miércoles, 27 de abril de 2011

Una colección de anillas de paloma mensajera





Una anilla


de compromiso
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Diego Gambeta Mayo es coleccionista de las anillas que se les ponen a las palomas mensajeras para identificarlas. Estas anillas son el D.N.I. de esas palomas y contienen información de su país de origen y del año de nacimiento de la paloma y, gracias a la numeración, se puede saber la región de la que procede. En la fotografía podemos ver a Gabino, el palomo favorito de Diego, luciendo en su pata la anilla de identificación, de color azul.


Conocido es el sentido de la orientación de las palomas mensajeras y también su resistencia a la fatiga. Están entrenadas especialmente para volver a su palomar, cubriendo largas distancias y son capaces de recorrer de 700 a 1000 kilómetros al día, alcanzando una velocidad media superior a los 90 km/h. Desde la Antigüedad han sido utilizadas en todos los países para enviar mensajes, que transportaban en su patas. A estos textos se les da un nombre bien preciso: columbogramas. Los Ejércitos de todo el mundo también han recurrido a este sistema y contaban siempre con palomas adiestradas. Hasta hace poco las seguían teniendo, en previsión de que, ante alguna emergencia, pudieran fallar los medios de comunicación más modernos. Oficialmente el Ejército español contó con ellas hasta el pasado año 2010, aunque ya había dejado de ser efectivo este servicio desde el 2006. Por cierto, es curioso saber que algunas palomas mensajeras han sido condecoradas por méritos de guerra, en consideración de los servicios prestados.


Estas anillas de identificación al principo se hacían en aluminio grabado y, posteriormente, se han hecho de aluminio con el texto en papel y forradas de material plástico. Hoy en día, éstas son las que se utilizan, aunque ya hay muchos países que las fabrican totalmente en materiales plásticos. En España el paso de aluminio grabado al aluminio con papel y plástico se realizó en el año 1979, año en el que coexistieron los dos tipos de anillas.


Pero ¿cómo se le ocurrió a Diego hacer esta colección? pues nos dice que ésta es una pregunta difícil de responder. El caso es que empezó a tener palomas cuando tenía unos 10 años (ahora ya tiene más de 40) y de vez en cuando aparecía por su palomar alguna paloma anillada. Unas se quedaban, otras, sobre todo las mensajeras, se iban a los pocos días, pero aquellas que se quedaban cuando llegaban a cierta edad se morían. Entonces, se le ocurrió ir guardando las anillas que llevaban y las colgaba de un cordel, como hacen muchos colombófilos de hoy en día. Hace unos diez años decidió empezar a coleccionar en serio y fue pidiendo anillas a otros amigos que también tenían palomas, incluso a cazadores, que a veces las habían abatido sin querer. Y así fue consiguiendo ejemplares. Por cierto, que el sistema de guardarlas consta de una caja de madera con unas varillas extraibles de fibra de vidrio, en las que Diego coloca las anillas por naciones y en orden del año.
Las anillas las proporcionan las federaciones, que son las responsables de encargar su fabricación y repartirlas entre los federados. También existen las llamadas anillas de propiedad, que puede encargar cualquier particular a los distintos fabricantes. Así lo hace Diego, que pone su propia anilla a las palomas, aunque este tipo de anillas no las colecciona.


Las anillas se fabrican prácticamente en todos los países. El primer país en las que se hicieron parece ser que fue Bélgica, alrededor de 1890, más bien en la década de los 90 de ese siglo. En España las primeras son de 1928 y las utilizó un club canario.


Actualmente el coleccionismo de anillas de paloma está muy extendido, sobre todo en Europa. Figuran en primer lugar los belgas, holandeses, alemanes y polacos, por eso es más fácil conseguir una anilla de cualquiera de estos países que de España. De hecho, la anilla más antigua que tiene Diego es una de Francia, del año 1938 con tarjeta de propiedad (la tarjeta es un documento acreditativo de que la paloma que porta tal anilla es tuya).
Gracias a internet Diego ya ha conectado con diez coleccionistas españoles y también tres mejicanos, un colombiano, tres brasileños y un argentino, esto da una idea de la gran difusión de este tipo de colección.

