miércoles, 25 de febrero de 2015

Una colección de música aragonesa



¡ MUSICA! ¡música! ¡MÚSICA!



Alberto Turón Lanuza aunque es doctor en Ciencias y Profesor de Métodos Cuantitativos para la Economía y la Empresa, es también músico, y ha desarrollado su actividad profesional en el campo de la Etnomusicología. En este blog, nos gustaría hablaros de su faceta de investigador y recopilador de la música popular de Aragón.
Nos cuenta Alberto que empezó con esta dedicación a finales de los setenta, en una época en que el folklore aragonés parecía reducirse a la jota. Pero, el hallazgo de una reedición del cancionero de Angel Mingote le abrió los ojos y le ayudó a descubrir que había otra música. Y es que, por aquél entonces, nuestro coleccionista en ciernes no había conocido ninguna expresión del folklore tradicional que, afortunadamente, todavía se conservaba en algunos pueblos (dances, cantos de auroras, gaiteros...) así es que todo aquello fue nuevo para él y despertó su curiosidad. 
Más tarde, consiguió hacerse con el cancionero altoaragonés de Mur y, según nos cuenta, Alberto alucinó con lo que descubrió, pues le parecía que pertenecía a épocas muy pretéritas y olvidadas, aunque después tuvo la sorpresa de conocer que algunas de aquellas melodías, asociadas a celebraciones y ritos, todavía estaban vivas en algunos lugares de Aragón.
En los años 80 empezaron a surgir grupos de estudiosos y divulgadores del folklore, y Alberto pensó que nunca encontraría suficiente tiempo para leer y escuchar todo lo que estaba descubriendo. Era un mundo nuevo, muy diferente al que artificialmente se había creado en torno a la jota. A partir de entonces, empezó a seguir todo lo que se hacía en este campo de la música tradicional, los discos o libros que salían, los grupos de músicos que surgían... Y ese interés ha seguido vivo hasta hoy.
Alberto nos explica que, al menos al principio, no hizo por su cuenta una investigación en sentido estricto, sino que fue coleccionando algunas melodías que ya se habían publicado en cancioneros tradicionales y otros trabajos. Lo único que pretendía era ofrecer una muestra de la variedad y riqueza de la música tradicional de Aragón. Luego, ya se lanzó a investigar por él mismo, aunque considera que los grandes trabajos son fruto de Arnaudas, Mingote, Garcés, Margelí, Mur, Larrea y, actualmente, de muchos otros grandes estudiosos.
Y ¿qué música perdura en nuestros pueblos, asociada a ceremonias y acontecimientos? ¿Y con qué bailes se lucen los jóvenes en calles y plazas durante algunas celebraciones?
Alberto ha hecho una clasificación fácil de entender para los profanos. Distingue, básicamente, cinco categorías: Bailes y Danzas, Cantos, Dances, Música de autor e Instrumental.
