miércoles, 26 de octubre de 2011

Una colección de autógrafos





Un recuerdo especial




Pedro Escudero es de Torrejón de Ardoz (Madrid), y colecciona autógrafos. Actualmente tiene unos 8.000, aunque si se cuentan las fotos y las fichas (que el envía y que le devuelven dedicadas), hace que la colección se aproxime ya a las 15.000 piezas. Y todo ello lo ha conseguido él personalmenee, porque a Pedro no le interesa comprarlos. Lo que le parece más estimulante en esta colección es el reto de conseguir su objetivo por si mismo, algo que muchas veces no podría alcanzar sólo a cambio de dinero. Otro aspecto que le atrae de esta colección es que le permite tener algo personal (unas palabras, un dibujo, la firma...) de una persona que por su actividad o profesión pasará a la historia. Por cierto, nos aclara Pedro que el hecho de pedirle un autógrafo a alguien no quiere decir que él admire a esa persona, simplemente significa que él considera que debe figurar en la colección porque figura entre las personalidades más destacadas en algún tema del que se ocupa (artístico, científico, deportivo, etc.).

¿Qué se entiende por autógrafo? pues, como todo el mundo sabe, autógrafo literalmente significa documento escrito a mano, aunque con este término, actualmente, se denominan las dedicatorias con firma que personas famosas escriben para sus fans o personas que se lo soliciten. A Pedro, los autógrafos de su colección se los han firmado figuras destacadas, tanto a nivel nacional como internacional, pertenecientes al mundo del arte, del deporte, la política, instituciones, las ciencias. Otros coleccionistas se limitan a reunir autógrafos de algún tema determinado, ya sea de una disciplina deportiva (futbolistas, etc.) o del mundo artístico (cantantes, artistas de cine), etc. Nuestro coleccionista, como se interesa por toda la actividades, las ha subdividido en temas para poder clasificarlas. Tiene, por ejemplo, la de Pintores, Astronautas, Presidentes de Gobierno, Danza, Toreros, Cantantes de Opera y muchas más.

El principio de esta afición-pasión se remonta a hace más de treinta años, cuando trabajaba como botones en una importante notaría de Madrid. Gracias a su trabajo conocía la dirección particular de algunas personalidades y eso facilitaba el que pudiera enviarles cartas solicitando una dedicatoria. Y es que, la verdad, Pedro no es el típico cazador de autógrafos que espera horas ante una dirección para abordar a la persona que desea (aunque también ha esperado), sino que practica, más bien, el sistema de enviar una carta pidiendo la colaboración. Es lo mismo que hace con los personajes extranjeros.
Desde que empezó con la colección no la ha dejado nunca, salvo algunos periodos cortos, que nunca han durado más de tres meses, en los que por asuntos de trabajo, familia u otras circunstancias no escribía a ninguna personalidad.

Pedro ha conseguido reunir una buena muestra de personalidades de todo el mundo, pero entre los países que tiene mejor representados figuran Alemania y Estados Unidos, y es que son precisamente los norteamericanos los que más contestan sus cartas. Los alemanes son las más eficaces, en el sentido de que también suelen responder siempre y, además, rápidamente. A los españoles les cuesta bastante aceptar las propuestas y no es fácil que se molesten en contestar... En general, y salvo las excepciones señaladas, sea de donde sea la personalidad solicitada las respuestas tardan bastante en llegar, y Pedro ha tenido que esperar meses y hasta años para obtener la dedicatoria deseada. Por ejemplo, en el caso de Cantinflas estuvo esperando la contestación durante dos años. Con los Reyes de España tuvo que intentarlo cuatro o cinco veces, pero, bueno, lo importante es que al final lo ha conseguido. Otras veces en lugar de enviar una carta para solicitar el autógrafo ha conseguido una visita personal, que algunas veces ha resultado muy interesante, como fue en el caso del compositor Andrés Segovia o con Gloria Fuertes, a la que acompañó a su casa y con la que estuvo de charla ¡cuatro horas!

Cuando le preguntamos cuáles son los autógrafos de su colección que más aprecia, nos dice que todos tienen su historia y su importancia. Quizás los que le hicieron más ilusión fueron los primeros que recibió de personalidades importantes, como el de Indira Gandhi, Miró o el Dalai Lama. Por alguna circunstancia especial, hay autógrafos que le han marcado especialmente, como por ejemplo el de Rock Hudson, que después de tardar bastante tiempo en escribirle se lo mandó justo dos meses antes de morir. De todas formas, no han sido todo éxitos, porque en algunos casos no ha conseguido su objetivo: con Michael Jackson o Dalí no tuvo suerte y se ha quedado sin su autógrafo.

