martes, 27 de noviembre de 2012

Una colección de fósiles del Sobrarbe



Testigos silenciosos, pero no mudos


 
Hoy os presentamos a un coleccionista que ha conseguido hacer realidad lo que muchos otros coleccionistas sueñan: poder dedicar un museo a su colección. El es Jesús Cardiel Lalueza.
Jesús empezó a interesarse en los fósiles cuando era adolescente y fue de forma casual, al encontrar un pequeño fósil de caracola en el río. A partir de entonces y durante muchos años, ha dedicado tres o cuatro horas por semana a recorrer terrenos erosionados de Sobrarbe, estudiando el terreno y buscando fósiles. La colección propiamente dicha surgió, como ocurre muchas veces, cuando un día Jesús advirtió la cantidad de material que ya tenía acumulado. Y, también como ocurre muchas veces, mientras coleccionaba surgió la curiosidad por conocer el tema y, poco a poco, se iba interesando más y más. 
Jesús estudio ciencias geológicas en la Universidad de Zaragoza y ello le permitió profundizar en el conocimiento de la paleontología y tener una visión más científica de uno de sus temas favoritos.
Ha limitado la colección a la zona de Sobrarbe porque es el lugar en el que vive y la proximidad, al menos en este caso, juega un papel importante. Por una parte, es obvio que el entorno donde se desarrolla nuestra vida cotidiana es el área que mejor conocemos y a la que nos sentimos más unidos, por eso, nada de lo que allí acontece nos es ajeno. Además, intentar descubrir el pasado de un lugar que consideremos nuestro, es doblemente gratificante.
Jesús opinina que no tiene sentido poseer fósiles que no estén asociados a un territorio concreto, a un estrato determinado. Los fósiles pierden mucho valor científico si no se sabe dónde han sido recolectados, por eso cree que lo más acosejable es reunir una colección  paleontológica que tenga unidad geográfica e histórica, que refleje la vida habida en el pasado en un territorio concreto.
Para los que no conocéis la zona del Sobrarbe, queremos transmitiros la información que el mismo Jesús facilita en su blog de "Fósiles del Sobrarbe". Explica que es una comarca aragonesa que se extiende por el norte y centro de la provincia de Huesca. Ocupa una extensión de 2.000 Kilómetros cuadrados y presenta una orografía muy diversidad, desde los 3.355 metros de Monte Perdido hasta los 450 de la zona donde se encuentra el embalse de El Grado. Esto propicia que las temperaturas varíen mucho de un lugar a otro, y mientras se da un clima mediterráneo en el sur se puede encontrar otro de montaña en su parte norte. Si os facilitamos estos datos geográficos es porque es importante conocerlos para relacionarlo con el tema de los fósiles que nos ocupa. Pasaremos por alto los datos sobre la Historia de esta comarca porque no viene al caso, aunque es muy rica y vale la pena conocerla.
Volviendo al tema de los fósiles, todos sabemos que son restos de organismos que vivieron hace más de 10000 años, la mayoría de ellos con una edad que se cuenta en millones de años. Los restos de animales y plantas quedaron enterrados y debido a las presiones y temperaturas a las que estuvieron sometidos se transformaron, generándose los fósiles. A veces lo que vemos son moldes y huellas; en algunos casos no se encuentra ningún resto físico de aquellos seres, sino moldes. Entre uno y otro tipo de reliquias del pasado podemos descubrir conchas marinas, huesos y dientes de mamíferos, insectos, hasta madera petrificada.  
En Sobrarbe, como en Ribagorza y Jacetania, hay una enorme diversidad de fósiles, y están muy bien representados múltiples grupos. Lo bueno es que hay especímenes que no se encuentran en otros territorios, y que una vez estudiados científicamente  nos permitirán constatar que hay especies nuevas, no descritas hasta la fecha. Casi todos los fósiles son del Eoceno, con una antigüedad superior a los 40 millones de años. Entre las piezas de mayor importancia científica se encuentran restos fósiles de vertebrados, mandíbula del "cocodrilo de Lamata", "fémur de Abizanda", "tortuga de Camporrotuno", fósiles del "sirenio de Susía", etc.
La idea de mostrar la colección en un museo le surgió a partir del año 2000, cuando fue consciente de la cantidad de fósiles recogidos, algunos bastante interesantes. Años más tarde consiguió una subvención del CEDESOR (Centro para el desarrollo de Sobrarbe y Ribagorza) que le animó a seguir adelante. Y, después de multitud de vicisitudes, de problemas, mucho trabajo y mucho gastar dinero, por fin el museo fue una realidad, que se inauguró el 23 de mayo de 2009.
Casi todo el material que se expone allí ha sido recolectado por Jesús, salvo algunas donaciones, como algunas esponjas silíceas y un misterioso fósil encontrado por una francesa en el río, con forma de canto rodado.
El público en general se muestra interesado por este tema pues, a pesar de ser la paleontología algo complejo, se puede divulgar de forma amena y hacerlo asequible. Jesús tiene un blog donde da cuenta de sus hallazgos, de las aportaciones que recibe para el Museo, actividades que se organizan, etc. Podéis visitarlo ahora mismo en: Museo Paleontológico de Sobrarbe. Lamata (Huesca).