Por lo que se refiere a los dos primeros grupos, dentro de Bailes y Danzas, Alberto nos habla de las danzas religiosas, danzas civico-sociales, de salón o plaza, relacionadas con el trabajo...
En cuanto a los Cantos, ofrece información de albadas, mayos, la jota cantada, cantos religiosos, villancicos, canciones infantiles, canciones de quintos... Sería bonito poder explicar un poco cómo suena esa música, quién la interpreta, cuándo se escucha, cómo, etc. pero lamentablemente no es éste el espacio adecuado.
Para poder escuchar esas canciones hay que visitar la página de Alberto, Arafolk, Como lo que él pretendía era poder compartir con todos los interesados la música tradicional aragonesa, ya hace años que la puso en internet en formato midi, porque era la manera más rápida de llegar a todo el mundo con la tecnología de entonces. Es un lugar de referencia para muchas personas, nos consta. Ahora no le puede dedicar mucho tiempo a la web, pero allí está su trabajo.
Y hemos llegado hasta aquí, cosa extraña, sin haber intentado explicar qué es el folklore.
Se considera como tal, la expresión cultural de un pueblo. Y eso ¿qué significa? pues que una comunidad de personas se manifiesta externamente de una manera determinada, dependiendo de su situación geográfica, del clima, actividad laboral, organización social, influencias culturales, etc. que determinan las materias primas disponibles para construir sus instrumentos musicales, el tipo de vestimenta necesaria, para protegerse del frío, o del calor, la religión que se practica, etc. Todas estas peculiaridades determinan y configuran su folcklore.
Pero, aparte de estas diferencias externas entre distintas comunidades, también hay muchas cosas en común entre ellas. No hay que olvidar que los grupos humanos están compuestos de eso, de seres humanos, y básicamente somos todos muy parecidos, con muchas inquietudes similares.
Es lógico que en un pueblo donde está siempre lloviendo no tengan entre sus tradiciones las romerías a una ermita para pedir la lluvia, o que en un  pueblo de montaña no se canten canciones que hablen del mar y los barquitos que van a pescar, pero cuando se trata  de sentimientos, es fácil que provoquen las mismas emociones.
Las cuestiones coyunturales crean las diferencias aparentes, y eso hace que, por ejemplo, en el Pirineo catalán o aragonés se use un salterio para lo mismo que en la meseta castellana utilizan el tamboril, o que la gaita de boto en Aragón estuviera más extendida al noreste de los Monegros, mientras que la dulzaina lo estaba en el sur. Pero, a parte de todas las peculiaridades, que enriquecen a la sociedad y le dan color, si se examina con atención el fondo y el significado profundo de ellas, las diferencias entre los pueblos son menores de lo que podríamos imaginar, lo que resulta esperanzador.

