viernes, 28 de mayo de 2010

Una colección de camisetas de ciclismo



LUCIENDO



COLORES








Miguel Angel Fraile Maldonado es un gran aficionado al ciclismo que colecciona desde hace unos veinte años gorras y camisetas utilizadas para este deporte. Ahora nos limitaremos a presentaros sus camisetas.

La camiseta o maillot que llevan los ciclistas ha experimentado una gran evolución a lo largo de los años, por lo que respecta al material en el que están confeccionados. Actualmente se fabrican con fibras especiales que proporcionan a estas prendas una impermiabilidad eficaz (lo que protege al ciclista del frío y del viento), a la vez que le permiten una óptima transpiración (favoreciendo la expulsión del sudor que el ejercicio produce).

Como la bicicleta en sí no ofrece mucha superficie para poder mostrar las marcas de los patrocinadores, se tiene que aprovechar la superficie de los maillots y los cascos para poder poner prácticamente toda la publicidad. Son las prendas más visibles del ciclista.

No hay que olvidar, sin embargo, que además de hacer publicidad de marcas comerciales y de ayudar a identificar de qué equipo son los corredores que participan en una prueba, las camisetas se utilizan con otro fin. Y es que con el lenguaje de las camisetas se pueden decir muchas cosas.

En las más importantes competiciones deportivas hay camisetas atribuidas a los que ocupan los primeros puestos en las diferentes clasificaciones. Fue en el mítico Tour de Francia donde se empezó con esta distinción. Recordemos que esta competición, que comenzó el año 1903 gracias a la iniciativa de Henri Desgrange y el periódico "L'Auto", decidió utilizar el maillot amarillo para el mejor clasificado ya en el año 1919. Se optó por este color porque era el mismo en el que se impimían las páginas del periódico patrocinador "L'Auto". Actualmente, en esta misma prueba ciclista se concede, entre otros, el maillot blanco al corredor joven mejor clasificado (se considera que pertenecen a la categoría "joven" los menores de 26 años), el blanco con motas rojas al mejor escalador y el verde a la regularidad.

En el Giro de Italia el maillot del lider es de color rosa, que también corresponde al color en que se estampa el periódico que lo patrocina, "La Gazzetta dello Sport". En esa competición el mejor escalador obtiene el mailllot verde.

En España se han cambiado varias veces los colores para las camisetas del lider de la Vuelta. En alguna ocasión fueron de color naranja y también se recurrió al blanco, aunque la mayoría del tiempo han sido de color amarillo (concretamente durante 45 años se han llevado así), pasando después a utilizarse el color oro. Para conmemorar los 75 años de la existencia de esta prueba, en el 2010 se ha optado por un diseño especial. Se trata de una camiseta de fondo rojo sobre el que aparece un guepardo. Con estos dos elementos se ha querido hacer referencia por un lado, al color rojo que luce la Selección de fútbol española y que tanta popularidad y éxito ha conseguido y, por otra parte, a la imagen del que se considera el animal más veloz, el guepardo, para destacar la belleza y esfuerzo de este deporte.

El ganador del Campeonato del Mundo luce todo el año el maillot con el arco iris.

Miguel Angel tiene unas sesenta camisetas que guarda en cajas y, en algunas ocasiones, las ha mostrado al público participando en exposiciones. Se pueden contemplar visitando su blog en el que encontraremos testimonio gráfico de las competiciones en las que ha participado, los puertos de montaña que ha subido y toda la información correspondiente al mundo del ciclismo. Una etapa obligada para todos los amigos de este deporte.



viernes, 21 de mayo de 2010

Una colección de bolillos










Hacer bolillos...





Chari Nayara es de Cádiz y es una apasionada a las labores: igual hace punto de cruz que patchwork o punto mallorquín, todo se le da bien. Una de estas labores le gusta especialmente y es el encaje de bollillos. Para hacer este encaje se necesita:

- un soporte sobre el que trabajar, que es una almohadilla, llamada en muchos lugares de España mundillo. En España esta almohadilla es un cilindro ovalado de unos 60 ó 70 cms. de largo y 20 cm. de diámetro, relleno de paja o crin;

- unos palillos o bolillos de madera donde se enrolla el hilo en espiral, sujetándolo en la parte superior;

- unos alfileres para sujetar el tejido mientras se va haciendo;

- un patrón, llamado picado en algunos lugares, que suele ser de cartulina o papel tela donde está trazado el dibujo que hay que reproducir.

