miércoles, 30 de julio de 2014

Una colección de dedales de todo el mundo



Un poco de Historia en la punta de los dedos




Cuando empezamos con Procoleccionismo, de eso hace ya más de nueve años, no teníamos ningún proyecto determinado, no habíamos pensado ni que forma ni que contenido queríamos dar al blog. Lo único que teníamos claro es que queríamos hablar de coleccionismo, pero poco más.
Casi sin darnos cuenta, la "criatura" ha ido creciendo y se ha ido 
ajustando a nuestras posibilidades, intereses, limitaciones, etc. hasta adquirir su propia personalidad. Actualmente, los textos se han alargado y hay más fotografías, por lo que comparando las primeras colaboraciones con las últimas, vemos que las más antiguas salen mal paradas, en el sentido de que incluían menor información sobre las colecciones. Procuraremos ir remediándolo. 
Con la intención de reparar injusticias, queremos ocuparnos ahora de Anna Piña, coleccionista de dedales. 
Y como no es nuestra intención repetir ningún tema, no volveremos a ocuparnos otra vez de su magnífica colección de dedales, sino solo de los llamados souvenir o de recuerdo, dedicados a países y lugares de todo el mundo. Ella considera que para los coleccionistas este no es un tema muy valorado, más bien es como el pariente pobre del coleccionismo de dedales, sin embargo, es una modalidad que presenta una gran variedad y permite conocer mejor pueblos y culturas diferentes.
Hace nos años, cuando la entrevistamos ya tenía una gran colección, que no ha parado de crecer desde entonces. De los dedales en general, poco más podemos añadir que no dijéramos en el anterior comentario, aunque quizás conviene añadir alguna información. 

Los dedales, por si hay algún despistadillo/a que no lo sepa, son esos objetos que se ponen en la punta del dedo para empujar la aguja cuando hay que hacer las puntadas para coser, evitando que se te clave en el dedo. Es una pieza muy antigua, que según algunas fuentes se remonta a las primeras civilizaciones. Entonces, más que ahora, ya que no cosían precisamente tejidos finos y delicados sino con pieles, cáñamos, etc. necesitaban ayudarse de una superficie dura para empujar sus rudimentarias agujas. 

Los primeros dedales fueron de piedra, hueso, incluso marfil. En el siglo III a. C. se hicieron ya en bronce. Algunas fuentes atribuyen la divulgación del uso del dedal en Europa a los romanos.
Cuando se descubrió el cinc, que permitió fabricar latón, muchos dedales se hicieron con ese metal. Un detalle típico de estos dedales de latón, es que llevan su superficie con pequeños relieves, para evitar que la aguja resbale, lo que no se puede hacer con los de cerámica. 
También es curioso saber que hubo un tiempo en el que se consideraba un detalle delicado regalar este pequeño utensilio, y para esas ocasiones había algunos elaborados en plata e incluso oro. En China se usaban dedales cincelados adornados con perlas y oro, que se guardaban en primorosos estuches de nácar. En Europa este refinamiento se conoció durante el Renacimiento. 
Con el paso de los años, aunque habitualmente se ha buscado siempre la funcionalidad, también se siguen creando piezas especiales, de artesanía, materiales preciosos, diseños especiales, muchos de ellos objeto de deseo de los coleccionistas. 
Entre las personas que más los utilizan figuran, obviamente, los sastres, que llevan unos modelos ligeramente diferentes de los que usan las modistas profesionales. 
Nuremberg fue un  importante centro de produccción de dedales y sus artesanos instituyeron un gremio del oficio en el siglo XVI, que más adelante dio lugar a una importante industria dedicada a la elaboración de dedales, que exportaban a todo el mundo. El uso de un molde que permtía su fabricación en serie, data del siglo XVII.  Por cierto, que es en Alemania, en la ciudad de Creglingen donde existe desde 1982 un museo dedicado a estos utensilios.
En España parece ser que introdujeron su uso los árabes y para su producción recurrieron a las minas de cobre del sur peninsular.
Concentrándonos en el tema de los dedales de "recuerdos", podemos señalar que muchos de ellos se fabrican en metal, resina o cerámica, pero los hay también en cristal, papel maché, goma, nácar,  Tanto los de resina como los de cerámica permiten una mayor decoración pictórica, lo que permite mostrar más ampliamente aspectos que se quieren resaltar de los diferentes lugares.
Los motivos más recurrentes, para hacer los dedales y cualquier otro artículo de souvenir, suelen ser las banderas, los escudos de las ciudades, mapas, monumentos famosos, personajes con el que está vinculado el país o la localidad (de la monarquía, Historía, política, Cultura, deportes), hechos bélicos importantes, santos y vírgenes veneradas, Flora y Fauna de la región, trajes típicos, comidas y productos de la región, etc.


