jueves, 27 de septiembre de 2012

Una colección de Gozos (Goigs, Gojos)


Artes reunidas


 
Son los Gozos  (Goigs, Gojos) composiciones poéticas que se cantan en honor de la Virgen, de Jesús o de los Santos, siempre durante la celebración de un acto religioso, ya sea la misa de una fiesta mayor, una procesión, una romería... Con estos Gozos se quiere alabar y dar gracias por algún favor recibido a la advocación a quien están dedicados, o bien se pide su ayuda y protección para un pueblo. Aunque se remontan a la Edad Media, parece ser que se popularizaron durante los siglos XVII y XVIII.  Los Gozos los cantaba el pueblo siempre en lengua vernácula, y  los aprendía de memoria. Actualmente,  muchas personas les dedican toda su atención con el fin de que no desaparezcan, pues constituyen un testimonio elocuente de unas épocas pasadas. Suelen ser de carácter local y frecuentemente narran la vida y milagros de los Santos del lugar, o los  hechos y situaciones difíciles vividas en aquella localidad, que pudieron superarse gracias a la intervención celestial. Los Gozos ofrecen materia de estudio y disfrute tanto por su ornamentación, como por los aspectos literarios de sus textos y la aportación musical. 
Los Gozos  se conocieron por toda la Península,  pero fue por los territorios de la antigua Corona de Aragón donde se implantaron con mayor fuerza. Se pueden encontrar tanto en la Rioja, País Vasco, Castilla-La Mancha, etc. como en la zona catalano parlante de Francia y en la isla de Cerdeña (que pertenecieron a la Corona de Aragón), incluso se han localizado ejemplares en algunos países iberoamericanos, como Puerto Rico.
Pero si ya hemos explicado un poco qué son los Gozos o Goigs, que es el tema de la colección, no os hemos presentado todavía al coleccionista. Y tenemos que aclarar que en esta ocasión no se trata de nadie particular sino de todo un grupo, exactamente la Asociación Via Vicentius, Gogistes Valencians. La Asociación recibe aportaciones físicas de particulares y de otras instituciones, que forman el patrimonio y archivo de la institución, aunque su objetivo no es atesorar ni acumular piezas costosas, sino estudiar y dar a conocer los Gozos. Como aficionados al tema, varios miembros de la Asociación tienen sus propias colecciones particulares de las que dejan una copia a la Asociación para ser catalogadas en sus registros. Si no es posible conseguir una versión en papel, al menos la versión virtual permite tener constancia del contenido de ese gozo, pudiéndose reproducir y documentarlo. Hay que destacar que los Gozos que sobrepasan el siglo de antigüedad son ya territorio exclusivo de coleccionistas con alto poder adquisitivo, pues son piezas codiciadas ya que tienen un mercado muy valioso para archivos, bibliotecas, bibliógrafos y anticuarios. Es por eso que las piezas de las que dispone la Asociación no se remontan más allá de principios de siglo XX, pero ellos están igual de ilusionados con lo que tiene han conseguido.  