Mientras se teje hay que ir entrecruzando los bolillos, lo que produce un tintineo muy característico. Como es una labor que se suele hacer en grupo, el revoloteo de tantos bolillos produce una música muy particular.

Chari hace colección de bolillos y nos ha contado muchas cosas sobre ellos.

Los bolillos antiguamente se solían hacer de boj, que es una madera muy resistente, con la que se fabricaban incluso instrumentos quirúrgicos. Actualmente se hacen en madera de pino o maderas semipreciosas de importación, especialmente de Guatambú tropical. La forma del bolillo varía ligeramente de un lugar a otro, aunque las medidas de largo suelen ser iguales. En función del hilo que se va a utilizar en el trabajo se requiere que el bolillo sea más o menos pesado. Para hacer encaje se suele trabajar con hilo de seda, de lino, de lana, de algodón, incluso con hilos de metales preciosos.

Hay también bolillos más o menos torneados y decorados. Para Chari, una de las piezas preferida de su colección es un bolillo que tiene una representación de Gaudí. Muchos de estos bolillos son tan delicados que hay que prestar mucha atención a la hora de guardarlos, para que no se estropeen.

Según la técnica utilizada en su realización hay diferentes tipos de encaje. Existen centros de gran tradición en esta actividad que han dado su nombre a algunas modalidades, así, son reputados, p. e. (y sólo spor citar alguno), los encajes de Flandes, Chantilly, Cluny, Brujas, Holanda, Milán, Camariñas, Almagro, etc. que son lugares de gran tradición encajera.

El encaje de bolillos se consigue a base de torsiones, trenzados y enlaces. Sobre los orígenes del encaje de bolillos hay mucho escrito y no siempre coincidente así es que, para no faltar a la verdad, nos quedaremos con un hecho evidente: la técnica del encaje de bolillos se difundió por todo los países occidentales del mundo a partir del siglo XVI y su época de apogeo se considera que fue a finales de dicho siglo XVI y durante el XVII. De ello nos han quedado buenas muestras gracias a los pinceles y al arte de pintores como Van Dyck y Velázquez, entre otros. Por cierto, que contemplando los cuellos, puños, golas y gorgueras que lucían sus personajes, se puede observar los dos modos diferentes de utilizar los encajes: ya fuera almidonados y encañonados, para darles rigidez, o con caída libre o natural.

Chari compra bolillos porque los necesita para trabajar y hacer sus labores, pero también porque aprecia y disfruta con el tacto y la vista de estas pequeñas piezas menudas y nerviosas. Le gusta la diversidad de sus formas, además de la utilidad que prestan. Suele adquirir nuevas piezas en las concentraciones de bolilleras que se celebran por Andalucía.

Por cierto, que tiene un blog estupendo "El mundo de Nayara" donde muestra sus colecciones y las labores que hace y facilita direcciones e información sobre otras personas interesadas en estos temas.

Cuando algo resulta dificil se suele decir: "es más complicado que hacer encaje de bolillos". Lo que ha resultado sencillo es entender por qué Chari se ha decidido a hacer esta colección: es muy bonita.


sábado, 15 de mayo de 2010

Lote nº 50 de imágenes de casas construídas sobre la vía pública o pasajes



Foto nº 295: Rothenburg ob der Tauber (Alemania). F. Abad


Foto nº 296: Letur (Albacete). Angel Pérez Avellaneda


Foto nº 297 : ´s-Hertogenbosch (Países Bajos). M. J. Fuster


Foto nº 298: Chinchilla de Monte Aragón (Albacete). Angel Pérez Avellaneda


Foto nº 299: Lezuza (Albacete). Angel Pérez Avellaneda



Foto nº 300: Montblanc (Tarragona). Joan Casadevall



Si queréis enviarnos alguna foto podéis hacerlo a:


¡Gracias!



domingo, 9 de mayo de 2010

Una colección de monopatines




SOBRE



RUEDASSSSSSS











Para muchos de nosotros los monopatines o skates son una invención moderna, de ayer mismo, sin embargo hay alguien que se está dedicando ya a la recuperación y preservación de las primeras tablas usadas con este fin, haciendo un auténtico trabajo de arqueología deportiva: se trata de Jairo.
Jairo García empezo su colección un día que encontró abandonado un monopatín negro en el Rastro de Madrid. Y es que, cuando se acaban las ventas los domingos a mediodía en dicho mercadillo, los vendedores dejan por allí aquellos objetos de los que se quieren deshacer. Bueno, pues Jairo lo vió, le gustó y se lo llevó para colgarlo en su casa como un objeto decorativo más.
Pero cuando a alguien le llama la atención algo, no es por casualidad, sino que suele ser una respuesta a una atracción inconsciente, y así fue como Jairo descubrió sin proponérselo siquiera, lo que iba a ser el tema de su colección: los monopatines Sancheski. Ese fue el principio de una pasión a la que Jairo ha dedicado mucho tiempo y energías.