 

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Una colección dedicada al circo


Había una vez ¡un circo!
Juan Pablo de la Cruz Pereyra nació en la Ciudad de Campeche (México) y es de formación artista plástico, con especialidades en artes visuales y artes escénicas. Ha estudiado arquitectura y, sobre todo, es un gran coleccionista de todo lo referente al circo, tema al que dedica sus habilidades como miniaturista. Empezó aficionándose al circo cuando era un niño, y esta pasión no le ha abandonado nunca. Y queremos recalcar que, aunque muchas veces se recurre a la frase "desde que era niño" para explicar que se empezó muy pronto, en el caso de Juan Pablo, hay que interpretarlo literalmente, pues corresponde  exactamente a la realidad.
Parece ser que a los seis meses de edad ya lo llevaron al circo y cuando tenía un año ya disfrutaba del espectáculo. Cree que el primer circo que vio, de lo que le queda una noción vaga, fue el Atay, en 1965. Del Circo Unión, que descubrió en 1968, incluso ha recordado siempre el nombre de algunos de los artistas que actuaban en aquella función a la que asistió.
Siendo muy pequeño, Juan Pablo se dio cuenta que tenía habilidad para modelar figuras de plastilina, así es que empezó a reproducir circos para jugar con ellos, que era lo que más le gustaba hacer. Por otra parte, no era éste el único aspecto del circo que le interesaba, pues a los diez años ya tenía una gran recopilación de recortes de prensa dedicados a ese tema. Y aquella afición infantil se convirtió también en la pasión de un hombre, y afortunadamente, porque le ha resultado de gran ayuda a lo largo de su vida. Resulta que en el año 2006, hace poco, Juan Pablo sufrió un grave accidente que le ha dejado parapléjico. Desde entonces, esa ilusión que ha puesto en su colección (además de otras cosas, como el amor de su hija Sara), ha sido un factor decisivo para encontrar fuerzas para luchar y superar todas las dificultades que ha tenido que afrontar. Hoy por hoy, su colección se considera única en México, por su temática, y una de las más importantes del mundo. A él le encantaría poder fundar en su país un museo dedicado al circo.
Juan Pablo, en su extensa y bien nutrida colección, tiene de todo y mucho. Cuenta con más de 10.000 fotos, revistas, libros, souvenirs, juguetes, boletos o entradas, más de 600 videos de funciones completas de circos de todo el mundo, películas, más de 200 carteles y más de 100 maquetas que ha hecho él mismo. Posee un archivo de cada uno de los circos mexicanos desde 1970 hasta nuestros días. El visita los circos y los documenta en video y en fotografía. Evidentemente, aunque está interesado en los circos de todo el mundo, está más especializado en los de su país.
Le preguntamos que es lo que más le gusta del circo, y nos dice que verdaderamente le atrae todo lo que esté ligado al circo clásico o tradicional, donde admira cada uno de los actos, pues cada uno de ellos tiene su propio valor. Reconoce que pese a la calidad y el concepto del "Cirque du Soleil", no es ese tipo de espectáculo el que más le agrada, sino que se decanta  por el circo de siempre. Juan Pablo, como amateur, ha tenido la oportunidad de aprender de todo un poco en las artes circenses, de las cuales,  trabajar con animales ha sido una de las cosas que más le ha gustado, desde siempre.
Querer bucear en la historia del circo nos lleva a las antiguas culturas china, egípcia, griega o romana, pero el espectáculo tal y como lo entendemos hoy día puede decirse que empezó a tomar forma en el siglo XVIII. Evidentemente, las habilidades de los artistas no necesitaban una carpa de circo para mostrarse, y desde antiguo, malabaristas, contorsionistas, equilibristas, etc. se dejaban ver en festejos y otras manifestaciones populares, despertando la admiración del público infantil y del adulto.
El circo actual es un espectáculo artístico que normalmente es itinerante, por lo que suele hacerse en el interior de unas carpas que se desmontan fácilmente. Un variado helenco de artistas participa en la función, siendo los más comunes los payasos, acróbatas, magos, trapecistas, domadores, etc. 
Además del espectáculo en sí,  nuestro coleccionista aprecia algunos valores que se encuentran en el mundo circense, al que no en vano se le suele dar el nombre de "la gran familia" del Ccrco. La unión. la amistad y la ayuda que se prestan entre ellos son aspectos muy positivos.  
Para conseguir nuevas piezas para la colección Juan Pablo intercambia con otros coleccionistas, compra por internet y, sobre todo, recibe donaciones de empresarios y artistas de circo. También sus amigos le hacen muchos regalos. Por cierto, que hay bastantes coleccionistas interesados en este tema con los que ha tenido ocasión de establecer contacto, y que se encuentran repartidos por todo el mundo.
La colección la tiene guardada en su casa, gracias a lo cual él, junto a su hija Sara, a la que también le apasiona el mundo del circo, pueden disfrutarla mejor.
El mundo del circo ha ido evolucionando para adaptarse a los nuevos tiempos y las nuevas mentalidades, lo que le ha permitido seguir contando con su público fiel, a la vez que cautivar a nuevos seguidores entre los jóvenes. ¿Qué más se puede pedir? no en vano el lema del circo es el famoso "Más dificil todavía".
Los coleccionistas también se adaptan a los nuevos medios y por eso podéis encontrar la colección de Juan Pablo en facebook y también en su web. El mayor espectáculo del mundo sigue haciendo soñar a muchas personas, para eso, sólo es cuestión de dejarse asombrar.
  