Por cierto ¿hemos explicado cómo se utilizan las palomas mensajeras? para los profanos en la materia tenemos que aclarar que no es que se les de una dirección y ellas vayan directamente a llevar el correo, sino que se transportan a un lugar y, cuando se sueltan allí, ellas regresan a su palomar. Para ello no suelen tardar más de tres o cuatro días, porque vuelan día y noche. El record de distancia recorrida parece ser que está actualmente en los 9000 K. Nuestro coleccionista vive en Badajoz y allí espera el regreso de tan esforzadas y hogareñas aves cada vez que les organiza un viaje de "vuelta a casa". Mientras tanto, la colección de anillas le permite conocer la existencia de otras palomas, otras personas, otros países y cientos de recorridos de caminos en el aire.



miércoles, 20 de abril de 2011

Lote nº 66 de imágenes de casas construidas sobre la vía pública o pasajes

Foto nº 391. Londres. Angel Pérez Avellaneda


Foto nº 392: Barcelona. M. J. Fuster



Foto nº 393: Hirschhorn (Alemania). M. J. Fuster



Foto nº 394: Calatayud (Zaragoza). Antonio Prieto


Foto nº 395: Sajazarra (La Rioja). Rosa Ana Nuñez Belmonte
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Foto nº 396: Albelda (Huesca). Celedonio García
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Si queréis enviar una foto podéis hacerlo a:


¡Gracias!




miércoles, 13 de abril de 2011

Una colección de insignias de baloncesto

Un objetivo de ALTURA




Eduardo es un joven vallisoletano coleccionista de insignias de baloncesto. Colecciona todo tipo de insignias con este tema, da igual que sean de ojal o imperdible, y tampoco es ningún impedimento el material en que están hechas. Los coleccionistas de pins de fútbol suelen ser más exigentes, o especializados, a la hora de precisar el objeto de su colección, porque tienen mucho donde elegir y suelen centrar su interés en algún aspecto específico. Así, es frecuente que se interesen sólo por los que están fabricados en algún material determinado o los que son "oficiales", pero como en baloncesto no hay tanta oferta de material pues se suele aceptar todo lo que se hace sobre el tema.


Hablando de temas, algunos de los motivos más recurrentes que se utilizan en la composición de estos pins son precisamente las figuras básicas en la práctica de este deporte, como el balón, seguido de la red y el tablero. Cuando se trata de pins de clubs, figura de manera destacada el nombre del equipo. Los nombres de los países no suelen aparecer, puesto que los pins de federaciones nacionales llevan las siglas de la federación en cuestión o la bandera del país, pero no el nombre..


Recordemos que este deporte lo inventó en 1891 James Naismith, profesor de Eduación Física en la YMCA de Springfield, Massachusetts (USA). Se presentó en las Olimpiadas de Amsterdam (1928) y Los Angeles (1932) en calidad de juego de exhibición, pero no fue hasta las Olimpiadas de 1936, en Berlín, cuando pasó a la categoría de juego olímpico. El baloncesto femenino tuvo que esperar a los Juegos de Montreal (1976) para conseguir entrar en competición.

Nuestro coleccionista empezó con esta colección cuando, en una ocasión que el equipo de Cáceres visitó el Polideportivo Pisuerga de Valladolid, el entrenador del Cáceres le regaló un pin.

A partir de entonces se interesó por conseguir más y ya no ha parado con esta afición. Adquirir nuevas piezas no es dificil. El lo hace gracias al intercambio con otros coleccionistas o pidiéndolos a equipos, jugadores o entrenadores. También los compra siempre que le es posible cuando va de viaje o por internet.

A Edu le parecen interesantes todas las insignias que tiene, aunque, naturalmente, hay algunas que le gustan más que otras. Pero aunque pueda haber preferencias en cuanto al diseño, no es éste el aspecto al que le da más importancia. Aprecia sobre todo la antigüedad de la pieza, si se trata de ejemplares de equipos desaparecidos, de países con poca tradición baloncestítica, si son insignias raras... Por ejemplo, como algunas que tiene de la empresa Bertoni Milan, que es la que realizó el trofeo del Mundial de Fútbol..
Y también tiene predilección por las insignias del Open McDonald's (torneo de baloncesto coorganizado por la NBA y la FIBA) patrocinado por el empresa McDonald's. Esta competición se celebró en 9 ocasiones entre 1987 y 1999 y Edu tiene los 9 pins, lo que no le fue fácil conseguir. Para dar idea de lo que le costó hacerse con ellos, baste decir que proceden de ¡siete lugares distintos!

Edu cuenta en su colección con unas 700 piezas que representan 48 países. El país mejor representado es, obviamente, España, pero también tiene muchas de Francia. Y, desde luego, de Estados Unidos, donde el coleccionismo deportivo tiene mucho más arraigo que en Europa. La pieza más antigua que posee es la del Eurobasket de Budapest, de 1955.

Por lo que respecta a la clasificación y catalogación de las piezas nos cuenta que tiene catalogadas todas las insignias pertenecientes a equipos españoles, pero le falta clasificar las otras, aunque las tiene numeradas. Afortunadamente, la web que ha creado para dar a conocer su colección, "Insignias de baloncesto", le ayuda a estar al día con las que tiene o no tiene. En ella ha abierto distintas secciones y, cuando haya introducido todas las fotos y la información, será un estupendod fichero. Los apartados están dedicados a: la World Basket, EuroBasket, Juegos Olímpicos, Euroleague, Equipos Españoles, Eventos ACB, Equipos de otros países, Federaciones de España, Federaciones de otros países, NBA, Open McDonald's y Varios.