Una sección muy interesante es la dedicada a pintores e ilustradores, pues, como es tradicional en este campo, los artistas no se limitan a enviarle sólo su firma y dedicatoria, sino que le regalan una creación propia que suelen plasmar en la ficha que él les envía. Otros de estos artistas, en lugar de dibujar en las fichas le han mandado lienzos o folios, incluso alguna obra suya.

Los compositores de música clásica también han contribuido de una manera muy importante en la colección, copiándole especialmente para él fragmentos de partituras.

Hay personas que se dedican a conseguir autógrafos como inversión, ya que existe una importante demanda de ellos y se pueden vender bien. Es una actividad tan respetable como cualquier otra, pero, desde luego, no les daríamos el nombre de coleccionistas a quienes se dedican a ello. Creemos que un verdadero coleccionista es alguien como Pedro, que ha conseguido formar su colección con mucha dedicación y cariño y lo que más desea es conseguir exponer su tesoro en un museo, para que todo el mundo lo disfrute. De momento, ya ha creado el museo virtual "Museo de Personalidades Autografiadas", que os invitamos a visitar.





miércoles, 19 de octubre de 2011

Lote nº 74 de imágenes de casas construídas sobre la vía pública o pasajes




Foto nº 439: Quebec (Canadá). Antoni Palmarola




Foto nº 440: Barcelona. Daniel González Fuster


Foto nº 441: Barcelona. M. J.Fuster


Foto nº 442: Avila. Tomás Guirado





Foto nº 443: Balazuc (Francia). Guy y Josiane De Martelaer



Foto nº 444: Nerpio (Albacete). Angel Pérez Avellaneda





GRACIAS a todos los que enviáis fotos.
Esta es nuestra dirección para los que queráis colaborar:
mjfuster20@gmail.com



miércoles, 12 de octubre de 2011

Una colección de placas de nombres de calles con fechas, Cronovías












Tiempo y Espacio




Antoni Mª Claret Palmarola tiene una colección repartida por todo el mundo y es que, aunque él colecciona y guarda fotos de placas de calles (paseos, avenidas, pasajes, plazas, parques...) en las que figura una fecha, las placas originales siguen en su sitio, indicando direcciones en muchos países. Y, no importa dónde estén emplazadas esas placas, todas pueden ayudar a conseguir un objetivo: formar las fechas de todo un año (es decir, hacer un calendario) con las fechas que aparecen en ellas.

¿Cómo empezó esta colección? Pues fue así, como os vamos a contar. Andaba nuestro coleccionista por San Sebastián, el 25 de Agosto de 2004, cuando vio en una calle una placa con la leyenda "31 de agosto" (también Kalea San Telmo) y pensó ¡podría hacer una colección de placas con nombre de fecha! Dicho y hecho, se puso a la tarea, aunque a rítmo lento, es decir, sin darse demasiado trabajo por encontrarlas. Luego, en Octubre del 2008, hizo una web sobre la colección. Entonces ya tenía unas 150 calles "contabilizadas". Mientras tanto, Antoni supo que había otra persona que hacía la misma colección, Màrius Serra, escritor catalán de éxitos como Verbalia y periodista. Y como Antoni no quería apropiarse de la idea de nadie (ni tan siquiera que pareciese que lo hacía), prefirió ponerse en contacto con él para explicarle qué es lo que estaba haciendo y lo que tenía pensado hacer. Màrius Serra aprobó la idea de que hiciera la web, incluso le sugirió nombres como cronovías, cronovies, chronoways.. Y para el calendario que quería hacer, también aportó algunos términos: callendario, carrendari...