Por cierto, que creo que Anna ha incluido en sus dedales de recuerdos aquellos que muestran a miembros de algunas monarquías, lo que es normal pues se identifican rápidamente con el país. En algunas ocasiones, como los que salen con motivo de un acontecimiento especial, también podrían incluirse en la categoría de conmemorativos.

Una cosa que no nos ha dicho Anna, pero que nos parece importante, es que este tema es ideal para pedirles un pequeño recuerdo a los amigos y familia que salen de vacaciones. Con una frase precisa "Si te acuerdas ya me traerás un dedal..." pones al "personal" que tiene la suerte de marcharse de viaje, entre la espada y la pared. ¿Qué excusa se puede encontrar para no hacerlo? no van a decir que no tenían sitio en la maleta, o que pesan mucho, que estaban por las nubes de caros o que no encontraron por ninguna parte... Lo único que les queda por decir es que no se acordaron, pero ¿no es eso muy poco elegante? 
Además de la colección, Anna tiene una web estupenda, "Los dedales de Ana", que tiene mucho éxito. Allí presenta todas las piezas de su colección de una forma clara y atractiva y da direcciones de otros coleccionistas, fabricantes, etc. Leyendo la información que ofrece nos hemos enterado que a los coleccionistas de dedales se les llama Digitabulistas. 
Por cierto, que hacemos mal en hablar de "su" colección, pues tendríamos que decir "sus", ya que además de dedales colecciona también lápices de colores, que ya hemos tenido ocasión de presentaros en Procoleccionismo hace un tiempo.


 