Sancheski es una marca española que fabricaba skis. A finales de la década de los 60 el fundador de dicha empresa tuvo la ocasión de ver un skate que tan de moda se había puesto en California y le gustó el invento. Se lanzó a la fabricación de monopatines y convirtió a su empresa en la pionera de esta producción en Europa. Era algo tan nuevo que hubo que inventar hasta un nombre en castellano, porque no había ningún vocablo para denominar estos artilugios.

Aunque nuestro coleccionista empezó exclusivamente con los Sancheski ahora también se interesa por otras marcas.

A la hora de presentar una colección siempre
intentamos empezar por el principio y el principio es tratar de definir el objeto de la misma. ¿Qué es un monopatín? pues básicamente es una tabla que va sobre cuatro ruedas (distribuidas de dos en dos) y que permite subirse a ella para patinar. Estas tablas se empezaron a fabricar en madera, fresno, haya, etc, y luego se ha ensayado con otros muchos materiales, desde plástico a fibra de vidrio, etc. aunque ultimamente se acostumbran a hacer de siete láminas de madera (principalmente arce canadiense o roble).
Las ruedas, que empezaron a hacerse de hierro o aluminio, se fabrican hoy en día en un material llamado uretano. Cada par de ruedas tiene un eje, normalmente de calamina (aleación de aluminio)que se sujeta a la tabla con un vástago flexible, de modo que permite hacer giros.

El monopatín, que parece ser que nació como una versión de las tablas de surf, con el fin de poder deslizarse por tierra, tiene en realidad un predecesor más antiguo, y nos referimos al patinete utilizado por los niños, con dos ruedas en línea y una barra vertical sobre la tabla que permitía su su conducción al ser impulsado con la ayuda del pie.

Por lo que se refiere a las tablas o planchas, hay que decir que al principio se hicieron completamente rectas, pero más tarde se les dió una forma alzada por la parte de atrás. Su tamaño varía en función de la modalidad de skateboard que se va a practicar, pues hay diferentes estilos. Actualmente el más practicado es el street o estilo callejero, pero también se practica el vertical o vert, en rampas. También hay diferencias si se practica el skateboard sobre suelos lisos (donde se hacen giros, rampas, saltos y distintos trucos) o el patinaje sobre superficies no asfaltadas, etc.

Jairo, que es un reconocido skater, no se limita a reunir ejemplares de monopatines, sino que también ha aprendido a restaurarlos. Su ilusión sería poder hacer un día un museo donde poder exhibir todas las piezas de su colección, desde las más antiguas y simples hasta las más actuales, decoradas con estupendos motivos serigrafiados.

El skateboard ha propiciado entre los jóvenes practicantes una cultura estética especial, que pone de relieve una identidad propia.

Enhorabuena a Jairo por su iniciativa de contribuir a que no desaparezcan los primeros ejemplares de un deporte que, extrañamente, no es competitivo.



sábado, 1 de mayo de 2010

Una colección de chupitos



Las apariencias

engañan







Como se ven pequeños y simpáticos parecen inofensivos, pero ¡atención! pueden tener efectos devastadores... Hablamos de los chupitos.

Franciso Soler empezó su colección con todo tipo de vasos y sólamente se fijó una regla a la hora de adquirir una nueva pieza para incrementar la colección: que llevaran el nombre o distintivo de un lugar, no de una marca. Sucedió luego que, al ver el espacio que ocupaban tantos vasos y su afición por beber chupitos, decidió limitar la colección sólo a chupitos. Todavía hay algunos amigos que a veces le regalan vasos de todo tipo que, por supuesto, acepta, pero no son el objetivo.