Es nuestro interlocutor el Presidente de dicha Asociación, Salvador Raga Navarro,  que nos explica que el interés de los Gozos es muy amplio y son muy valiosos, cualquiera que sea la perspectiva desde la que se contemplen. Por ejemplo, la cuestión literaria es evidente, pero está también la tipográfica, pues es muy curioso examinar las presentaciones de sus estampaciones, las imprentas donde se hicieron,  su difusión, etc. También se valoran las cuestiones artísticas, tanto en lo que se refiere a las imágenes, como la poesía y la música. Por lo que se refiere a la cuestión etnográfica ofrecen un contenido muy rico, pues los hechos del pasado que allí se relatan, de marcado carácter local no es fácil encontrarlos en otras fuentes. También hay que tener en cuenta su aportación religiosa, pues son una manifestación de la devoción popular.
En cuanto a la ornamentación, parece ser que la estructura tradicional que compone los Gozos consta de una estampa o motivo central, unos adornos laterales (a cada lado de la figura), que suelen ser unos jarrones, una orla alrededor y una filigrana central, en algunos casos. Con la modernización de los gozos, que también han experimentadon transformaciones, se advierten algunas novedades, como la inserción de imágenes de fondo, partitura musical, etc.
También con el color ha habido cambios, pues la maquinaria que reproduce los gozos se ha sofisticado notablemente y casi cualquier impresora puede realizar verdaderas maravillas, abandonándose en algunos casos el bellísimo y tradicional blanco y negro. Las nuevas creaciones coloristas, tan alejadas del modelo clásico, no siempre son del gusto de los verdaderos entendidos.
Hemos de señalar que, a pesar de las dificultades de pervivencia de los Gozos en algunos lugares, en otros sitios se intenta introducirlos, pues se pretende con ello recuperar el culto o al menos el recuerdo de algunas advocaciones que se habían perdido, fomentando la asistencia a romerías o ermitas. Aunque inicialmente eran composiciones anónimas, ahora son los poetas locales los encargados de poner su firma en textos que narran el hallazgo de una imagen, la construcción de una ermita, la protección que ejerció el santo en alguna catástrofe, un milagro famoso, etc.
Además de su trabajo de investigación y recopilación, la Asociación consigue nuevos ejemplares  intercambiando con otros coleccionistas y también con las aportaciones que llegan a través de su blog  "Gojistes Valencians", blog que os recomendamos.
Salvador nos cuenta que en Cataluña existen muchas asociaciones dedicadas a este tema, que realizan encuentros y promueven muchas actividades. Desgraciadamente, falta alguna asociación de este tipo en Aragón, por lo que quiere animar a los coleccionistas aragoneses a crear alguna entidad allí, como en todos aquellos lugares de España que cuentan con esta tradición.  
 