miércoles, 23 de julio de 2014

Una colección de LEGO




PASO A PASO,
pieza a pieza


Joan Fusté, coleccionista "entregado" a muchas cosas interesantes, nos va a hablar de su colección de LEGO. Y antes de empezar, y como si tuviera la excusa preparada (aunque no es que piense él ni nadie que se necesita una excusa para coleccionar estos juguetes siendo ya una persona adulta), quiere explicarnos cómo ha llegado a coleccionar LEGOS. Porque, este es un aspecto curioso, no es que Joan haya continuado con un hobby o una colección que empezara en su época infantil, sino que ha comenzado con los LEGO hace poco.
Sin querer entrar en disertaciones filosóficas sobre la necesidad del juego para el ser humano, y las mil teorías de juegos que se aplican en procesos empresariales y en otros campos, asegura Joan que llega un punto en el que un adulto quiere, necesita, volver a jugar. Y cuando se trata de jugar con LEGO se pasa a ser un "AFOL", un Adulto Fan de LEGO, que es lo que reconoce ser él actualmente.
Llegar al LEGO fue quizás un poco a causa de su colección de Blade Runner, pues, buscando todo tipo de artículos relacionados con el tema, dio con el spinner, el coche volador. Ya lo tenía en algunos modelos en plástico, metal, etc. pero pensó que la versión en LEGO sería una aportación  curiosa y divertida. Montarlo ya fue otra cosa, porque Joan no tenía mucha costumbre de manipular piezas pequeñas, pero todo se aprende, y eso también.
Evolucionando con sus legos, llegó a la fase siguiente, que es cuando entra el  gusanillo de las piezas sueltas, de los montajes fuera de catálogo y del diseño virtual de los mismos (gracias a la aplicación LEGO Digital Designer).
Visitando múltiples foros, diferentes Webs, galerías fotográficas de miles de aficionados, etc. Joan descubrió que hay verdaderos maestros en esta materia, algunos de ellos, más que maestros, artistas. 
Unos de esos artistas, que son sus favoritos, son los Arvo Brothers, dos hermanos de Albacete que han creado modelos y esculturas espectaculares. Entre ellas el "Arvo Iron Man" y la motocicleta de Kaneda, el protagonista del manga Akira, película de culto en su género.
Joan también ha caído en las tentadoras redes de los modelos a escala del Halcón Milenario, la nave de Han Solo en Star Wars. Hasta hace poco solo tenía una figurita muy pequeña, y poco más tarde pasó al otro extremo, pues se hizo con un modelo enorme, fabricado por Hasbro, en forma de juguete de alto nivel con sonido, luces, etc. Actualmente ya dispone de todos los modelos, excepto uno, el UCS, el 10179, el "Santo Grial" de los Halcones Milenarios de LEGO.  
Como el modelo 10179 es intocable en cuanto a precios se refiere, Joan ha optado, como muchos aficionados, por recopilar piezas y más piezas, a medida que hace otros pedidos para otros montajes. Y con paciencia, algún día piensa llegar a las más de 5.000 piezas que lo componen.
Mientras tanto, entre la moto de Kaneda, el Falcon Millennium gigante y otros, va creando su propio "vault", que así se llama al inventario de piezas (o partes) para desarrollar sets propios, llamados MOC, "My Own Creation" o Mi Propia Creación en español.
Como este proceso de hacerse con las piezas es largo y costoso, hay que definir las prioridades, y Joan, por ejemplo, ha elegido para empezar la construcción de fortalezas y castillos, y luego pasará a edificios y ciudades, y más tarde a... bueno, de momento más vale centrarse en lo que ahora hace.
Sea cual sea la temática elegida es fundamental la ordenación y clasificación de las piezas, lo que no es tarea fácil, si se considera que las variaciones posibles en LEGO pueden alcanzar entre 6.000 y 10.000 posibilidades, según se miren y cuenten (considerando los colores, tamaños, tipo de pieza, etc.). Y ante tanta pieza distinta uno se pregunta ¿alguien tiene en casa más de 6000 recipientes para poder guardarlas y separarlas convenientemente?
Nos explica Joan que un error muy común entre los coleccionistas de LEGO es que, cuando empiezan a clasificar las piezas recurren a las cajas de plástico con divisiones (las típicas de tornillos, alcayatas, etc.), maletines y toda suerte de artilugios para herramientas. Pero llega el día en que constatas que eso no es suficiente, y que necesitas un recipiente más grande para tanto maletín y cajita divisoria. Entonces es cuando se pasa a un nuevo nivel, con muebles con cajones, armarios, etc. 
No podemos alargarnos más en este espacio explicando las mil cosas que Joan sabe y podría decirnos sobre los LEGO. Como tiene diferentes webs, está en facebook, y es fácil contactar con él, podéis acudir directamente "a la fuente" para tener más información. Aquí, os dejamos un enlace a su mundo LEGO. ¡Buen viaje! 
Y una recomendación de última hora: pensad que si a muchos coleccionistas lo que les importa es el material LEGO para poder construir lo que quieran, hay otras personas para quienes, además de las piezas básicas, son muy importantes las cajas de los sets, las instrucciones originales, los catálogos oficiales, las pegatinas, los videojuegos, las películas, las minifiguras, los llaveros y otros elementos diversos como bolsas de transporte, contenedores, etc. Así es que, atención, guardarlo todo.
Ahora podéis marchar tranquilos de vacaciones, Joan se queda a clasificar y ordenar sus más de 100 kgs. de piezas que todavía tiene sin control...  


miércoles, 16 de julio de 2014

Lote nº 117 de imágenes de casas construidas sobre la vía pública pasajes

Fotos de Barcelona (mjfuster)



Números: 697, 698, 699, 700, 701 y 702.

Si queréis enviarnos alguna foto podéis hacerlo a mjfuster20@yahoo.es
¡GRACIAS!


miércoles, 9 de julio de 2014

Los castells




TORRES HUMANAS



Magi Duran Tost ya nos ha presentado varias de sus colecciones, algunas de las cuales han tenido mucho éxito en nuestro blog, lo que podemos comprobar gracias al importante número de visitantes que se han acercado a ellas. Recordemos, por ejemplo, la de La Chartreuse de Tarragona, Gigantes y Cabezudos, los caganers, etc.
Hoy, con otra de sus colecciones, nos va a ayudar a conocer un tema especial, el de los castells, que para los que no hablamos catalán, tampoco es que represente mucho problema de comprensión, pues ya habréis deducido que significa castillos en español. Magi colecciona fotografías, postales, de las que tiene unas 300, carteles, figuras y esculturas, pins, botellas, libros, revistas, en fin, cualquier cosa que contenga algo relacionado con los castells.