  

miércoles, 18 de febrero de 2015

Lote nº 124 de imágenes de casas construidas sobre la vía pública o pasajes



Foto nº 745.  Sevilla. M. J. Fuster
Foto nº 746.  El Grado (Huesca). C. García. Aragonia.
Foto nº 747.   El Grado (Huesca). C. García. Aragonia
Foto nº 748. Balaguer (Lérida). Jose Murciano
Foto nº 749. Tarragona. Magi Durán
Foto nº  750. Tarragona. Magi Durán.

miércoles, 11 de febrero de 2015

Colección de llaves





Llaves que sirven para una cosa
Y para todo lo contrario:
abrir y cerrar,  ocultar y descubrir, guardar y ofrecer

Magi Durán, que ya nos ha hablado en este blog de varias de sus colecciones, como la Chartreusse de Tarragona, Gigantes y Cabezudos, etc. hoy nos presenta su colección de llaves.
Esta colección la comenzó hace unos cinco años y, aunque no se dedica a ella exclusivamente, ni le puede prestar demasiada atención, la colección progresa adecuadamente.
¿Qué es una llave? ¿a qué tipo de llave nos estamos refiriendo? Pues todos sabemos que la llave es un objeto que se usa para abrir y cerrar, no cualquier cosa, sino precisamente una cerradura determinada, que está incorporada a aquello que se pretende proteger,  ya sea una casa, un arca, o un simple diario donde se guardan los secretos. 
Como Magi colecciona llaves antiguas, nos referiremos solamente a ellas, es decir, las que llevan una parte ancha, que permite su manejo, y un vástago, en el que hay distintas muescas o estrías que forman un código. Este código es el que debe coincidir con el que pide la cerradura.
Sobre su origen pasa como siempre, que se ofrecen y se repiten datos que no tenemos ni idea de si pueden ser ciertos o no, pero parece ser (por ser lo más repetido) que su invención se debe a Teodoro de Samos, en el siglo VII a. C. Las primeras llaves fueron fabricadas en madera, de ahí que no hayan llegado piezas antiguas hasta nuestros días. No obstante, el uso del metal en la fabricación de llaves se dio pronto, aunque el mecanismo no era el mismo que el actual, sino que fue evolucionando con el paso del tiempo. 
Lo que es cierto es que se conservan llaves de la época de los romanos. También está constatado que fue en el siglo XII cuando empezó a hacerse de mayor tamaño la anilla circular que tenía en uno de sus extremos. Eso permitía manejarlas mejor y poder colgar varias juntas en una especie de llavero o en cualquier otro lugar. Así las llevaban las amas de llaves (como su nombre indica...) atadas a su cintura, o los serenos...
En el siglo XIII comenzó la ornamentación de esas anillas y durante el siglo XV y XVI se tendió cada vez más a trabajarlas profusamente, con adornos florales, los escudos de las familias, las iniciales, 
A partir del siglo XVIII se produjo un gran cambio, pues en Inglaterra se empezó a utilizar el acero en la fabricación de llaves.
Precisamente, hablando de materiales de llaves, digamos que los más usuales fueron el hierro  de fundición, el bronce, cobre, hasta llegar al acero y aluminio.Actualmente hay muchos tipos de llaves bien diferentes de la forma clásica, pero todas tienen el mismo objetivo: abrir y cerrar algo. Sin querer ser exhaustivos, pensemos en las llaves magnéticas de los hoteles, en las que se usan para abrir a distancia, como las de los coches, etc. Incluso, como curiosidad, podemos recordar las llaves que solas no abren nada, sino que se necesitan un número determinado de ellas (dos, tres, etc.) para accionar el mecanismo de una cerradura.
Pocos objetos guardan tanto simbolismo como unas simples llaves. Empezando por las que Jesús entregó a Simón Pedro para abrir las puertas del reino de los Cielos y que simbolizan el Papado, por lo que están representadas en la heráldica del Estado del Vaticano. Hasta otras llaves que son expresión del poder más terrenal, como las que han servido para plasmar el cambio de poseedor de ciudades y pueblos enteros, como, por poner algún ejemplo,  las que entrega Boabdil a los Reyes Católicos en "La rendición de Granada", o  las que recibe Spínola de manos de Nassau en "La rendición de Breda". En sintonía con este simbolismo, también se entregan las llaves de una ciudad a una persona que ha hecho algo meritorio por ella, en demostración de deferencia.
Para abrir o cerrar, para esconder o enseñar, para hacer funcionar o dejar en reposo, etc. etc. las llaves nos hacen falta cada día, por eso una de las preguntas más repetidas en la aldea global probablemente sea esa de ¿llevas las llaves? Si se responde SI suele significar, todo va bien, y un NO puede equivaler a un ¡la hemos liado! 
   

martes, 3 de febrero de 2015

Sellos de cine




PROCOLECCIONISMO PRESENTA:
SESIÓN DE CINE

Filatelia del Séptimo Arte
 v. o.


