iguales, formando escaleras ascendentes y descendientes, "lástimas" (aquellas cifras que "casi" son capicúas, pero falla un número), o concentrándose sólo en una terminación o cifra determinada, etc.
Son tantas las posibilidades que se le ofrecen al coleccionista de billetes de transporte público a la hora de fijar los objetivos de su colección, que no podemos enumerarlas todas. Mencionaremos, por ser las más frecuentes, a aquellos que se dedican a una compañía concreta, una línea, una región o un país.
Los billetes más codiciados son, como es normal, los más difíciles de conseguir y entre ellos hay que mencionar los emitidos en el siglo XIX, ya que no son fáciles de encontrar. Además de sus bonitos diseños también son interesantes por la publicidad que llevan en el dorso.
Otra época interesante, nos recuerda Juan Domingo, fue la de la posguerra, en las décadas 40 y 50 pues, dada la inflación que había, el precio de los billetes cambiaba muy frecuentemente por lo que se encontraba mucha variedad de importes para un mismo billete. Todo lo contrario que lo ocurrido en los años 70, cuando se acuñó el concepto de "precio según tarifa vigente" lo que tuvo como consecuencia que hubiera pocos cambios.
En 1980 se adaptaron los billetes de banda magnética, que ofrecieron una gran variedad de modelos gracias a la publicidad que lucían en el dorso. Desde el año 2001 todas las compañías del área metropolitana utilizan un sólo tipo de billete.
Recordemos que en Barcelona la primera línea de tranvía empezó a funcionar en el año 1872. Poco a poco se fue ampliando la red dándose la concesión de las nuevas líneas a diferentes compañías, hasta que se unificaron la mayoría de ellas en el año 1910 con la denominación de LOS TRANVÍAS DE BARCELONA, S. A. que a partir de 1925 pasó a ser TRANVIAS DE BARCELONA, S. A. Sólo en Barcelona, desde los inicios del tranvía hasta la actualidad, calcula Juan Domingo que se han podido utilizar unos 40.000 modelos diferentes de billetes.
Los billetes de tranvía a través de los años han adoptado, básicamente, dos formas diferentes. En los primeros años reproducían la tipología de los billetes de tren, en cartón, pero posteriormente, dado que se trataba de trayectos cortos y no se requería que el billete presentara una resistencia especial, se optó por hacerlos en papel, ya que se abarataba su coste. Por otra parte, como se tenían que vender en el mismo vehículo, un tamaño reducido y un peso ligero facilitaba su distribución.
Los primeros billetes en papel venían impresos en hojas, como se hace actualmente con los sellos de correos. En 1890 se empezaron a imprimir en tiras y a principios del siglo XX se pasó al sistema de tacos. Desde 1980 se utilizan boletos con bandas magnéticas, que ya hemos mencionado anteriormente.
Juan Domingo es un coleccionista metódico y ordenado, como puede suponerse dada la cantidad de piezas que posee y la naturaleza de las mismas. A él le gusta tenerlo todo clasificado y documentado. Para clasificar las colecciones de números o series no hay problema, basta seguir el número de orden, por lo que respecta a los billetes de distintos tipos, los tiene clasificados por países y, dentro de cada país por ciudades, dentro de cada ciudad por compañías o líneas y dentro de cada compañía por impresores, importe y antigüedad.
La mayor parte de su colección la guarda en sus 800 álbumes, que son álbumes de los que se usan habitualmente para filatelia. Los tiene instalados en un mueble de 18 metros cuadrados, hecho expresamente para acogerlos.
En España el coleccionismo de billetes de tranvía recibe la denominación de forondotelia en honor de Mariano de Foronda y González Bravo, Marqués de Foronda. Precursor del coleccionismo de billetes de tranvía, ocupó el cargo de director de los Tranvías de Barcelona entre los años 1904 y 1931, llegando a formar una importante colección.
Nuestro coleccionista está trabajando desde hace cuatro años en la catalogación de todos los billetes de transporte urbano de Barcelona y ya ha editado los dos primeros tomos de dicha catalogación. Su ilusión es poder abrir una Web para exponer su trabajo y permitir la consulta gratuita a todos los coleccionistas del mundo, ya que no hay nada escrito sobre este tema. De hecho, podemos dar la buena noticia de que esta web estará operativa en unos días.
Juan Domingo considera que los actuales billetes de tranvía de Barcelona no son muy bonitos, pero este hecho no merma para nada el interés que supone su estudio para conocer la historia del transporte colectivo de la ciudad. A la hora de manifestar preferencias sobre la producción de billetes en otros países, Juan Domingo menciona en primer lugar los billetes del transporte público de Japón, que considera lucen un excelente diseño y son de buena calidad. También le gustan los de Chile. Por cierto, ya que estamos comentando los billetes extanjeros es curioso saber que en algunos países no se utilizan.
También podéis saber más cosas sobre esta colección consultando la web de nuestro amigo Alberto Marín y a través de varios reportajes aparecidos en la prensa que le han hecho a Juan Domingo Ventura. El billete para viajar en tranvía, metro y bus por todo el mundo !es gratis! (a través de su colección... www.ticketscity.net).
También podéis saber más cosas sobre esta colección consultando la web de nuestro amigo Alberto Marín y a través de varios reportajes aparecidos en la prensa que le han hecho a Juan Domingo Ventura. El billete para viajar en tranvía, metro y bus por todo el mundo !es gratis! (a través de su colección... www.ticketscity.net).