Màrius Serra le explicó a Antoni que en realidad la idea del calendario con fechas de calles no había sido suya, sino que él se había hecho eco del llamamiento del filólogo milanés Stefano Bartezzaghi, que mantenía una sección de ludolingüistica en las páginas del suplemento del diario "La Stampa". Y Màrius, también solicitó a los lectores del Avui, donde tenía una columna de Enigmística, que le dieran nombres de calles de todo el mundo relacionadas con fechas

Pero, volviendo a la colección de Antoni, él ha conseguido reunir 191 fechas, así es que ya faltan menos para completar las 365 que necesita. Dentro de estas fechas, hay algunas muy repetidas, es decir, que se encuentran en distintas ciudades y pueblos. Eso ocurre con fechas significativas a nivel nacional, regional, comarcal, etc. Por ejemplo, en España la fecha "2 de mayo", o en Cataluña el "11 de septiembre". Evidentemente, las calles suelen dedicarse a fechas que conmemoran un hecho histórico o un acontecimiento muy importante para la comunidad. Entre las conmemoraciones más frecuentes se encuentran desenlaces de batallas (contra los carlistas, en la Primera y Segunda Guerra Mundial, guerras civiles, guerras de la independencia); fechas de reconocimiento de un país como estado; día de la Constitución; fechas de nacimiento o muerte de algún personaje destacado de la política o la cultura local; día de un desastre natural, etc.
Nuestro coleccionista es muy ordenado y nos cuenta que contabiliza todas las piezas de su colección por separado. Actualmente ha reunido 806 calles con nombres de fecha (día y mes; o día, mes y año); tiene también 25 placas sólo con el nombre de un mes; 8 placas de días de la semana, 12 placas de estaciones del año y una que indica "fin de semana". Cuenta con placas de 24 países distintos y del lugar que más tiene, después de Cataluña (276 ejemplares), es de Argentina, pues allí tiene un excelente colaborador, Nico, que le ha enviado ya ¡217 fotos! (¡eso sí que es un colaborador!). Del resto de España tiene 77, de Francia 69, de Brasil 31, etc.
El soporte físico donde están escritas las fechas varía mucho. Hay rótulos de madera, placas de cerámica, de mármol, metálicas, grabadas en piedra, el nombre pintado en una pared. Las fotos que le envían muestran a veces carteles muy artísticos, otros muy rudimentarios. Todas las aportaciones son bien recibidas. El único requisito que pediría a los que se animen a colaborar, es que el tamaño superara 500 x 375 píxeles, pero normalmente nadie envía de menor resolución.

Para conseguir nuevas fotos sus amigos y familiares están mentalizados y colaboran todo lo que pueden. Antoni también intenta divulgar la web en páginas, foros y facebooks de coleccionistas. Como hemos dicho, cuenta con algunos colaboradores muy comprometidos, pero en general cuesta muchísimo conseguir que la gente se anime a participar. Actualmente tiene muchas visitas a su página web pero, la verdad, es que eso no se traduce en aportaciones.
Antoni quiere precisar que la colección no se trata de una simple exposición virtual de fotos, sino que hace un trabajo de investigación: busca qué es lo que conmemora la fecha, la ubicación de la ciudad, de la calle... En la web "Cronovías" se puede ver la ubicación de todas las placas en Google Maps, con un enlace para acceder.
En la próxima modificación de diseño de su web, ampliará la página -la hará más ancha- y pondrá al lado de la cronovía un recuadro con su ubicación.
La colección de placas de calles con fechas nos da información sobre el espacio, y tambien nos habla de un tiempo. Nos dan a conocer la vinculación del espacio, dónde está el cartel, con la fecha que muestra.
Además de indicarnos a dónde vamos o dónde estamos, nos hacen recordar acontecimientos y personas destacados de nuestro pasado colectivo.

Probablemente también hay en algún sitio una placa con la fecha de hoy: 12 de Octubre.









martes, 4 de octubre de 2011

Una colección de botones militares














Para muestra

vale un...



BOTÓN
...

La colección de botones militares que nos ocupa, pertenece a la Asociación Cultural "Aula Militar Bermúdez de Castro". Esta institución, que no depende del Ministerio de Defensa, pues es de carácter civil y militar, se creó en el año 1997. El Aula Militar es propietaria y gestiona el Museo de Historia Militar de Castellón, y su fondo museístico y documental está repartido entre la sede de la institución y dicho museo. Centra su atención en los diferentes acontecimientos históricos-militares ocurridos en Castellón y provincia, y no sólo eso, sino también aquellos otros acontecimiento en el que destacaron castellonenses.