Antonio García-Rayo tiene unas espectaculares colecciones (nunca mejor dicho) sobre un tema que le apasiona: el cine. Nos gustaría hablaros de todas ellas, como la de carteles, la de programas, etc. pero hoy vamos a tratar de la de sellos relacionados con el tema del cine.
Como buen coleccionista, Antonio lo sabe todo sobre el objeto de su colección. Nos explica, que los sellos dedicados al cine abarcan un periodo relativamente corto, pues comenzaron a emitirse a mediados del siglo XX, concretamente, el primero se acuñó en Estados Unidos en 1945. Considerando que el primer sello postal que se emitió en el mundo, el famoso Penny Black, fue en mayo de 1840, vemos que tuvieron que pasar algo más de 100 años para que la Filatelia considera al Séptimo Arte, merecedor de aparecer donde habitualmente lucían sus perfiles reyes, reinas, grandes políticos, etc.
De todos modos, aquellas primeras referencias al cine tenían un carácter patriótico y hacían referencia más que al cine en sí mismo, a los hechos históricos que se estaban viviendo en aquella época y que el cine se había encargado de divulgar. Así, el primer sello que hemos comentado, emitido en USA a finales de la Segunda Guerra Mundial, mostraba a unos soldados combatientes que estaban luchando en los mares del Sur, asistiendo a una sesión de cine. Después siguieron otros, como la conmemoración de la batalla de Iwo Jima, con la célebre foto de unos soldados levantando la bandera, o el desfile del ejército norteamericano por las avenidas de París, al finalizar la guerra.
También los rusos, en 1950, emitieron su primer sello dedicado al cine nacional, conmemorando los primeros 30 años de su existencia (1919-1949). Otro sello fue dedicado a la popular película "Chapaiev, el gerrillero rojo", filmada en 1932. Y eso solo fue el principio de la atención que las autoridades rusas le prestaron al cine, pues no tardaron en darse cuenta de la importancia de este medio en la propaganda, dirigida a influenciar y aleccionar a las masas.
En Francia fue en 1955 cuando se inició la relación Filatelia-cine, con un sello recordando a los hermanos Auguste y Louis Lumière.
En nuestro país no fue hasta los años 80 del pasado siglo, cuando salió el primer sello con este tema, y se eligió la imagen de Charles Chaplin. En 1994 se emitieron dos con la denominación de "Cine Español" y eso fue el principio de una relación no muy intensa, pero regular. 
Entre estos elegidos podemos recordar, entre otros, a algunos directores, artistas, guionistas y personas vinculadas con el cine que han merecido la distinción de aparecer en un sello. Por ejemplo:  Segundo Chomón y Luis Buñuel (en 1994), José Isbert y Manuel Morán (en 1996), Luis Tozar (2010), Rafael Azcona y Luis García Berlanga (2011), Fernando Rey y Paco Rabal (2012), Rafael Gil y Toni Leblanc (2013). 
Se da el caso de que los países sin cinematografía propia (excolonias británicas, algunos países africanos o asiáticos) son los que más atención conceden a este tema, probablemente porque son una fuente de ingresos de divisas, ya que los venden a coleccionistas y turistas.
Entre estos países, cabe destacar lugares tan exóticos como las excolonias de Granada, Grenadines, Santo Tomé, San Vicent. También los países africanos de Niger, Ghana, República Centroafriana. 
La mayoría de los sellos de estos lugares mencionados, están dedicados a actrices y actores internacionales, especialmente norteamericanos, popularizados gracias a la industria cinematográfica de Hollywood. Digamos que la estrella que ha ocupado hasta ahora el primer puesto, por haber sido el más reproducido en todo el mundo, ha sido Charlie Chaplin por su personaje de Charlot. También ha aparecido en un importante número de sellos Humphrey Bogart. Entre las féminas cabe destacar a Marilyn Monroe, Audrey Herpun. 
Por cierto, nos explica Antonio que la primera actriz que apareció en un sello de correos, aunque no fuera en calidad de tal sino en el desempeño de su nueva función, fue Grace Kelly, ganadora de un Óscar, que al casarse con Rainiero de Mónaco obtuvo la condición de princesa. Con ocasión de su matrimonio, el 19 de abril de 1956, se emitieron en el Principado 8 sellos con la imagen de la popular pareja y a lo largo de su vida prestó su porte elegante para muchos de los sellos  emitidos en su país.
A Antonio le interesan las series de sellos dedicadas a un tema especial, y considera que con ocasión de la conmemoración del centenario de la invención del cine, que se cumplió en 2005, se emitieron algunas muy buenas. También le parecen fantásticas (no solo por su argumento, sino también por diseño), las dedicadas a los distintos episodios de "La guerra de las Galaxias" y "Star Trek". Sin olvidar las de "El señor de los anillos" y las series genéricas norteamericanas, francesas, inglesas e italianas, ocupándose de sus respectivas cinematografías.  
Y como esta sesión ya se está prolongando más de la cuenta, la damos por terminada, no sin antes dejaros la dirección de la estupenda web de Antonio, donde podréis asomaros a su mundo de cine y a las interesantísimas colecciones. El nombre: Archivo AGR.


The end