  



miércoles, 14 de noviembre de 2012

Lote nº 91 de imágenes de casas construídas sobre la vía pública o pasajes

Foto nº 542: Bad Camberg (Alemania). Peter Niessen
Foto nº  543:  Peramola (Lleida). Antoni Palmarola
Foto nº  544: Frigliana (Málaga). Carmelo Sacristán

Foto nº 545: Filetto (Italia). Valeria Martini
Foto nº 546: Génova (Italia). Peter Niessen
 
Foto nº  547: Saint-Lizier (Francia). Antoni Palmarola

Si queréis enviarnos alguna foto podéis hacerlo a:
 ¡Gracias!




miércoles, 7 de noviembre de 2012

Una colección de anuncios antiguos valencianos


Imágenes y textos para viajar a otra época



 
Salvador Raga Navarro ya nos atendió amablemente, no hace mucho, para hablarnos de la colección de Gozos o Goigs, que la asociación Via Vicentius-Gogistas Velencians lleva a cabo. Hoy Salvador nos va a ayudar a conocer otro aspecto de la sociedad valenciana, más profano pero no menos interesante:  nos referimos a los anuncios antiguos.
Nos cuenta que empezó a catalogar esta colección a principios del año 2000, aunque fue a partir del año 2010 cuando tomó la decisión de digitalizarla y ponerla a disposición de curiosos y amantes de la historia y cultura valenciana, concretamente, de los interesados en el mundo de la publicidad antigua.
Si se animó a hacer la colección fue porque todo lo que tiene que ver de cerca con su tierra valenciana le entusiasma y, como amante de las curiosidades, había sucumbido al encanto de los modos y técnicas que se utilizaban para dar a conocer y vender todo tipo de productos, así es que había ido acumulando bastante material. En primer lugar, empezó a buscar y guardar todos los anuncios que aparecían en  publicaciones antiguas, facsímiles y reproducciones de prensa, pero después ha ido recopilando imágenes y textos que ha encontrado por internet, facilitados por otros estudiosos del tema.
La colección no se mueve entre unos límites de fechas estrictos. A Salvador le interesa toda aquella publicidad que nos habla de una época pasada, que utiliza un lenguaje que pone de manifiesto una creatividad ya perdida y que luce  un perfil estético propio de aquellos años. Digamos, que el límite cronológico suele estar en los años 40 del pasado siglo.
Entre lo que se anunciaba en aquél entonces encontramos productos y servicios que todavía están vigentes, y otros que ya han desaparecido del mercado. También es cierto que muchos de los sectores que recurrían entonces a la publicidad eran los mismos que lo hacen todavía, como el de alimentación, automóviles, seguros, espectáculos, industrias del hogar y electrodométicos, hostelería, turismo o medicinas, pero los artículos ofertados suelen ser bien distintos. Sin contar que, obviamente, en la actualidad han salido al mercado muchos productos nuevos.
Para acercar todos esos bienes al consumidor y hacerlos agradables, se tendía a recurrir a imágenes que ayudaran a identificar lugares comunes o cosas reconocibles como propias en la  comunidad, gracias a lo cual se establecía cierta complicidad entre el emisor del mensaje y el receptor. En el caso valenciano,  ayudaban a ello las imágenes  de naranjas, mujeres con el traje de falleras, paneles cerámicos, elementos representativos de la arquitectura urbana... Aunque al principio eran solamente dibujos sencillos en blanco y negro, el impacto solía ser bastante efectivo, gracias en parte a que se veían reforzados por un texto expresivo. Cuando ya se introdujo el color, tanto en los anuncios como en otro tipo de carteles, se consiguieron obras llenas de luminosidad y de gran riqueza pictórica.