Entre otras cosas, también tiene una moneda de plata que se emitió con motivo de las Olimpiadas del 92 y que lleva grabado un castell, y algunas medallas de concursos celebrados en Tarragona.  
Y ¿qué son los castells? pues ni más ni menos que unas espectaculares torres humanas. Cuando se empezaron a levantar castells,  participaban solamente los varones, pero actualmente los hacen tanto hombres como mujeres. Seguro que los habréis visto en alguna foto o documental, en el caso de que no los hayáis podido disfrutar "en vivo". Son todo un espectáculo.
Parece ser que su existencia, tal y como ahora los conocemos, se remonta a hace ya más de dos siglos, y el lugar de origen fue Valls, en el Campo de Tarragona. Concretamente hay datos de 1801.
Durante muchos años, las dos primeras formaciones (collas) de dicha localidad, que eran la Colla dels Pagesos y la de los Menestrals, fueron las únicas que había en Cataluña, y viajaban por diferentes lugares para darse a conocer y hacer sus demostraciones. Muchas veces esto ocurría durante las fiestas mayores de pueblos y ciudades, donde eran invitados y admirados. Las collas que existen actualmente en Valls, la Vella y la Jove, son las descendientes de aquellas pioneras. 
Básicamente podemos señalar que para levantar un castell, se forma en la base una gran pinya (¿se dirá por eso "hacer piña" para referirse a trabajar juntos en un proyecto común, o será al revés...?). Después, sobre esa base se forma un segundo piso, con otra pinya más reducida, y sobre ella se van formando pilares con dos, tres o cuatro personas, acabando con un pilar de dos o de uno. Y, cuando ya está el castell hecho, un niño, el enxaneta, sube hasta arriba de todo y levanta la mano, lo que es la señal convenida para determinar que el castell se ha coronado con éxito. Entonces, empieza la descarga, ordenadamente, para evitar desplomes.
Para darnos una idea de la cantidad de gente involucrada a la hora de levantar un castell, digamos que, según nos cuenta Magi, una colla que hace castillos de 8 pisos necesita la participación de unos 1000 castellers. Pero, para levantar un castell de 9 ó 10 pisos, se requieren unas 2.000 personas.
Como Magi estuvo formando parte de una colla durante varios años, nos explica que cuando iban a hacer un castillo que ya conocían bien, todos estaban tranquilos y relajados, pero si había que "cargar" uno más complicado, aunque normalmente saliera bien, hacía que todos estuvieran tensos y a la expectativa y, cuando finalmente se conseguía descargar, entonces todos a la vez daban rienda a su alegría. Resulta muy emocionante para todos los participantes.
Las evoluciones de los castellers vienen marcadas por la música de gralles, que a partir de una fase determinada (depende del castell) empieza a sonar y sirve para que los que forman la pinya, puedan enterarse de cómo va la evolución del castell, porque los que la forman no pueden ver nada desde sus puestos. 
Desde el origen de los castells, su grado de complejidad ha aumentado mucho y actualmente se están consiguiendo plantar torres que parecía imposible que pudieran conseguirse.
Otra novedad que se ha introducido es la uniformización de vestuario de todos los integrantes de las collas.   Las prendas habituales son: pantalón blanco, camisa de color elegido por cada colla (roja, verde, azul, de rayas... ), una faja, en la mayoría de las ocasiones negra, y un pañuelo muy largo y triangular, rojo con puntitos blancos.
La faja es un elemento importante porque, además de proteger los riñones, permite que los pies o las manos de los compañeros que tienen que ascender y descender sobre otros, puedan encontrar un punto de apoyo para apoyar sus pies.
Por cierto, que todos los castellers, menos los que forman la pinya, van descalzos. Los cascos protectores también han hecho su aparición y son utilizados por los niños, que son los encargados de subir a lo más alto. Están fabricados en poliestireno y diseñados especialmente para esta función. 
Esta tradición, juego y deporte, que es todo eso y más, requiere muchas cualidades por parte de los que participan. Se dice, o al menos así lo refiere Josep Anselm Clavé en unos versos de "Los Xiquets de Valls" que entre todo lo que se les exige a los castellers, hay cuatro cosas que son primordiales: la fuerza, el equilibrio, el valor y la cordura (el seny). 
El tema da para mucho y sabemos que nos han quedado muchos datos en el tintero, pero disponemos de un espacio limitado, para dar a conocer más que nada, la colección y al coleccionista.
Los castells fueron declarados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, el 16 de Noviembre de 2010. 