Esta web, en la que está trabajando, no sólo le es de gran utilidad para organizarse con la colección, sino que le ha permitido ponerse en contacto con muchos coleccionistas con los que poder intercambiar información y piezas. Y por el hecho de mostrar su trabajo y su afición ha conseguido lo que no podía imaginar: que muchas personas le regalen sus insignias, piezas que muchas veces tienen en su poder y que no hacen servir para nada y que le dan una gran alegría a Edu. Así fue, por ejemplo, la que tuvo un día al recibir un sobre bastante grande y leer el nombre del remitente que se lo enviaba: Javier Imbroda (ex seleccionador nacional) que le mandaba un buen número de insignias. Y es que Edu apunta muy alto con su colección. Nosotros le deseamos que siga sumando muchos tantos, perdón, ¡insignias!






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martes, 5 de abril de 2011

Una colección de cañas de pescar

Algo que no hay que soltar: la caña


Ya tuvimos ocasión de presentar en Procoleccionismo la colección de carretes de pesca antiguos de Rafael Edo y, en esta ocasión, vamos a ocuparnos de su colección de cañas de pescar.


Rafael nos cuenta que, en realidad, una es consecuencia de la otra, porque ésta colección de cañas comenzó a causa de la de carretes. Resulta que al visitar tiendas especializadas para comprar repuestos de carretes, descubrió que en algunas de ellas había todavía cañas de pescar antiguas y, como estaba decorando su garaje para exhibir los carretes, le pareció buena idea poner algunas cañas colgadas por la pared, para dar ambiente. Además, el hecho de tener algunos ejemplares de cañas de época, podía ayudar a comprender mejor la evolución de los carretes y su contexto. De esta manera tan inocente, empezó a prestar atención a las cañas. Después, observó que había bastantes compañeros que se interesaban también por las cañas de bambú y demás así es que, por hacer algo diferente, se dedicó a conseguir una representación de cañas nuevas a estrenar. Concretamente, ahora se interesa por todo tipo de cañas fabricadas en España desde 1900, hasta cuando apareció el carbono. Le gustan mucho las de bambú refundido, bambú de tres piezas, de caña del país, conolón, fibra, etc. prefiendo las nuevas o seminuevas. Si es posible que las cañas estén con su etiqueta correspondiente y el precio de la época mucho mejor.

La caña de pescar, básicamente tal y como ahora la conocemos, se utilizaba ya en el siglo XV, y gracias al famoso "Tratado de pesca con caña" de Julianna Berners, que data del año 1496, podemos saber la técnica que se utilizaba para pescar en aquél entonces. Hasta mitad del siglo XX las cañas se hacían de bambú, pero en la década de los 60 se empezó a utilizar la fibra de vidrio, que además de conseguir hacerlas más baratas las hacía más ligeras. Posteriormente, ya a mitad de los 70, se pasó a usar el carbono o grafito.

A nuestro coleccionista le gustan todas las piezas de su colección, porque considera que cada una de ellas tiene su encanto y aporta una información útil. Por ejemplo, sobre la fotografía que mostramos un poco más abajo con dos cañas montadas, Rafael nos explica que son de las denominadas tipo catalana y que se componían de dos piezas. La primera de bambú y la segunda de fibra, con la peculiaridad de que la de bambú era muy corta y la de fibra mucho más larga. Esta pieza se la regaló el Sr. Manuel Llorens, antiguo dueño de la factoría de Carretes Segarra.

A pesar de que está muy contento con todas las piezas de su colección, no obstante Rafael siente una debilidad por las Carswell que, aunque tienen un nombre que parece inglés, se fabricaron en Murcia. De esta marca tiene bastantes, y en muy buen estado de conservación.
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Tiene clasificadas todas las cañas por tamaños, ya sean grandes, medianas o pequeñas y, también, por marcas, épocas y materiales. Cuenta con muchísimas marcas españolas, pues antes de las importaciones chinas había muchos talleres pequeños donde se fabricaban. Era frecuente que en invierno muchas tiendas prepararan cañas de bambú para venderlas en verano. Cuando salió la fibra de vidrio, pipeglas y conolón, hubo una serie de empresas que se dedicaron a la fabricación como Carswell, Pesca Mur, Copesca, Palmira, Kali, Canesa, Pardo Verdú, Mitchell, etc.

Nos cuenta Rafael que no conoce a otros coleccionistas de cañas de pescar. Sí que tiene compañeros, coleccionistas de carretes, que también tienen alguna caña, pero no es lo habitual. Por otra parte los pescadores cuando "jubilan" una caña ya no sirve para una exposición, pues haría falta restaurarla para que se viera un poco bien. Para saber más de estos temas de pesca, podéis visitar el blog que Rafael dedica a su colección de carretes.
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