Cuenta Fran, que los chupitos suelen medir unos 6 centimetros de alto y tienen una capacidad de 15/20 cc. Parece ser que su historia no se remonta muy lejos, pues se han puesto de moda hace poco tiempo, digamos, a finales del siglo pasado. Se sirven en ellos preferentemente bebidas fuertes. Una de sus características es que estos recipientes se utilizan más bien para ofrecer mezclas que bebidas solas y, además, que se consumen preferentemente estando en compañía de otras personas, y no tanto cuando uno está solo. Puede decirse que se ha convertido en una bebida típica de reuniones sociales, para beber en grupo.

Hay establecimientos que se dedican especialmente a servir chupitos, ofreciéndose en ellos cócteles (en uno de Barcelona parece ser que tienen patentados más de 500 combinaciones distintas) con nombres divertidos o sugerentes, algunos servidos con iluminaciones espectaculares, otros que se presentan helados, etc. Con el color y la diferente espesura de los licores y demás elementos de la mezcla, se consiguen unas estupendas composiciones para impresionar tanto la vista como el gusto.

También se están popularizando los chupitos comestibles que se ofrecen como aperitivo, de entrada en una comida. Nos cuenta Fran que los hay de crema, sopas ligeras e infinidad de combinaciones, como setas salvajes con crema, puré de calabaza con langostinos, etc. aunque su preferido es el chupito de sopa de maíz con juliana de puerro.

Normalmente, los chupitos alcohólicos se toman de un sólo trago. Los chupitos más comunes son los de tequila, aunque hay muchas variedades. En algunos países los llaman vasos tequilos, en México los llaman caballetes, en inglés Spot...

Fran ha ido formando la colección chupito a chupito, que consigue de la misma forma con la que todos nuestros amigos engrosan sus colecciones:
Primero, comprándolos o "adquiriéndolos" (sin entrar en detalles de cómo...) en los lugares que visita. Cierto es que hace unos años acudía a más establecimientos en los que poder degustar chupitos que los que frecuenta últimamente, pues ahora lleva una vida más rutinaria, ya que tiene familia, un trabajo estable y todo eso que no propicia las salidas nocturas, pero bueno, siempre es posible conseguir alguno.

Segundo: gracias a los regalos de amigos, compañeros de trabajo y familiares, lo que supone, según sus cálculos, el 40% de la colección. A estos ejemplares que le han ofrecido les tiene un especial cariño, por un lado porque le sirven para incrementar la colección, pero también porque es una forma de recordar a esas personas amables.

Tercero, y no menos importante, los que obtiene gracias al intercambio y a la compra por internet. Con este sistema en el último año ha comprado y cambiado un 10% de su colección.

La colección la empezó hace unos quince años, aunque ha sido en estos últimos meses cuando ha empezado a tomársela más en serio. En estos momentos intenta ampliar la colección a lugares o países de los que todavía no tiene ninguno. Disfruta con cada nueva adquisición y le gusta recordar los buenos momentos con el correspondiente chupito. Ahora, con el nacimiento de su segundo hijo, Alejandro, ha tenido una buenísima excusa para comprar otro.

En la actualidad cuenta ya con unos trescientos ejemplares. Los tiene catalogados, mencionando el lugar de procedencia, el nombre de la persona que se los ha regalado, etc.

Al principio, mientras vivió con sus padres, los exponía en un parador que rodeaba toda su habitación, a 45 centímetros del techo. Después, cuando se fue a vivir solo, redujo la exposición a una gran estantería en una pared de su habitación y ahora, que ya está casado y con dos hijos, sólo dispone de una vitrina, donde tiene espacio para mostrar unos cincuenta. El resto de los chupitos los tiene en unas cajas en el cuarto trastero... Pero piensa remediar la situación cuando construya un mueble especial que ya tiene pensado.

Fran, desde hace unos nueve meses, tiene un estupendo blog "Mis chupitos del mundo" donde habla de sus chupitos y de muchas otras cosas. Ofrece información de lugares que ha visitado, de otros coleccionistas de chupitos, de amigos que hacen otras colecciones. Y, lo que es importante, gracias al blog tenemos ocasión de contemplar parte de su colección. Os invitamos a visitarlo.

Y no decimos que os ofrecemos un chupito, como hacen en algunos restaurantes cuando el cliente paga su cuenta, para que no se nos acuse de exaltación al consumo de bebidas alcohólicas. Aunque bien pensado, uno de melón, por ejemplo, no estaría mal...