miércoles, 2 de julio de 2014

Veletas animadas




¿Qué es el viento?
el aire en movimiento



Ya os hemos hablado en otra ocasión de la colección de veletas tradicionales de Daniel Riba Castro. Y os dijimos que volveríamos con este coleccionista para que nos presentara su magnífica colección de veletas animadas. Todas las piezas que os mostramos están hechas por él mismo, y hay que reconocer que no es fácil encontrar en el mercado artilugios tan sofisticados como los que él construye. 
Para saber de lo que estamos hablando, al referirnos a veletas animadas queremos designar las que están dotadas de muñecos articulados. Se mueven de tal manera que da la impresión de que son las figuras las que con su movimiento mueven la hélice, cuando, obviamente, es al revés. La energía eólica es la que genera el movimiento del eje o ejes.
Para conseguir la sincronización en la articulación del muñeco o muñecos, que todo se mueva con precisión y que sea algo resistente y duradero, además de la creatividad se necesita técnica y conocimientos, por eso Daniel tuvo que estudiar fisica y aerodinámica cuando decidió construir este tipo de veletas.
Nos cuenta que los orígenes de estos artilugios se remontan allá por los siglos XVIII y XIX, en la época de la revolución industrial, cuando se hizo fácil y posible el aprovechamiento de artefactos mecánicos. En América del Norte fueron muy populares, sobre todo en la América rural, y además de personalizar una vivienda y darle un toque divertido, servían también para espantar a las aves depredadoras. Había artesanos ambulantes que las fabricaban para venderlas, pero incluso los mismos granjeros se animaban a mostrar sus habilidades haciendo sus propias creaciones. Normalmente se inspiraban en lo que era su vida cotidiana, y representaban hombres talando o serrando un tronco, mujeres removiendo un gran puchero o subiendo un cubo de agua de un pozo, alguna persona remando, etc. 
En América latina también fue extendiéndose su implantación, aunque en menor medida. Donde hay que  reconocer que no son nada frecuentes es en España.
También hay que decir que se utilizan más bien como ornamentación de jardines, para poder disfrutar de ellas viendo mejor el mecanismo de los movimientos. En realidad, su función se asemeja más a la de los llamados molinetes, que es más bien decorativa, que a la de las veletas tradicionales. Además, se suelen pintar con colores llamativos, para que no pasen inadvertidas.
Ya hemos comentado los motivos en los que se inspiraban los primeros creadores de este tipo de veletas. Actualmente, el elenco es extenso, pues igual se encuentran personajes infantiles, como temas publicitarios, animales, medios de transporte de todo tipo (hay muchos coches, aviones, etc.), deportistas haciendo sus ejercicios...  
Para que os podáis hacer una idea, lo mejor es ver los videos que Daniel ha colgado en youtube, pues así se puede apreciar el movimiento de las figuras.
Daniel, aunque ha hecho de la fabricación de veletas su medio de vida, se considera un coleccionista. El interés que siempre le han despertado estos artilugios, primero hizo que se dedicara a comprarlas allí donde veía alguna pieza especial y, también, que procurara conocer y documentase sobre su historia. Luego ya vino el querer descubrir su mecanismo, para intentar construirlas, etc. hasta llegar donde ahora está, convertido en un verdadero experto.
Sólo nos queda por deciros que cada vez más, la creación y construcción de estos artilugios pasa a considerarse un exponente de la artesanía tradicional y recibe el apoyo de instituciones culturales así como el respaldo de aficionados y público en general. Se organizan exposiciones y concursos en diversos países, como, por ejemplo el Festival de Sant-Ulric del que Daniel nos ha hablado y en el que ha participado.
Si queréis conocer mejor lo que él hace, podéis asomaros a su web, que se llama Veletas animadas y cuando las veáis, casi seguro que os va a apetecer hacer una este verano. O si no, se la encargáis, que a él le salen muy bien.