Los anuncios más numerosos de la colección son aquellos que aparecían en las páginas de periódicos generalistas y prensa especializada y que eran los que tenían más difusión, máxime cuando otros tipos de publicidad conseguían un impacto muy limitado. Los que a Salvador le hacen más gracia son aquellos que hablan de pócimas magistrales para  la curación de determinadas enfermedades; aparatos ortopédicos que hoy nos maravillan por su creatividad; artilugios y artefactos imposibles, como corsés  que hacen cintura de avispa, o elegantes maquillajes y píldoras mágicas para embellecer y hacer irresistible a la mujer más zafia.
No sabemos si nuestro coleccionista habrá hecho un estudio detallado de las características de estos anuncios antiguos,  a nosotros nos ha llamado la atención la referencia o mención de otros países y culturas, que daba un toque exótico al reclamo en cuestión, como las "pilules orientales", para conseguir un busto de Diosa; La gran sombrerería francesa de José Gascó; El Clown, una juguetería de "exquisito gusto" donde se recibía toda clase de chucherías de "París, Berlín, Viena y otros importantes centros industriales"; una "Perfumería Oriental", que igual ponía a la venta lociones para exterminar el vello para siempre, como otras para "poner pelo a los calvos";  o la casa de Crescencio Calatayud, que vendía maquinaria para la elaboración de toda clase de géneros de punto de la mejor fábrica alemana
Por cierto, hablando de tecnología alemana, hemos observado que se da mucha importancia a las innovaciones técnicas, como bien anuncia la casa de Julian Vageil,  un taller de carruajes y máquinas de barrer con "privilegio de invención para ejes esféricos"; o la puntualización que hace el Cine Ideal, "donde se proyectan las mejores películas habladas en español con el famoso aparato Western Electric, el más perfecto y mejor del mundo." También encontramos, entre el invento y el milagro, a la Colonia la Invencible, de Laboratorios Celta, que evita las canas, o el FOSFO.FITO-KOLA ALIÑO, "una novísima medicación fosforatada, que es un poderoso tónico reconstituyente, antineurasténico y regulador de las funciones del corazón, de grandes resultados en la anemia, tuberculosis, escrofulismo, raquitismo, inapetencia y en las convalecencias". 
Y, antes de terminar este recorrido por la publicidad de antaño, una última constatación: para anunciar grandes hoteles, restaurantes importantes, compañías de seguros o bancos, se suele recurrir a una foto de los establecimientos, o a un dibujo lo más realista posible, que muestre bien la importancia o elegancia del local de hostelería o la sede social. Como ocurre con los automóviles, que se muestran en todo su esplendor. 
Para disfrutar de todo ello, podéis visitar el blog de Salvador "Anuncios antiguos de Valencia", donde muestra muchos de los anuncios de su colección.