La colección de botones militares se ha formado gracias a varias donaciones privadas y, también, a hallazgos que han tenido lugar en el curso de investigaciones efectuadas en antiguos campos de batalla. La primera de esas donaciones fue la que hizo el señor Ricardo Pardo Camacho, coronel en reserva, que donó toda su colección personal el año 2003. Posteriormente, el Museo ha recibido otras importantes aportaciones de coleccionistas y ciudadanos de Castellón. Hay que precisar que, aunque en la mayoría de los casos se trata de donaciones, también hay algunas piezas que han sido cedidas en depósito. Y otro hecho a destacar es que, tanto las piezas que se han dado como aquellas que se han cedid0, pertenecen mayoritariamente a vecinos de Castellón y provincia, aunque, excepcionalmente, también se han recibido en el Museo donaciones de personas de otros lugares.

Es importante precisar que los fondos del Museo están constituídos por más de 7.000 piezas, pero se exponen sólo alrededor de mil. Y, dentro de esos fondos, la colección de botones alcanza las setecientas piezas, pero en las salas de exposición se muestra una parte reducida de ella. Aunque fundamentalmente se trata de una colección de botones militares, también hay algunos ejemplares de botones civiles.

Parece ser que, los primeros botones que se han documentado, se encontraron en el valle del río Indo y datan de hace unos 2.000 años. Se trataba de conchas talladas y perforadas y su función era meramente ornamental. Los íberos introdujeron la utilización de botones metálicos y, tanto griegos como romanos recurrían a ellos para sujetar sus prendas, a modo de broches. En la Edad Media los botones eran verdaderos objetos de lujo, que sólo podían permitirse unos pocos. Se fabricaban en cristal, caparazón de tortuga, marfil, oro, plata, incrustados de joyas. En el siglo XVII se forraban de tela; se hacían también con maderas exóticas como el ébano; o con cerámica, decorándose con bordados y esmaltes. En el XVIII ganaron terreno los de bronce, hueso, porcelana... Si en un principio los utilizaron más los hombres que las mujeres, a partir del siglo XIX, con la aparición de máquinas especializadas, los botones se empezaron a fabricar en serie, generalizándose su uso entre ambos sexos.

De los primeros botones militares que se tiene constancia en el Museo, son de algunos botones de madera del siglo XVIII que servían como distintivo de cada regimiento y, también, como condecoración.

Los botones de esta colección abarcan desde el reinado de Carlos III hasta el de Juan Carlos I, y testimonian tanto de los diferentes periodos históricos como de los episodios bélicos que tuvieron lugar: Guerra de la Independencia, Guerras Carlistas, Guerra Civil, etc. La primera parte de la colección la componen los comprendidos entre 1788 y 1885 y la segunda desde Alfonso XIII hasta la actualidad. Dentro de cada época, que suele corresponder a un reinado, se ordenan por Armas.

Como ocurre con todas las colecciones, nos comenta el Sr. Pardo Camacho, nuestro interlocutor, que todos los ejemplares son importantes, porque cualquier objeto histórico es excepcional en si mismo, tanto por su valor intrínseco como por la información que ofrecen. De todos modos, el Sr. Pardo cree que los más importantes para el Museo, son los que corresponden a las unidades militares que estuvieron combatiendo en la provincia de Castellón como, por ejemplo, un botón del Regimiento de Infantería de Línea, nº 44 francés, que es el regimiento que ocupó la plaza de Castellón durante la Guerra de la Independencia.
Antiguamente se fabricaban los botones en muchos lugares distintos de la geografía española, pero desde que se unificaron los modelos para Infantería, Caballería, etc. (hacia 1869, pues antes cada regimiento usaba un modelo diferente) la fabricación se centralizó en Madrid y Barcelona, aunque se siguieron fabricándose botones en algunas otras ciudades. El Museo es un lugar de encuentro para coleccionistas, donde periódicamente se organizan reuniones para amantes de los objetos encuadrados en el tema Militaria: armas, emblemas, condecoraciones, uniformes, etc. Y, desde luego, nunca pueden faltar los coleccionistas de botones, que son muchos.

Le preguntamos al Sr. Pardo si es verdad que se degrada a un militar arrancándole los botones (escena que hemos visto en varias películas...), y él nos aclara que, actualmente, para degradar a un militar hace falta una sentencia judicial y el acto de arrancarlos es simplemente la notificación de la sentencia. Bueno, en Procoleccionismo no se va a degradar a nadie, al contrario, felicitar a todos los que han participado en esta iniciativa, la de dar a conocer una colección preciosa en un Museo.