 

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Una colección de pelotas y cajas de pelotas de tenis




BALL!
la fuerza REDONDA


 
Ya hemos tenido la oportunidad de presentar en Procoleccionismo una estupenda colección vinculada al tenís, la que hacen Jaume Busoms y  Emili Bosch de raquetas y artículos relacionados con este tema. En esta ocasión, volvemos a encontrarnos con estos grandes coleccionistas para comentar otro elemento indispensable a la hora de practicar su deporte favorito: las pelotas.
Jaume  es nuestro interlocutor, y nos explica que el coleccionismo de pelotas de tenis, en general, está más vinculado al envoltorio  o recipiente en el que se presentan, que al producto en sí mismo. Podríamos decir que llaman más la atención las diferentes cajas o botes de pelotas, que las pelotas que contienen, ya que todas ellas suelen ser de idénticas características (salvo el grabado de la marca), sin diferencias visibles. En el caso concreto de Jaume y Emili, empezaron con  esta colección como un complemento a la de raquetas, pero hay que reconocer que, la vistosidad de los botes de pelotas de tenis y la facilidad de almacenarlos y exponerlos, hacen que sea una interesante colección por si misma.
Pero,  conozcamos un poco cuál es la historia de las protagonistas de este comentario: las mencionadas pelotas de tenis. Evidentemente, el inicio del tenis estuvo muy vinculado a la capacidad de propocionarse una pelota adecuada y, por aquél  entonces no se necesitaba nada más. Recordemos que fue el Jeu de Paume  el precursor de todos los actuales deportes de raqueta, y se inició ya en el siglo XIII, en París, donde se encontraban los paumiers, que eran los mejores artesanos en la construcción de pelotas con capacidad de botar. El nombre no deja lugar a duda de que se jugaba con la palma de la mano (en la actualidad, esta modalidad subsiste con la "pelota vasca" en el País Vasco y el "pelotamano" en Lanzarote) ya fuera desnuda o con guantes, y no fue hasta el año 1505 cuando aparecieron las primeras menciones a un nuevo instrumento: la raqueta.
Al principio parece ser que las pelotas se hacían con tiras de paño enrollado cosidas con un hilo, que se desgarraba con facilidad, y luego se recurrió a rellenar unas bolsas de cuero con lanas, plumas y otros materiales, incluso cabellos y arena. Un paso importante en la evolución de la fabricación de estas pelotas parece ser que se debe al inglés John Heathcote, jugador de tenis en la década de los 70 del siglo XIX. Y fue con ocasión del primer Torneo de Wimbledon, competición en la que participó Heathcote, cuando ya se fijó el tamaño y peso que debían tener las pelotas, aunque posteriormente se fueron modificando los requisitos. Vemos, pues, que a pesar de su origen francés, las pelotas de tenis en general tienen una historia muy británica y, posteriormente, norteamericana. En la primera mitad del siglo XX todas las marcas eran "made in England" o "made in USA".
Actualmente las pelotas se fabrican a partir de una esfera de caucho hueco, regulando la presión del aire dentro de la bola. Vienen recubiertas del tradicional paño o fieltro. La Federación Internacional de Tenis ha establecido unas normas con el fin de uniformizar el artículo: el diámetro de las pelotas estará comprendido entre 6,35 y 6,67 centímetros y su peso no debe sobrepasar los 58,5 gramos, y se debe poder alcanzar con ellas una velocidad de 200 Km/h.  Por cierto, que si bien al principio el color de las pelotas era siempre el blanco y, aunque actualmente se fabrican de muchos colores, a partir del año 1972 se decidió que en las competiciones oficiales el color utilizado fuera siempre el llamado amarillo óptico, ya que ofrece mayor visibilidad, sobre todo en los partidos retransmitidos por televisión. El blanco, de todos modos, también continúa  siendo autorizado. Estas pelotas, al principio se comercializaban en cajas de cartón de cuatro o seis unidades, pero después se empezó a utilizar el clásico bote conteniendo tres unidades. 
Aunque, desde luego, es posible la colección de pelotas sueltas, en el mundo del coleccionismo lo que más valor tienen son las pelotas en sus recipientes originales, sobre todo si es un bote precintado, aquél en el que todavía no se haya usado el típico abrelatas que llevaban adosado todos los botes hasta los años 70. En la actualidad la apertura se efectúa mediante una anilla, sistema similar al  que se utiliza en los botes de refresco.
Para disfrutar de esta colección os recomendamos ver el estupendo blog de   Jaume y Emili, raquetas.net. Allí, además de la información dedicada a las raquetas, se presentan apartados sobre las prensas que se utilizan para las raquetas, información sobre las pistas de tenis, Bádminton, etc. Y, desde luego, el objeto de esta colección, las pelotas. de tenis.


 

martes, 11 de septiembre de 2012

Lote nº 88 de imágenes de casas construídas sobre la vía pública o pasajes

Foto nº  524:  San Carlos del Valle (Ciudad Real). Angel Pérez Avellaneda
Foto nº 525:  Mondovi (Italia). Antoni Palmarola

Foto nº 526: Granola (Italia). Valeria Martini
Foto nº 527: Saint-Lizier (Francia). Antoni Palmarola


Foto nº 528: Letur (Albacete).  Angel Pérez Avellaneda 
Foto nº 529: Sospel (Francia). Antoni Palmarola


Si queréis colaborar con nosotros, podéis enviarnos fotos a:
mjfuster20@gmail.com

¡GRACIAS!

martes, 4 de septiembre de 2012

Una colección de eslóganes




 PUBLICIDAD CONCENTRADA


Jordi tiene una pasión (entre otras, suponemos) que es la publicidad.  Si  es un reto para el ingenio, que un spot publicitario deba sintetizar en 30 segundos los beneficios o particularidades de un producto o marca, ni que decir tiene que el eslogan publicitario es ya lo máximo, como el summum de la creatividad. Por eso, no es nada extraño que  nuestro coleccionista, interesado en la publicidad,  tenga una atracción especial por los eslóganes, donde se concentra el ingenio y la intencionalidad del publicista. Recordemos, que el origen de la palabra eslogan o slogan, es gaélico y que era un grito de guerra que se utilizaba para reunir a los miembros de un clan. Actualmente, este nombre designa una fórmula o frase breve y original, utilizada en publicidad o propaganda política.  En este sentido, hay que mencionar que se recurre a su efectividad en muchas ocasiones, no sólo con fines comerciales, sino también con otros objetivios. Baste recordar la famosa frase "Tu país te necesita" aparecida en la portada de la revista London Open, a principios de la Primera Guerra Mundia, en 1914, con la que se  quería motivar a los jóvenes ingleses a enrolarse como voluntarios en el Ejército.  Por nuestros lares fue muy popular el eslogan "España es diferente"  lanzado en la década de los 70, con el que se quería "vender", mejor dicho, "promocionar" todo un país y que acabó siendo utilizado, en muchas ocasiones, con sentido peyorativo, para referirse a las cosas que no iban bien. 
Jordi empezó con su particular colección en el verano del 2004. Fue entonces cuando decidió organizar los apuntes que tenía sobre este tema y se planteó de qué manera podía compartir toda la información que tenía con otras personas que se mostraran interesadas en ello. Creó una web "Slogancollection" y, curiosamente, día tras día vio cómo las visitas aumentaban (sin hacer campañas) y ahora tiene la satisfacción de constatar que su hobby se ha convertido en una herramienta de consulta para profesionales de la publicidad, y otras personas a las que les llama la atención este tema.
Experto como es en la materia, reconoce que no se ha entretenido en realizar un análisis detallado de si hay alguna palabra o familia de palabras que aparezcan más frecuentemente que otras en los eslóganes, lo que sí que le resulta curioso es que existan diferentes marcas o productos que prácticamente repitan los mismos eslóganes, por extaños que sean. Por ejemplo, le llama la atención  que "acortamos distancias" o "acercamos personas" que en principio no es tan común como un "te quiere" o el término "el original",  hayan sido utilizados primero  por Movistar y luego por el Ministerio de Fomento.
Lo que más valora Jordi en un eslogan es, desde luego, su efectividad, que se manifiesta cuando la ciudadania lo adopta en el habla cotidiana, actuando como recordatorio del producto. En segundo lugar, la capacidad de síntesis y finalmente, a título anecdótico, la capacidad del copy, es decir,  de darle un poco la vuelta al producto. Por ejemplo "los más naturales" ¿a qué puede referirse? ¿a yogures, combustibles, paisajes?, pues no, en un caso concreto están promocionando nada más y nada menos que unos calcetines.
Para atraer la atención del público al que está destinado y conseguir que el contenido del eslogan se retenga lo máximo posible, el creador de esta fórmula utiliza todos los recursos que le ofrece el lenguaje, desde onomatopeyas a aliteraciones, rimas, etc. Se trata de encontrar una frase, o incluso una palabra, fácil de recordar y que se relacione con el producto que se quiere publicitar. Evidentemente, esa asociación tiene que ser positiva y debe provocar en el receptor el deseo de consumir o disfrutar del bien en cuestión. En el mensaje que se le está enviando al cliente potencial, a veces aparece el nombre o la marca del producto y otras no, pero el objetivo es siempre el mismo: cada vez que el público lo oiga o lo vea, debe asociarlo y pensar con  lo que se le está ofreciendo.
Jordi no ha encontrado a nadie que haga una colección como la suya por lo que no puede intercambiar. Lo que sí que recibe son aportaciones de personas que, cuando consultan el blog, encuentran a faltar un eslogan determinado y se lo mandan. Así es que entre lo que él selecciona y lo que le van señalando, ya tiene clasificados casi 5.000 eslóganes.
Por cierto, que su página es ya un lugar de referencia para todas las personas interesadas en publicidad.   
Nosotros también tenemos nuestro slogan, que no es que sea muy popular (por ahora) pero sí que es bien expresivo: "Procoleccionismo, el "blog" de todas las colecciones" (aunque exes un poco exagerado, porque hasta ahora sólo hemos hablado de unas 200...).